La Fundación Cerezales Antonino y Cinia ha dado inicio a las obras de ampliación de sus instalaciones en la localidad de Cerezales del Condado, trabajos que tendraÌn una duracioÌn aproximada de 18 meses.
Este nuevo equipamiento, abordado iÌntegramente con recursos de la FundacioÌn, busca ofrecer unas instalaciones proporcionadas y perfectamente adecuadas a los objetivos de la FundacioÌn, y esperan que aporte valor añadido a la mismoa y tambieÌn en el aÌmbito territorial propio en el que desarrollan sus actividades.
El proyecto arquitectónico, obra del estudio Alejandro Zaera-Polo + Maider Llaguno, contaraÌ con espacios versaÌtiles destinados a sala de exposiciones, aulas didaÌcticas y de ensayo, centro de documentacioÌn, un auditorio y otros espacios al aire libre, que daraÌn continuidad a la actual personalidad de la FundacioÌn Cerezales Antonino y Cinia.
En el transcurso del 2014 la FundacioÌn Cerezales Antonino y Cinia cumpliraÌ seis anÌos. Durante los mismos, su programa se ha traducido en 344 actividades, lo que supone un incremento del 75% respecto al primer anÌo, en las que se han contabilizado maÌs de 45.000 participantes.
La nueva sede
El nuevo edificio para la FundacioÌn Cerezales Antonino y Cinia se disenÌa como una extensioÌn construida de las poliÌticas institucionales de la FundacioÌn. Por esa razoÌn los criterios del proyecto de Arquitectura, desde su concepcioÌn hasta su ejecucioÌn, han ido discutieÌndose y elaboraÌndose en base a la ecologiÌa distintiva de la institucioÌn como plataforma de impulsioÌn y desarrollo de proyectos locales y globales.
Uno de los principales ha sido el de encajar un edificio de 2793m2 construidos en un nuÌcleo urbano carente de estructuras de esas dimensiones. Para ello y en base a criterios de funcionalidad y optimizacioÌn energeÌtica, se ha establecido una estrategia de compactacioÌn del edificio, minorando, en comparacioÌn con una propuesta de voluÌmenes dispersos, las superficies en contacto con el clima extremo de Cerezales.
El volumen resultante se modula en cinco naves contiguas que dialogan con la arquitectura tradicional del territorio mediante formas y materiales reconocibles en la imagineriÌa local. A su vez, se decide revestir la totalidad de su envolvente en madera de alerce, sin tratamiento, para que envejezca a ritmo natural y pueda fusionarse con los patrones vegetales del paisaje local. Como excepcioÌn, los frentes de fachada norte y sur quedan definidos como grandes fachadas de vidrio que permiten mantener una permanente relacioÌn entre el interior y el exterior sea cual sea la actividad llevada a cabo en la FundacioÌn. Finalmente, el edifico ubicado en la parcela superior cercana al monte y alejada del frente urbano principal, se esconde y camufla tras la vegetacioÌn existente y permite mantener la actual relacioÌn visual entre las viejas escuelas y la ladera del monte al Este de la parcela.
Estrategia energeÌtica
Los pilares en los que se basa la estrategia del nuevo edificio de la FundacioÌn Cerezales Antonino y Cinia son la eficiencia energeÌtica y el respeto y aprovechamiento de los recursos locales. Es por ello que el sistema de climatizacioÌn cuenta con un campo de captacioÌn geoteÌrmica y una caldera de astillas de biomasa.
La geotermia aprovecha la energiÌa del terreno para calentar el edificio en invierno y enfriarlo en verano y la biomasa debe provenir de astillas forestales recogidas en las limpiezas de los bosques locales.
Durante los meses de verano, para evitar las puntas de consumo en horas punta, la instalacioÌn se complementa con un sistema de acumulacioÌn de friÌo con material de cambio de fase (PCM) que aprovecha las horas nocturnas para cargarse y apoya a la geotermia durante el diÌa.
Estos sistemas de produccioÌn teÌrmica se complementan y se adaptan de manera continua e inteligente a las condiciones climaÌticas y a las ocupaciones reales de la FundacioÌn, mediante un sistema de gestioÌn energeÌtica y monitorizacioÌn de consumos.
En cuanto al transporte de la energiÌa al ambiente interior, se combinan varios sistemas en funcioÌn de los diferentes usos previstos en los espacios; asiÌ en las zonas comunes y de circulacioÌn se preveÌ un suelo radiante, mientras que en los talleres y salas de ensayo la eleccioÌn ha sido un sistema de techo radiante silencioso. El aire de la sala de exposiciones se difunde por desplazamiento y la aportacioÌn de aire exterior de todas las zonas se optimiza mediante sensores de CO2.