Jesús Casais de la Rosa, coach profesional, ha presentado en las instalaciones de la calle Pez a la autora del libro, Agustina Gómez Rodríguez. Primeramente le agradeció la inmensa fortuna de haber participado de algo tan especial como prologuista de “Irse no es dejar de estar”, la obra satisface a todos los paladares, el de los hambrientos de buenas historias y el de los coaches en busca de referencias y buena información. Comparte su experiencia al leer esta obra tan excelentemente redactada que, como lector y como coach, le llevó a tener las sensaciones de un intenso viaje de placer, de satisfacción y de una curiosidad, que siempre le dejaba con ganas de una página más... sobre todo porque la obra tiene algo curioso o genial, y es que brinda la posibilidad de beber de dos fuentes y satisfacer dos tipos de sed.
Tanto desde la profundidad de la historia y el escenario social en la que se plantea, en pleno Corralito de Argentina 2001, donde el equipo de alta dirección de un hospital de Buenos Aires decide afrontar un proceso de coaching grafológico ejecutivo y sobre todo la capacidad de Agustina de captar el “desde donde” cada personaje lo está afrontando. Nos lleva de la mano a conocer y hasta sentir, las ilusiones, los miedos, las creencias y los anhelos de un equipo humano, brindándonos la oportunidad de asistir como espectadores de excepción a lo más profundo y detallado de un proceso de coaching, caso de éxito además, y en un contexto difícil, salpicado además por todo por lo que se está viviendo alrededor de la misma historia y sus personajes. Como por otra parte la exhibición de trabajo, de documentación, de referencias, de autores, y de datos.
Seguidamente tomó la palabra la autora de los libros, 'Irse no es dejar de estar', publicado en octubre 2017, y 'Más allá de la grafología'.
Las Neurociencias son claves para comprender nuestro cerebro y escritura, publicado en abril 2018, comentando que el motivo de realizar esta presentación en la Casa de León, se debe a su sincero y pequeño homenaje a una gran mujer de gran coraje, entereza, voluntad, tesón y sensibilidad, de la cual aprendió esos valores. Nació en un pueblecito pequeño, perdido entre las montañas, en la zona del Bierzo, San Pedro de Trones, Puente de Domingo Flórez, esa mujer fue su madre.
En la cabeza de su madre, siguieron dando vueltas las historias de aquellos montes, las cabras, los lobos y la dura decisión de su madre, la abuela Agustina, que un día reunió a los hijos solteros y les dijo que debían marchar en barco para América. La dura Guerra Civil, había dejado sin sueños a los más jóvenes y nada tenían que hacer en el pueblo, ya que sin futuro no se podía continuar. –fue una época llena de rencores entre derechas e izquierdas- ya por su nombre, la abuela era una mujer muy dura para tomar esas decisiones y por lo visto era de “armas tomar” en el año '49, fueron muchos leoneses y gallegos (valientes unos, sumisos otros, aunque los más pobres siempre), que salieron del puerto de Vigo. Una vez finalizada la presentación, el numeroso público asistente y la autora, pasaron a tomar un vino leonés, al que siempre invita La Casa.