Neil Gershenfeld: “Para fabricar cosas con la inteligencia artificial siempre se necesitará una persona”

León —

“Para fabricar cosas siempre se va a necesitar una persona. La inteligencia artificial comete muchos errores y el alumno se convierte en maestro al enseñarla, así que trabajar con ella hará que aprender sea mucho más fácil y potente”. Esto opina, Neil Gershenfeld –el director del Centro de Bits y Átomos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el famoso MIT– sobre la irrupción de las IA en el mundo de la ingeniería y la tecnología creativa. Es decir, que serán ayudantes para mejorar la fabricación de las cosas, llevándonos a los humanos a diseñar a máquinas que sean capaces de replicar cualquier elemento, al modo “del replicador de Star Trek” en un futuro no muy lejano.

Este tecnólogo afamado en todo el mundo está en España ya que ha asistido al BootCamp internacional del Fab Academy que se desarrolló esta semana en Fab Lab León. Es considerado el padre de la Fabricación Digital y el padrino de los más de 2.500 fab labs (laboratorios de fabricación digital) que existen en la actualidad en el mundo, centros “donde se puede construir prácticamente cualquier cosa”. ILEÓN ha tenido la suerte de hablar con una de las personas consideradas más importantes en la actualidad sobre el cambio de mentalidad en la creatividad tecnológica, que ha creado una escuela filosófica de cómo se han de hacer las cosas compartiendo el conocimiento en red, que aglutina a miles de seguidores en el mundo en una iniciativa colaborativa a nivel mundial centrada la red Fab Lab: los makers llamados fabbers.

¿Cuáles han sido los principales logros del Centro de Bits y Átomos después de más de veinte años?

Sobre todo investigación. Fuimos parte de la realización de las primeras computaciones cuánticas más rápidas que las clásicas. Participamos en una colaboración que creó la primera vida sintética. Estos son ejemplos de contribuciones a la investigación científica. Pero luego ayudamos a iniciar una red de miles de Fab Labs en todo el mundo, como el Fab Lab en León, para generar impacto social.

¿Qué aporta la filosofía de Fabricación Digital a la humanidad? 

Convierte el consumo en creación. En lugar de tener un trabajo para tener dinero y comprar algo, puedes hacerlo y de manera sostenible a nivel local. Realmente cambia cómo funciona la Economía.

¿Cuáles crees que serán las tendencias futuras en esta disciplina técnica? 

Bueno, la investigación técnica se está moviendo de materiales analógicos, donde se imprime y corta, a materiales digitales, donde se ensambla y desmonta. La investigación se dirige, digamos, hacia el replicador de Star Trek. Y eso significa que puedes hacer casi cualquier cosa en un Fab Lab como el de de León; pero hay una cadena de suministro global de insumos que reduce la necesidad de transporte global, lo que te permite fabricar cosas como microelectrónica aquí mismo.

¿Qué piensa sobre el impacto de la Inteligencia Artificial en la Fabricación Digital? ¿Con qué propósito se utilizará? 

Es enorme, porque en las clases del Fab Academy, enseñamos muchas habilidades y, cada vez más. Pero ahora en lugar de tener que aprender todas las habilidades que enseñamos, hay que aprender a crear indicaciones para asistentes de Inteligencia Artificial. Entonces, la IA no te reemplaza, pero te conviertes, en esencia, en un maestro de la IA. Así que trabajar con ella hará que todo sea mucho más fácil y potente.

¿Cómo de importante es mantener el conocimiento sobre cómo se hacen las cosas para enfrentar el advenimiento de la IA? 

Lo es. El problema es que la IA comete muchos errores. Y consistentemente comprobamos que (para hacer cosas) siempre se necesita a una persona. El estudiante debe orientar a la IA para ayudar a enseñarle y encontrar errores.

¿Será la economía circular y la capacidad de reparar objetos para evitar la obsolescencia programada una clave importante para enfrentar el próximo mundo? 

Sí, pero es mucho más que reparar. La reparación asume que alguien más lo fabrica. Poco a poco, con proyectos como los Fab Labs y la Fab City, cada vez más de lo que consumes lo haces tu mismo. Así que podrás producir, reparar y reciclar. 

O sea, es muy importante conocer 'cómo se hacen las cosas' para evitar la tercera ley de Clarke: Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia...

Bueno, es importante pero no solo de forma abstracta. Es fortalecedor que tengamos instintos profundos para dar forma a nuestro mundo. Y bastante recientemente se redujo a un mundo donde compras productos y generas basura. Y así, la pasión que reencontramos aquí en el laboratorio de Fabricación Digital, afecta muy profundamente. Es algo profundo en cómo funcionan los humanos en su deseo de expresarse y crear. Y claro que es importante entender cómo funcionan las cosas, pero diría que es aún más profundo en nuestro cerebro. Es importante para la humanidad tener acceso a estas capacidades. Por eso León es uno de los mejores, uno de nuestros fab labs favoritos en el mundo, ya que uno de los proyectos más importantes para el futuro es que estamos utilizando fab labs... para hacer más fab labs. Y así que, si vienes al Fab Lab León y te emocionas, no necesitas comprar un fab lab: puedes venir aquí y crear uno nuevo.

¿En su opinión, cuál es el potencial de los Fab Labs y los Fabbers? 

Amamos el Fab Lab de León. Es uno de nuestros laboratorios favoritos. Es animado. Es una gran parte de la comunidad. La economía de León ha tenido dificultades con la pérdida de carbón y agricultura, y el Fab Lab de León ayuda a mostrar un nuevo modelo para el futuro donde puedes trabajar localmente aquí, pero estar conectado globalmente, como estamos haciendo con este bootcamp con personas de todo el mundo. Y en lugar de solo tener trabajo para ser un consumidor, puedes venir aquí. Puedes aprender, crear. Así que está fusionando economía, industria, educación, arte, entretenimiento, en lugar de segregarlos. Realmente es una nueva forma para que toda una sociedad funcione que se está siendo liderado aquí en León por Nuria, Adrián, César y todo el equipo de aquí.

Reunión mundial en León de instructores del Fab Academy

El Fab Lab de León se ha convertido, en su docena de años de existencia, en uno de los más conocidos en la red mundial de este tipo de laboratorios de fabricación digital. Es nodo del Fab Academy, lo que quiere decir que coordina a varios estudiantes en otros Fab Labs, y fue elegida para este 2024 la sede mundial del BootCamp –una reunión para aprender de forma intensiva nuevas habilidades– de los instructores de esta formación avalada por profesores del MIT.

La gerente de Fab Lab León, Nuria Robles, explica que esta es la quinta edición de un programa ideado por Fiore Basile, que falleció también hace cuatro años, “con la idea de juntar a los instructores, que al final eran las personas que más entendían del mundo del FAB Academy y fabricación digital, para intercambiar estos conocimientos, pero de persona a persona, no a través de la videoconferencia o a través de tutoriales”. Tras fallecer, se decidió continuar con su idea y se hizo el primero en India. Después se celebró otro, fue la pandemia, y se celebró online. Después hubo otro en Finlandia, habiendo ido nuestro instructor Pablo Núñez a los dos presenciales primeros. “A Ámsterdam el año pasado fuimos los tres instructores de León y viendo cómo era pensamos en hacerlo aquí y competimos con Lima para ser sede”, explica.

El FAB Academy comienza todos los años el último fin de semana de enero, “con una locura de conocimientos, porque cada semana te van a explicar un tema diferente y los estudiantes tienen que hacer proyectos en un Fab Lab. Entonces, consideramos que hacía falta una preparación, tanto a nivel de estudiantes –que tienen otro bootcamp la semana anterior–, y dos semanas antes para los instructores, ya que algunos están empezando en la mentoría de los alumnos, y necesitan ser guiados también, para saber cómo enfrentarse al nuevo año”, comenta Nuria Robles.

En León se han reunido 29 de todo el mundo, con presencia de sitios tan distantes como Finlandia, Islandia, Japón, Gales, Bélgica, Perú, Armenia, México, o Estados Unidos entre otros países. Es una especie de reunión de cerebrines, pero dirigidos por Neil Gershenfeld, que les indica cuáles deberían ser las novedades del Fab Academy del 2025, encargándoles esta semana tareas para investigar. “Nos pone unos deberes a los instructores de cosas que él quiere probar”, explica.

Nuria Robles es ingeniera industrial, y lleva diez años como gerente del Fab Lab León, trabajando sobre todo en empoderar a las chicas para que pierdan el miedo a trabajar con la tecnología, para que se acerquen más al mundo STEAM –las siglas de Ciencia, Tecnología, Educación, Arte y Matemáticas– y fue elegida este año pasado como representante española en el programa tecnológico internacional de los Estados Unidos de América 'Hidden No More' [“Nunca más ocultas”], promovido por del Departamento de Estado norteamericano, que seleccionó a 48 mujeres líderes esas materias de todo el mundo para promover estas habilidades entre las niñas y las jóvenes.

En el mundo hay más de 2.600 Fab Labs y sólo en 150 se puede ofrecer la formación del Fab Academy. En España hay en la actualidad. De cada Fab Lab que puede dar este curso, surgen los nuevos instructores, necesarios para que otros laboratorios de este tipo puedan ofertar estas clases tecnológicas. Así, de Barcelona surgió la primera instructora de Fab Lab León, ella misma, y de León han surgido los de muchísimos otros: en concreto Cartagena, Industriosa en Vigo, Cuenca tienen instructores. El Fab Lab leonés ha sido uno de los que más personas han formado en estas disciplinas en toda España que han ido creando otros centros de este tipo como el MakeSpace Madrid, que no están dentro de la red de fab labs como tal. Para poder abrir un Fab Lab, es necesario tener una persona formada en el Fab Academy; pero hay otros modelos como el madrileño en el que muchos han recibido esta formación, como César García Sáez, que la promueve desde su podcast La Hora Maker (ahora muy centrado en inteligencia artificial). Aquí debajo se puede ver la entrevista –es recomendable activar los subtítulos en español– que le hizo en Fab Lab León.

En esencia es una formación que mira de cara al futuro. “Quien hace el Fab Academy al principio puede venir con unas expectativas de un curso de formación, pero lo terminan lo que te dicen es que les ha cambiado la vida. Porque no solamente es la formación que adquieres, sino que tienes una red de contactos en los que apoyarte cuando necesitas ayuda, una red de contactos mundial... y también que es un aprendizaje interior, porque tienes que buscarte tú la vida y, al final, te empodera; porque de verdad que sientes que puedes hacer casi cualquier cosa”, atestigua la gerente de Fab Lab.

La importancia de la Fabricación Digital

Para Nuria Robles, la fabricación digital“es importante porque te permite tener una serie de recursos a tu alcance para construir casi cualquier cosa. Con lo cual, ahora que estamos hablando de rotura de stocks por la pandemia, de un parón de las importaciones que tampoco ha sido hace tanto, tú podrías buscar cómo obtener esos recursos localmente, por ejemplo. Y cómo hacer productos con esos recursos sin depender de factores externos. ¿Que dependemos de la parte de la electrónica? La diseñas y sueldas tú. Se trata de conseguir cómo con recursos locales tú puedes construir, pues eso, 'cualquier cosa', ¿no? Sobre todo es porque tú controlas de qué está hecha la tecnología. Tú como maker no eres un consumidor que te crees lo que hace 'una caja con circuitos' y si el proveedor de esa 'caja' te dice que ya no te lo suministra, no puedes hacer nada; te quedas sin ella, se ha vuelto obsoleta o inservible. Pues ahora, por lo menos, tú podrías no sólo hacer o recuperar algo que ya no tienes a tu disposición, a tu alcance; sino que podrías inventar o crear otra cosa que no existe a partir de esa idea. Para mí eso es lo fundamental de la fabricación digital. Es construir algo que tienes en la cabeza. Puedes diseñarlo y utilizar una máquina para hacer lo que tú quieres en la cabeza pasando de bits a átomos súper rápido”.

Y no sólo eso, sino que permite “reciclar y redescrubrir los recursos y conocimientos locales”. La coordinadora de fabbers leoneses señala que al haberse creado “tanta dependencia del exterior las personas no son conscientes de lo que tienen su alcance”. Es decir, la cantidad de conocimiento de las artes y usos tradicionales del entorno cercano que se está perdiendo cuando eran soluciones milenarias para vivir en el entorno cercano: “Hablamos de la lana, o de la madera de chopo, que aquí en León es tan común, ¿no? Entonces tú puedes utilizar diferentes recursos, puedes reciclarlos, porque es que ahora tú puedes utilizar virutas, no sólo de madera, también de plástico, y construir una lámina de material para cortarlo en el plotter de corte, para cortarlo en la cortadora láser y generar nuevos materiales para utilizar en tus máquinas. Entonces incluso puedes generar materiales con la basura, o sea, con la basura, con cosas que tú ya no... la gente no va a utilizar. Crear del reciclaje, pero también crear biomateriales, biomateriales, por ejemplo, de residuos de la comida. Fíjate, las personas con conocimientos adecuados pueden generar biomateriales con recursos locales. Es alucinante y muy probablemente muy necesario en el futuro”.

Un conocimiento que desde los Fab Labs están comprometidos, por su propia filosofía, a compartirlo con todo el mundo, ya que tienen que documentar lo que se ha hecho y ponerlo a disposición gratuita de cualquier persona en Internet. “Le puedes dar una solución desde León o desde Cartagena a alguien que esté en Uganda. De eso se trata un poco. De que utilices el conocimiento en otros países si la solución es adecuada y factible hacer allí”, remarca Nuria Robles. “En otros países se están utilizando, imagínate, bambú en Sudamérica, utilizan mucho bambú porque es un recurso natural que tienen allí. Aquí no hay tanto bambú, tenemos que importarlo, pero a lo mejor si tú conoces cómo han hecho ese contrachapado de bambú, simplemente tienes que ver cuáles son tus recursos naturales y ver cómo puedes crear esa nueva alternativa. ¿Vale? No tenemos por qué importar todo ni por qué exportar, sino que está documentado todo, todo el proceso. Entonces, no se trata tanto de replicar, sino de adaptarlo a los recursos locales, para que no dependamos tanto de industrias extranjeras y así conseguir eliminar también huella de carbono en el transporte marítimo. En el fondo es utilizar la tecnología para saber cómo se hacen las cosas y saber cómo hacer las cosas de forma distinta, y ser imaginativos para tener una cierta independencia de cara al futuro”.

Futuro

Fab Lab, el laboratorio donde “construir casi cualquier cosa”... incluso con la inteligencia artificial

El fundador de Fab Lab León, Cesáreo González Álvarez, también opina que la inteligencia artificial será un elemento disruptor en lo que a la fabricación de las cosas se refiere. Pero coincide con Neil Gershenfeld en que “serán las personas las que la aprovechen” y no al revés. Que para fabricar cosas siempre estará un humano presente en el proceso.

“No es algo contra lo que tienes que competir, vaya. Con las máquinas podemos competir en algunas cosas, pero hay otras donde no tiene sentido. Bueno, si no nos ganan en unas cosas, nos van a ganar por goleada en otras; y las cosas que hacen bien las máquinas no tienen mucho sentido que nos metamos nosotros. Pero bueno, igual que hay que ser capaz de trabajar en equipo con otras personas, hay que ser capaz de trabajar también con las máquinas”, expone. 

Para él, la inteligencia artificial es otra disciplina distinta de las que se están enseñando en la Fabricación Digital. “Pero que está ya afectando a todo, y también al mundo de la fabricación digital. Lo que veo es que, por ejemplo en una de las cosas que más nos puede afectar a la hora de fabricar, es que ya no es necesario que diseñes tú: le dices a una inteligencia artificial, que es lo que quieres, la idea del producto y la IA te da el diseño. Que luego tú puedes coger y directamente llevar a la máquina para fabricar. Pero bueno, como todo, aunque es posible ya, no está todo del todo pulido y rodado”, advierte.

“Y entonces sí que es muy importante conocer, tener un mínimo fundamento dentro de todos los pasos para pulir el interfaz entre una cosa y otra. Si tú le pides a una inteligencia artificial que te haga un diseño, a lo mejor no responde cien por cien a lo que tú le habías pedido; y por mucho que ajustes el prompt (las instrucciones que le das a la IA), pues a lo mejor no eres capaz de redondearlo. Entonces igual tienes que ser capaz de coger ese archivo que te ha generado y meterlo en una herramienta de diseño y tocarlo, pero ya vas a retocarlo un poquito, ya no tienes que ser un superdiseñador, ya solamente tienes que ser capaz de modificar alguna cosita para que ya responda a lo que tú querías y poder pasarlo a la máquina para que te lo fabrique. Sigue siendo importante conocer todos los pasos del proceso. Es que es algo disruptor también para la fabricación digital, como con todo, pero es una disciplina... diferente”.

El futuro de Fab Lab León quiere estar vinculado a entender cómo trabajar con la inteligencia artificial: “Trataremos en algún momento es de incorporar al stack tecnológico del FabLab, que ahora mismo está muy centrado en la fabricación digital, el de la inteligencia artificial, sin duda”, avanza. 

Los objetivos educativos de Fab Lab León

Fab Lab León, gestionado por la Fundación tMa (Telice Magnetic Anomaly) lleva diez años trabajando con las personas para acercar el conocimiento de cómo se hacen las cosas. Esta iniciativa recibió en 2015 un premio nacional a la Responsabilidad Social Corporativa y es un centro de conocimiento abierto a aquellos curiosos y apasionados de la tecnología, sólo hay que contactar en su página web con ellos para que les indiquen las maneras de acceder a este laboratorio de tecnología asequible con impresoras 3D, fresadoras, electrónica de Arduino y RapsBerry Pi; y otras máquinas de control digital. También es un centro que ofrece asesoramiento para acceder a otro tipo de formación además del Fab Academy, como el Fabricademy destinado a conocer el futuro de la moda y los textiles.

Pero quizás su mayor fuerte en los últimos años es su empeño en dar a conocer a niños, niñas y jóvenes las posibilidades de crear con la tecnología. En la actualidad más de cien cursan extraescolares en varios programas, en el que destacan los de Poderosas y el financiado por la Unión Europea She Makes, para que las niñas se empoderen con la tecnología.

“Lo que nosotros buscamos en el caso de de Fab Lab León es que haya más personas creando cosas, empezando con mucho hincapié en los niños. Que entiendan lo suficiente de la tecnología como para qué no les dé miedo y puedan ser creadores de lugar de consumidores de tecnología. No quiere decir que queramos que los niños sean todos ingenieros, pero que no les dé miedo y que puedan hablar de tú a tú con los ingenieros para llevar a cabo sus proyectos y sus ideas”, apunta González Álvarez. 

Algo que es extensible a los mayores. El acostumbrarse a la tecnología, entender su base y sus conceptos, es importante de cara ya no al futuro, sino en el presente. “Yo siempre utilizo el ejemplo de la Prensa. Quién iba a decir a los periodistas hace veinticinco años que tendrían que saber lo que era una página web, lo que era un blog, lo que era meterse en las tripas de una herramienta de este tipo. No sois programadores, pero habéis tenido que familiarizarnos a contrapelo y a toda prisa y desgraciadamente seguro que ha habido gente que ha caído por el camino porque apenas ha podido hacer esa transición. Pero habéis tenido que adaptaros un poco a todos estos cambios tecnológicos. Lo que queremos es ayudar a la gente a que no se pierda la oportunidad de aprovechar la tecnología. A que no sufra y que, al contrario, en lugar de ir a contrapelo, que sea una herramienta más. Que tengan sus herramientas para poder hablar con la tecnología, comprender sus fundamentos y ya poder colaborar con otros que son más expertos con ellos para conseguir algo, un programa que les facilite el trabajo; o en caso de otras personas no tener miedo a crear artilugios nuevos o a reparar cosas”. 

¿Qué es la fabricación digital y para qué sirve?

“La fabricación digital y el concepto de Fab Labs están muy relacionados, pero la fabricación digital evidentemente va más allá a nivel industrial; y se está viendo en las múltiples aplicaciones que hay. Como la fabricación aditiva (impresoras 3D por ejemplo), que se está incorporando a distintas industrias. Nuevas máquinas de fabricación, nuevos procesos de fabricación, digamos modular, que es una de las líneas de investigación de las muchas que tiene el Centro de Bits y Átomos. O sea, la fabricación digital como disciplina tiene potencial científico, académico y de aplicación industrial enorme”, afirma.

Un Fab Lab es un lugar donde “llevar ideas de cualquier tipo a la realidad”. “Ya sea por hobby, por desarrollo personal ideas de negocio, ideas de una innovación, hacer un juguete cualquier cosa o casi cualquier cosa que se te pueda ocurrir facilitar el que exista en el mundo en el mundo real”.  La base es utilizar herramientas para pasar de los bits (o sea de lo que es un diseño de ordenador) a la realidad (los átomos) con múltiples materiales, aprendiendo las bases de cómo se fabrican las cosas, para así facilitar la disponibilidad de repuestos imposibles o la reparación de objetos y máquinas y no tener que tirarlas a la basura. “Encima aprendes a hacer cosas, que va a ser algo bastante importante viniendo lo que viene con la inteligencia artificial y la esperada reducción del transporte entre continentes por la crisis de la energía. Que nuestros creadores sepan cómo se hacen las cosas es vital. Sobre todo si las fábricas en el extranjero ya no resultan rentables y hay que volver a abrir algunas de nuevo aquí de forma estratégica. Y nuestra filosofía es reducir las barreras de entrada de acceso a este tipo de tecnologías; y a la ciencia y tecnología en general. Este es el objetivo: hacerlo más fácil y más asequible para cualquiera y que no sea un obstáculo para llevar adelante una iniciativa donde el componente tecnológico sea una barrera. Es un poco la idea. Que en unos casos está bastante conseguido para algunas cosas, aunque para otras pues no; todavía hay cosas que son complicadillas a pesar de que se ha rebajado mucho la dificultad”.

Vamos, convertir a las máquinas en compañeras del futuro de la humanidad y no verlas como el enemigo.