Dentro del frecuentemente ninguneado género del terror encontramos autenticas joyas cinematográficas. Y el cine clásico nos ha regalado algunas de esas obras maestras que forman parte de la historia del séptimo arte.
La mujer pantera (1942) Jacques Tourneur
Estremecedora película que apela al miedo más irracional del espectador, más por lo que sugiere que por lo que muestra. Una joya que demuestra que no hacen falta unos grandes efectos especiales cuando sobra inteligencia para manejar el suspense. Simone Simon alcanzaría la condición de mito con este melodrama donde el amor y la feminidad se funden con el instinto animal.
El enigma de otro mundo (1951) Christian Nyby y Howard Hawks
En los años ochenta llegaría La cosa de John Carpenter, otro clásico contemporáneo que actualizaba la original, esta obra maestra que marcaría los paradigmas narrativos para todo ese cine de invasiones alienígenas que explotaría en la década de los 50. Con el gran Howard Hawks supervisando el rodaje, la historia de este visitante hostil que llega a una estación científica en el ártico sigue siendo una clase magistral de cine. El Alien (1979) de Ridley Scott no hubiera existido sin este precedente.
Las diabólicas (1955) H.G. Clouzot
Este melodrama criminal en el que dos mujeres deciden matar al amante de ambas no parecería en principio una película de terror al uso. El detonante que la acerca al género es la extraña desaparición del cadáver y el espeluznante miedo que empieza a atenazar a unas asesinas que empiezan a pensar que sigue vivo. Lo que más asusta no son los momentos de terror, es el perverso esbozo de la maldad humana. Fue un éxito global que impactó en su momento hasta convertirse en un clásico indiscutible.
¿Quién puede matar a un niño? (1976) Narciso Ibáñez Serrador
Junto a La cabina (1972) de Antonio Mercero es posiblemente el gran clásico del cine de terror nacional. Una pareja de turistas llega a una isla únicamente habitada por unos inquietantes niños. A partir de ahí comenzarán el pánico y los sobresaltos, una forma muy retorcida de terror provocada por unos niños que dan auténtico pavor. Es la versión ibérica de El pueblo de los malditos (1960).
El jovencito Frankenstein (1976) Mel Brooks
Delirante parodia del clásico de Mary Shelley que pronto se convertiría en una película de culto y que ha saltado de generación en generación sin perder un ápice de comicidad ni vigencia. Es sin duda la mejor película de un Mel Brooks al que muchas veces se le ha ido la mano al estirar la comedia hasta lo vulgar o grotesco. Espléndidamente fotografiada e interpretada, la cinta contiene algunos gags que forman parte de la historia del cine. Y muy destacada estos días tras la muerte de su protagonista femenina en el papel de Inga, Teri Garr.