Un total de 25 niños, con edades comprendidas entre los ocho y los diez años, y los seis monitores que viajaban con ellos en autobús, resultaron ilesos este domingo después de que el vehículo en el que viajaban se saliese de la vía a consecuencia del hielo y terminase chocando contra una valla de protección.
El suceso se produjo en el kilómetro 10.900 de la carretera LE-331 a su paso por el término municipal de Boñar, según informó la Subdelegación del Gobierno.
La velocidad inadecuada para el estado de la vía, que presentaba hielo en la calzada a la hora de los hechos, sobre las 9.50 horas, podría ser la causa del siniestro, según las mismas fuentes.
Los niños y sus monitores viajaban desde Benavente (Zamora) para pasar un día de nieve pero el autobús chocó contra el quitamiedos y a punto estuvo de caer a un embalse antes de que llegaran a destino.
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, sostuvo este lunes que la causa del siniestro podría haber sido la velocidad inadecuada del conductor para el estado de la vía, que estaba helada, y aunque no tiene confirmación de este punto sí que vincula el suceso con el frente frío que cruzó la provincia de León, dejando precipitaciones muy importantes unidas a una bajada de temperaturas nocturnas. Sen valoró que el accidente podía haber sido “muy grave”, aunque afortunadamente se quedó “exclusivamente solo en un susto”.
Los niños tenían entre ocho y diez años y viajaban a la nieve dentro de las actividades extraescolares promovidas por la Diputación de Zamora y sufrieron el siniestro en el que el autobús quedó al borde de un talud que llegaba a las aguas del embalse. Después del susto, continuaron su camino en otro autobús y pasaron una jornada de actividades de nieve aunque también en un lugar distintos al previsto inicialmente ya que el puerto de San Isidro se encontraba cerrado y no pudieron acceder a la estación de esquí a la que iban a viajar.