El mundo y la Historia están repletas de cosas curiosas que a veces no son noticia, pero sí son realmente interesantes. ¿Sabías que un anaquel es una tabla horizontal a modo de estante? ¿Y que proviene del árabe hispánico manáqil, que significa 'banco' o 'soporte'? Un blog sorprendente donde os contaremos lo más sorprendente de cualquier asunto.
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Tres recetas de 1915 para adulterar la miel (y cómo detectar hoy si te están engañando cuando la compras)
El escritor Javier Pérez Fernández cuenta cómo hace un siglo de un kilo de miel se sacaban entre cinco y diez, mostrando cómo ya entonces la picaresca empresarial producía productos de baja calidad para la venta, como ocurre hoy con algunas de las mieles baratas en los supermercados
Melaza, azúcar y cremor tártaro para elaborar miel falsa.
En un recetario antiguo, que no tengo muy claro si era el Wilcox, encontré tres recetas diferentes para elaborar miel artificial, o a lo mejor miel falsa. No tengo claro si esto es crear un sucedáneo o adulterar un producto. Pero ahí van. Ciento diez años de magia alimentaria.
Primera:
Cinco kilos de azúcar blanco y dos litros de agua. Se calienta poco a poco hasta ebullición y se espuma bien. Una vez frío el jarabe así formado, se agrega 1 kilo de miel de abejas y 7 gotas de menta (esencia). Para obtener una clase superior se agrega menos agua y más miel de abejas.
Segunda:
Diez litros de agua, dos kilos de miel pura de abejas, 20 kilos de azúcar blanco, 10 gramos de crémor tártaro, y 48 gotas de esencia de rosas. Se mezcla todo en una cacerola de aluminio, se hierve durante cinco minutos sobre fuego de carbón, y al retirarla del fuego se agregan cuatro claras de huevo bien batidas; cuando la mezcla resultante esté casi fría se agregan dos kilos más de miel pura. Si mientras se está enfriando la miel así obtenida se le agrega un cocimiento de corteza de olmo, se mejora considerablemente, pero en tiempo caluroso tiene la desventaja de fermentar.
Tercera:
15 kilogramos de azúcar de caña, diez litros de agua, 8 gramos de crémor tártaro, 30 gotas de esencia de menta, y 4,5 kilos de miel de abejas. Se disuelve el azúcar en el agua a calor suave, se quita la espuma, y se agrega el crémor disuelto en un poco de agua caliente, sin dejar de agitar: finalmente se agrega la miel, calentada hasta el punto de ebullición, y la esencia de menta. Se agita todo durante unos minutos y se deja enfriar.
Hay que añadir una nota final: el curioso 'crémor tártaro' [en inglés cream of tartar y en francés, crème de tartre; que no se traduce como 'crema' en castellano por ser un compuesto seco] es también conocido como bitartrato de potasio. Es un polvo blanco y cristalino que se usa en repostería y cocina como estabilizante y corrector de acidez. Es un subproducto de la producción de vino y se obtiene del ácido tartárico, un compuesto que se encuentra en las uvas.
Sobre este blog
El mundo y la Historia están repletas de cosas curiosas que a veces no son noticia, pero sí son realmente interesantes. ¿Sabías que un anaquel es una tabla horizontal a modo de estante? ¿Y que proviene del árabe hispánico manáqil, que significa 'banco' o 'soporte'? Un blog sorprendente donde os contaremos lo más sorprendente de cualquier asunto.
