Los modelos de predicción anuncian la intrusión de partículas de polvo procedentes del norte de África y que, previsiblemente, provocarán un aumento de los niveles medidos de estas sustancias en el aire. La afección de ste fenómeno comenzó el pasado lunes, 16 de junio, y se extenderán, al menos, hasta el miércoles, 25 de junio, en toda la provincia de León, así como en la totalidad de la actual autonomía.
Fuentes del Ejecutivo autonómico aseguran que se trata de un proceso “absolutamente natural” sobre el que “no cabe intervención humana, salvo la adopción de precauciones para minimizar la exposición a este tipo de partículas”.
Esta alerta es predictiva, dado que la información está disponible a través de los modelos de la calidad del aire para partículas PM10 (partículas de tamaño inferior a diez micras). La predicción indica que previsiblemente puedan alcanzar valores por encima de 50 microgramos por metro cúbico como media móvil de 24 horas, lo que determina una calidad del aire “muy desfavorable”.
Aunque la normativa de Calidad del Aire en España y en Europa no establece un umbral de información a la población para este contaminante, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, recomienda que cualquier persona que vaya a realizar actividades al aire libre, se informe sobre la calidad del aire en su zona.
En este sentido, si los niveles no son muy elevados para la población en general, aunque la calidad del aire prevista en estas horas probablemente no les afecte, sí puede presentar un problema moderado para los grupos de riesgo y personas sensibles. Así, se recomienda disfrutar de actividades al aire libre de manera normal, pero vigilando la aparición de síntomas como tos, irritación de garganta, falta de aire, fatiga excesiva o palpitaciones.
Si los niveles son más elevados las personas de los grupos de riesgo y personas sensibles por tener por ejemplo enfermedades cardiorrespiratorias o alergias graves deberán considerar reducir las actividades prolongadas y enérgicas al aire libre. Las personas con asma o enfermedades respiratorias deben seguir cuidadosamente su plan de medicación. Las personas con problemas del corazón pueden experimentar palpitaciones, dificultad en la respiración o fatiga inusual.