Villaturiel rinde homenaje a Delfina Llamazares, su centenaria devota que fue alma de la romería de San Froilán
El Ayuntamiento de Villaturiel, municipio cercano a León ha rendido homenaje este lunes a Delfina Llamazares Martínez, vecina del pequeño pueblo de Valdesogo de Abajo, con motivo de la celebración de su centenario.
Nacida el 3 de noviembre de 1925, Llamazares se ha convertido en la tercera persona de Villaturiel en alcanzar los 100 años, según ha indicado el Consistorio en nota de prensa. El alcalde, Valentín Martínez Redondo, acompañado por el teniente alcalde, Juan Carlos Martínez, se ha desplazado hasta el domicilio de la homenajeada para entregarle una placa conmemorativa y un ramo de flores en reconocimiento a su trayectoria vital y como muestra de afecto institucional.
Delfina Llamazares, que dedicó su vida al trabajo en el campo y al cuidado de su familia, ha recibido el gesto visiblemente emocionada. A pesar de su edad, mantiene una notable vitalidad y lucidez, atributos que han sorprendido a los representantes municipales.
Devota de la Virgen del Camino, Llamazares ha mantenido a lo largo de su vida una estrecha relación con el Santuario leonés, al que acudía con frecuencia para honrar a la Patrona de la Región Leonesa. Entre sus recuerdos más entrañables figura su participación en las romerías de San Froilán, a las que asistía de niña acompañada por su abuelo.
“Estoy muy orgullosa de ser de Valdesogo”, ha expresado Delfina, un sentimiento que ha transmitido a su hija, sus dos nietos y sus cuatro bisnietos, quienes también han estado presentes en el homenaje.
Durante el acto, el alcalde ha destacado el papel de las personas mayores en la preservación de la identidad local y ha reivindicado su legado como “el paradigma de una generación hecha de otra pasta, que a pesar de las adversidades supo encontrar la felicidad y la prosperidad mirando siempre al futuro con alegría”. Este homenaje responde a la voluntad del Consistorio de reconocer públicamente a los vecinos que han contribuido al desarrollo y cohesión de las comunidades rurales, especialmente en una comarca como la Sobarriba, donde el envejecimiento poblacional es una realidad creciente.
