Una conocida influencer leonesa, Lola Mencía, que firma en redes sociales como Marta de Lola, junto a su pareja, Álex Cuadrado, también de León, se han situado en el ojo del huracán de una intensa polémica a raíz de su comportamiento y el de sus mascotas durante una excursión al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, retratándose infringiendo varias normas y saltándose numerosas prohibiciones vigentes en este tipo de espacio altamente protegidos.
Según publica Efe, la Guardia Civil ha denunciado formalmente a la ex concursante del programa de televisión Supervivientes, de 28 años, y a uno de los chicos que la acompañaban, de 31, por bañarse el pasado 23 de agosto en varias pozas del Parque Nacional de Ordesa y transitar por este espacio con dos perros, la mayor parte del tiempo sueltos, mientras lo grababan en vídeo.
Posteriormente dieron a conocer las imágenes en redes sociales, con una inmensa repercusión, ya que sólo en Instagram Marta de Lola suma 612.000 seguidores. El vídeo en sí roza los 20.000 'me gusta' y una auténtica cascada de comentarios, muchos de ellos muy críticos con su actitud.
La suya no es la única denuncia: en lo que va de verano son siete las denunciadas interpuestas por la Guardia Civil por hechos similares en el Parque Nacional de Ordesa, en la provincia de Huesca (Aragón).
Agentes del Seprona basan la denuncia en que ambas personas se bañaron en las proximidades de la cascada ‘Cola de Caballo’ y una de las pozas de las ‘Gradas del Soaso’. También incumplieron, según las imágenes, la prohibición de introducir perros sueltos, tanto en las pozas como en el mismo circo de Soaso, según la normativa recogida en el Plan Rector del Parque Nacional, sin hacer uso del bozal obligatorio, en este caso en virtud de acuerdo a la Ley 50/99 de animales potencialmente peligrosos.
“Parece que los turistas no son bienvenidos”
Ante los cientos de mensajes críticos, y lejos de mostrar algún arrepentimiento, Lola Mencía defendió su comportamiento, el de su pareja y sus perros recordando, por ejemplo, el dinero que su grupo había gastado en comercios locales y de hostelería durante su estancia aquellos días. Y también resaltando el hecho de que su vídeo haya ayudado a promocionar aquel espacio natural protegido.
“Hemos estado disfrutando, dando a conocer, dejando dinero en locales y establecimientos. Mismamente fuimos a cenar y gastamos casi 300€ en el restaurante entre todos. Hemos comprado camisetas, sudaderas... Hemos comprado en las tiendas de alimentación locales, en la farmacia, en los bares y en las excursiones. Más de 40 euros en el bar y de 60 en la tienda de regalos”, sumaba en su descargo. “Parece que los turistas no son bienvenidos”, añadió, informando que no regresaría a la zona, como le pedían no pocas reacciones.
“Perfecto, no vuelvas”
Como muestra de algunas de las críticas, un usuario de Instagram le recriminaba que “el Pirineo ha estado sin ti, tus perros ni tu pareja desde hace, al menos, 24 millones de años. Y puede seguir sin ti otros 24 millones de años. Y la hostelería de los Pirineos puede sobrevivir sin vuestros 400 euros, otro millones de años más. Perfecto, no vuelvas”.
Tras defender también el haber soltado, según ella sólo en momentos muy puntuales, a los dos perros con los que realizaron la ruta, siempre cuando “no había nadie más en la zona” y a pesar de que “ladran menos que muchas personas”, sus explicaciones no lograron apaciguar el aluvión de comentarios negativos, dejando abierta la polémica sobre el respeto a las normas en espacios naturales protegidos.
A raíz de las reacciones, algunas con insultos, la instagramer leonesa ha querido reaccionar abriendo un debate sobre las “faltas de respeto” que reciben por airear sus contenidos en redes sociales, reclamando menos “mensajes dañinos y abusivos”. “Se pide respeto y mientras lo piden, te insultan. Hablan de dar ejemplo y generan odio. Piden justicia pero juzgan por si mismos”, concluyó, reclamando “que cada uno saque sus conclusiones”.