Laura González Llamazares (León, 1995) es una apasionada del sector aeroespacial desde niña. En tierra, un terremoto. No puede parar quieta y está constantemente haciendo cosas nuevas, con lo que cuando descubrió Fab Lab León lo aprovechó a tope; sobre todo la fabricación digital y la Impresión 3D. A la hora de imaginar, no tiene techo, es de pensamiento estratosférico. Toda una conjunción que, junto a su capacidad aventurera (antes de terminar la carrera se pasó un año en la University of New South Wales en Australia) le ha permitido estar trabajando en industria aditiva en Reino Unido diseñando motores espaciales con impresoras de metal. Ya en 2017 demostró su valía, consiguiendo la Beca Hispasat incluso antes de terminar la carrera. Todo dirigido a intentar cumplir su sueño que es volar alguna vez en una de las naves que, como ingeniera por la Universidad de León, ha creado en su imaginación y ha colaborado a hacer realidad en su trabajo. Este miércoles pasado se anunció que participaría como ingeniera de reserva en la segunda misión del Proyecto Hypatia, que simula una estancia en una base marciana en la base de la Mars Society en el desierto de Utah para 2025. Con tan sólo 29 años, da un pasín más para conseguir su ansiado objetivo de salir alguna vez fuera de la atmósfera terrestre.
¿Como apasionada del Espacio, aunque no vayas a 'volar', estarás contenta por haber sido seleccionada en Hypatia II, no?
Sí, claro. A las mujeres todavía nos falta mucho camino que recorrer y poco a poco dar esos roles también para que las niñas y los más pequeños en general normalicen también el papel de la mujer en la ingeniería. Así que nada, sí, muy emocionada, muy contenta. Porque voy a compartir la experiencia, la verdad, con unos perfiles increíbles. Hay mujeres desde los 23 años hasta los 55 con unos perfiles brutales, gente muy inspiradora, a las que ya admiraba antes y ahora al poder estar en el equipo con ellas, pues la verdad es que me hace mucha ilusión.
¿Quién organiza este proyecto de simulación de una misión en una base marciana?
El proyecto es la misión Hypatia. Tuvieron Hypatia I, que fue el año pasado ya al desierto, a probar allí y hacer experimentos. Ahora ya estamos con Hypatia II, pero creemos que haya Hipatia III. Además de estos proyectos puntuales, es una asociación fundada por mujeres que fueron parte de la misión Hipatia I. Y nació en Cataluña, con apoyo del Gobierno de la Generalitat, el Banco Sabadell y la Fundación de La Pedrera también. Pero ahora el objetivo es ir abriendo un poco más el abanico en toda España y están súper bienvenidos otros sponsors u otras empresas que quieran apoyar. Entonces, el objetivo es también conseguir financiación para esa misión, porque no es barato, digamos, hacer este tipo de proyectos. Necesitamos apoyo de todo el mundo. Es verdad que hasta ahora ha sido una iniciativa un poco catalana y gracias a ello han conseguido bastante financiación local, pero la idea ahora es abrirlo y que también participen otras instituciones de toda España y de Europa [en el vídeo de aquí abajo se puede ver cómo concebía hace seis años la ingeniería].
¿Y la Mars Desert Research Station, en el desierto de Utah donde se simulará la misión Hypatia II, quién la gestiona?
Es curioso, pero estuve allí de visita, de hecho, el año pasado, en la MDRS, sin saber que iba a ser ahora parte de una misión que iba a ir: pero siempre con muchas ganas de hacer este tipo de misiones análogas. Y lo lleva una asociación de allí, de Estados Unidos. La Mars Society, que la gente no suele saber que lo impulsó, lo gestiona. Y Elon Musk apoyó mucho este centro también en su día. Robert Zubrin, es el personaje que montó esta asociación a nivel mundial. En el desierto de Utah, en los Estados Unidos de América, tienen un hub, que es una instalación compuesta de varias partes. Tienen un módulo principal que es donde la tripulación duerme y es el sitio donde la tripulación vive, digamos. Que bueno, también el objetivo es estar dos semanas simulando una misión marciana lo más posible. Entonces, realmente es muy pequeño todo, es un espacio bastante limitado. Tienen unos pequeños túneles que comunican con otros Espacios. Por ejemplo, hay una especie de invernadero donde cultivaremos nuestros propios tomates y lechugas para intentar simular ese tipo de proyectos. Y por lo que tengo entendido también hay otro laboratorio más de ingeniería, donde se puede también hacer reparaciones. Tienen unos rovers, unos pequeños vehículos para hacer esas salidas extravehiculares, que llaman EVA. Y utilizaremos esos rovers para recorrer los alrededores de la base y ahí tomar muestras también. Algo bastante interesante es que el desierto de Utah tiene unas condiciones muy similares a Marte en cuestión de la orografía, del tipo de terreno que hay allí. Y además en esta misión en particular, en la misión Hypatia II comparado con Hypatia I, tenemos a una persona que es una geóloga que de hecho es una máquina, Marina Martínez, que trabaja con muestras de la Luna, de las misiones Apolo. Es una suerte contar con ella en la misión para aprender el tema del recogido de muestras, cómo se hace. Y yo creo que va a ser muy divertido hacer esas salidas con el rover por allí.
Estos últimos años has estado en el extranjero, después de haber recibido la Beca Hispasat en 2017 incluso antes de terminar la carrera en León. ¿Qué has estado haciendo estos años y por qué has vuelto ahora a Barcelona?
He estado trabajando en Inglaterra, en una empresa que se llama Satellite Applications Catapult. Y allí dirigía un equipo de fabricación para el Espacio, sobre todo fabricación aditiva. Trabajaba con una impresora 3D de metal con la que hacíamos motores cohete, motores para satélites, para moverse en el Espacio. Y ha sido una experiencia muy bonita. He estado allí tres años y medio. Trabajaba, ya te digo, para apoyar sobre todo a empresas del sector espacial allí en Reino Unido. La empresa es una mezcla de empresa privada, es comercial, pero tiene también una parte de financiación pública. Y es un instrumento que tiene el gobierno de Reino Unido para apoyar a sectores estratégicos, digamos, de allí, del país. Y he tenido suerte de trabajar allí con un equipo de cuatro personas que estaban a mi cargo. Y montando tanto las instalaciones, como las operaciones [en el vídeo de abajo, en inglés, se la ve promocionando la empresa inglesa]. Aunque, bueno, en paralelo siempre he seguido con nuestra Start-Up que empezé en 2019 con mi amigo David Criado Pernía, Radian Systems. Y como ha llegado ya un momento en el que la verdad es que nos va mejor, nos han cogido en algún proyecto de incubación de la Agencia Espacial Europea en Madrid y bueno, poco a poco vamos consiguiendo también más clientes y gente muy interesada en lo que hacemos decidí dejarlo todo, dejar allí la vida inglesa ya y venirme para estar a tiempo completo y estar totalmente dedicada a ella.
¿Concretamente qué hace tu 'start-up', para el sector del Espacio?
Lo que hacemos en Radian Systems es análisis térmico de satélites. Hemos desarrollado un software, que es una aplicación que es es el único software en la nube para este tipo de análisis. La Aplicación se utiliza para predecir y simular las temperaturas de cada uno de los componentes del satélite antes de que se lance al Espacio, para que los ingenieros puedan predecir si va a estar demasiado caliente o demasiado frío, dependiendo de si le está dando el sol, si está en eclipse, cómo son los contactos entre las diferentes partes del satélite. Nos dimos cuenta de que todas las fórmulas matemáticas estaban en los libros, pero las herramientas o los softwares que había en su día eran muy anticuadas. Se tardaban seis meses en aprender a utilizarlos y eso vimos que no estaba de acuerdo con los rápidos tiempos de desarrollo. En el sector espacial, con el sistema New Space se fabrican ya satélites en un año. Son como una caja de zapatos y es súper bonito porque es muy accesible no solo a pequeñas empresas, sino también hay universidades lanzando pequeños satélites y nos dimos cuenta de que en ese nuevo segmento, en esta nueva revolución del sector espacial, no encaja tener herramientas tan difíciles y tan costosas. Entonces hemos apostado por hacer una herramienta más ágil y más intuitiva para evitar esos problemas. Y es un proyecto que nos ha ayudado a avanzar en el sector y en este momento nuestros usuarios están muy contentos. Trabajamos con empresas en Reino Unido, también en España, y fuera de España estamos empezando a trabajar con Estados Unidos; con universidades allí porque también nos hemos dado cuenta de que al hacerlo tan sencillo, simple y fácil de utilizar es muy buena herramienta también para enseñar a los ingenieros, nuevos ingenieros, a mejorar en estos temas de análisis técnico.
He propuesto dos proyectos en Hypatia II: uno relacionado con la impresión 3D allí de una herramienta para la misión y otro con una antena dipolo, de dos palos literalmente, para conectarse a un satélite
¿Y cómo te han elegido en el proyecto Hypatia? ¿Cómo ha sido el proceso?
Pues me enteré que en diciembre abrieron aplicaciones [los ingenieros españoles tienden a usar este verbo en un falso amigo del inglés to apply para decir que se postularon al cargo rellenando un formulario] y como ví que todo el mundo, cualquier perfil, podía aplicar, pues me lancé. De hecho, algo bastante interesante es que no tienes por qué tener un perfil técnico, hay un rol bastante interesante que es el de comunicación, se necesitan periodistas porque al final el objetivo es dar visibilidad a este tipo de proyectos, entonces tenemos una periodista oficial, Jennifer García Carrizo; que también es de León. Tenías que mandar tu carta de motivación, contestar a unas cuantas preguntas, y lo más interesante para mí fue que nos pedían contar cuáles serían nuestros proyectos si estuviéramos seleccionadas. Y eso me pareció muy bonito porque tenías que imagínarte que me toca ir a Marte, o bueno, a una misión análoga [que es como se define una misión simulada en jerga aerosespacial]. Y preguntarme qué es lo que yo puedo aportar a este proyecto. Y en mi caso seleccioné dos proyectos, uno relacionado con la impresión 3D porque yo ya me enamoré de esta tecnología en Fab Lab León, donde empecé a hacer cosas con impresión 3D de plástico y después en Inglaterra he estado con impresión 3D de metal, haciendo motores cohete, que para mí eso ha sido algo muy importante. Entonces pensé en también cómo incorporar esto en esta misión. Y bueno, de momento la idea, es llevar una impresora 3D allí a la estación y tratar de imprimir ciertas herramientas; también involucrar a niños y colegios de toda España o todo el mundo, para entre todos ver cuál es la herramienta que sería más útil para la misión Hypatia II y se imprimiera allí, para usarla en nuestras actividades allí. Queremos de esa forma también hacer un poco más, que se involucre el resto de colegios, y también en esos colegios muchas veces ya hay impresoras 3D, entonces la posibilidad de imprimir la misma pieza en esos colegios, y que vean que la estamos imprimiendo allí en 'Marte', Creo que puede ser algo bonito a nivel de superación y de educación.
¿Y el otro proyecto que ofreciste para la misión 'marciana'? ¿Qué es lo que vas a hacer concretamente?
Sí, el otro proyecto está más relacionado con comunicaciones con satélites, y es algo que también me hace mucha ilusión porque en mi tiempo libre, en los últimos años, he estado liderando un proyecto que es el de hacer estaciones terrenas. O sea, montar una antena con la que puedes descargar imágenes de satélites casi a tiempo real cuando un satélite está pasando por encima tuyo, Hay unos satélites meteorológicos que se llaman los satélites NOAA, que están abiertos al público y están sacando imágenes de la Tierra continuamente y lanzando esas imágenes de vuelta para que la gente las pueda descargar. Entonces, bueno, con unos amigos hemos encontrado una forma de montar una antena muy simple, dipolo, literalmente dos palos, con la que puedes seguir el satélite y descargar esas imágenes. Y ya hemos hecho un primer proyecto piloto en el que hemos repartido unos diez kits por todo el mundo, y fue a través de una asociación que se llama Space Generation Advisory Council, de la que soy el punto nacional de contacto en España. Tenían un poquito de financiación, y con ella conseguimos distribuir esos kits, a Perú, Vietnam, bueno, un montón de sitios por todo el mundo. Sobre todo que normalmente no tienen acceso a un Arduino, o este tipo de placas electrónicas, porque el kit era muy sencillo: era la antena, un dongle USB y una Raspberry Pi. O sea, es algo súper sencillo que se puede montar en un momento. Las instrucciones también nos las curramos nosotros para que fueran bastante fáciles de seguir, y en esto participaron más de doscientos equipos de todo el mundo; fue una pasada. Tuvimos que seleccionar unos 10 equipos y ahora se han montado estas antenas, y mi idea sería, siguiendo un poco su proyecto, instalar otra de estas antenas allí en la base marciana, y también intentar recaudar algo de financiación para que colocar este tipo de antenas en otros colegios de España o del mundo que quieran participar, y puedan ver cómo descargarse la imagen de un satélite y ver su zona del mundo o ver que va a haber nubes, o lloverá mañana. Hay fotos muy bonitas que, sobre todo para temas de educación, son muy útiles. Tuvimos una entrevista en la que tuvimos que contar mucho del proyecto y de nuestro perfil, y bueno, parece que les encaje, así que estoy muy contenta.
A las mujeres todavía nos falta mucho camino que recorrer en tecnología y poco a poco es importante mostrar esos roles también para que las niñas y los más pequeños en general normalicen también el papel de la mujer en la ciencia e ingeniería
¿Cuál va a ser tu cometido en el equipo Hypatia II? ¿De qué te vas a encargar?
Todavía estamos empezando. Realmente nos anunciaron que nos habían seleccionado hace unas poquitas semanas, y hoy ha sido eso, la rueda de prensa. Todavía no tenemos ni acceso al Drive, digamos, donde tienen toda la información. De momento, este año 2024 creo que va a ser más bien formación y, bueno, ayudar un poco en la búsqueda de financiación; ya para prepararnos a finales de septiembre o así, creo que empezará la preparación para ir en febrero a la misión. Y en mi caso, al ser Backup Engineer [ingeniero de control de misión, más o menos], no tengo muy claro tampoco... creo que voy a estar involucrada cien en todo el proyecto. Pero simplemente será esas semanas que no estaré allí, no creo que viaje a Estados Unidos, pero quizás sí que tenga un rol más de apoyo al equipo, tanto en tema de reportes ya que todos los días se hacen informes de lo que ha pasado en la estación. Creo que será más como el apoyo de tierra del equipo, pero todavía no está confirmado.
¿Ser elegida para ser referente en las chicas como ejemplo de científica e ingeniera es una gran responsabilidad, no?
Sí, sí, sí. Eso es. Hay que aportar también nuestro granito de arena. La verdad es que es un mundo apasionante y la gente además colabora mucho y hay mucho apoyo y a ver si despertamos más interés en las más pequeñas, que de momento es como la tarea que tenemos de igualar un poco los números y ya está. Sí, empiezas a ser ejemplo. No, está mal. Pero también tengo que decir a todo el mundo que todo esto... ha ido surgiendo a través de proyectos como el Fab Lab de León, yo muchas veces lo siento así; porque yo jugaba allí con impresoras de plástico y luego jugando con la de metal... la impresora 3D de metal con la que trabajaba en Reino Unido que es la mismo que tiene Space X de Elon Musk. Ellos tienen como 13, con la que fabrican los motores de sus naves, y nosotros teníamos solo una, pero también la utilizábamos para imprimir motores cohete. o sea, que realmente ha sido como una evolución, que me ha llevado hasta aquí. Y bueno, van saliendo oportunidades y muchas veces piensas: '¿Ah, esto es suerte, o es que lo vas trabajando tú también a la vez?. Entonces, bueno, es bonito el camino y también lo va a ser mostrarlo a todas las chicas y jóvenes para que vean que es posible conseguir cosas así con la ciencia y la tecnología. Un honor.
¿Qué es lo que tiene León con las estrellas? Porque vamos, tenemos dos astronautas elegidos por la Agencia Espacial Europea, Pablo Álvarez y Sara García Alonso; otro que va a hacer un vuelo parabólico, Jesús Calleja, que llegará al Espacio con Blue Origin, pero sin orbitar... y bueno, ahora vosotras dos seleccionadas para una misión simulada; que igual te hubiera gustado ser astronauta, ya que participaste en el proceso de la ESA, pero esto no está nada mal tampoco...
¡No, nada mal! Y mira, es acercarme hacia ese objetivo, sí, poco a poco. La verdad es que es un orgullo, yo cuando salieron Pablo y Sara no me lo podía creer, estaba emocionadísima. Además es que Pablo es de Sabugo, que es el pueblo donde nació mi padre, y en Sabugo solamente queda una persona viviendo durante todo el año. O sea, es algo... una coincidencia brutal. Y son increíbles como personas y profesionales,porque Sara es una biotecnóloga de muchísimo nivel y una máquina a la hora de divulgar ciencia. Así que sí, estoy súper orgullosa. Lo de Jesús Calleja lo he visto en alguna noticia, sí; pero no sé mucho más. Pero de hecho lo de Hypatia II es ya fantástico sobre todo cuando ves quiénes están y te encuentras con una anécdota muy curiosa, porque la otra chica que no es catalana de esta misión es también de León, Jennifer García Carrizo. Y ella además hace temas de comunicación de ciencia y participación ciudadana. Así que las dos que no somos catalanas somos las dos de León. Es interesante ver que también ha pasado aquí: en cada proyecto hay alguien de León para ir al Espacio, o aunque sea en misión análoga como pasa aquí. Es increíble. No por qué es tan especial el Espacio con León, pero es maravilloso que esto ocurra así con todos nosotros. En mi caso, desde la Universidad de León, todos los proyectos en los que he estado metida es por y para el Espacio; y claro, me apunté a lo de ser astronauta de la ESA, pero realmente era súpercomplicado pasar las pruebas. Así que lo de Hypatia II es otro proyecto más para ir aprendiendo y conseguir ese objetivo. Que ayuda a seguir en ese camino y es súper inspirador, ya te digo, trabajar con estas mujeres que son unas cracks. Así que muy, muy contenta.