El Agora de la Poesía celebra hoy su primer aniversario

L. Castellanos

Han prometido sus promotores aguantar cien años. Ya sólo les quedan noventa y nueve. Porque el primer aniversario del Agora de la Poesía ha quedado colmado ya. Aquella iniciativa que organizaron en mayo pasado varios apasionados de la poesía ha cuajado de manera definitiva y ha cobrado vida dentro del paisaje cultural de la ciudad. Les ha dado igual que haya hecho frío, llovido o nevado, siempre han estado ahí, en el pequeño anfiteatro situado frente al Hostal de San Marcos, amparados por una noche que ha creado el ambiente idóneo para que cualquiera leyera versos y estos adquirieran rango de mágicos.

“Es poesía. Donde los versos no compiten: se comparten. En el Ágora no hay puertas, se está”. Ese ha sido uno de los lemas que han motivado la continuidad del Agora. Su vocación participativa le ha conferido una seña de identidad imprescindible que le está sirviendo de aval. Comenzaron unos pocos. Como que no quiere la cosa. Y ahora ya superan el centenar. Siempre con chocolate para alegrar la noche. En el Agora ha habido versos de todo tipo. No ha habido nunca condicionamientos o reglas. Sólo el ejercicio más puro de la libertad. “La poesía no compite, se comparte”. Ese es el grito que se ha lanzado siempre desde el Agora y que mantiene viva la llama de una actividad por la que han pasado toda clase de poetas. A ninguno se le ha cerrado la puerta. A todos se les ha escuchado con devoción y exclusividad.

Hoy volverá a haber Agora de la Poesía. Como todos los últimos viernes de cada mes. “Nos reencontraremos para seguir con el reto de hacer de este mundo un lugar mejor con solidaridad y alegría”. Ese es el objeto del Agora, su motor fundamental. Ese será su objeto dentro de noventa y nueve años.

Lugar: Anfiteatro frente a San Marcos. A las 22.30 horas

Día: 30 de mayo de 2014

Entrada: Libre