El último accidente del carbón en España: sin sentencia dos años después del juicio y once de la muerte de seis mineros
El 28 de octubre de 2013 un escape de grisú acabó con la vida de seis trabajadores del Pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco-Leonesa, que sentó en el banquillo a 16 acusados en un juicio que se celebró una década después y sigue sin resolverse
El casco de Manuel Moure, uno de los seis mineros fallecidos el 28 de octubre de 2013 en el Pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco-Leonesa por un escape de grisú. Peio García / Agencia ICAL
Este 6 de febrero se cumplen dos años del inicio del juicio por la muerte de seis mineros en el tajo, en el último accidente grave de la minería de carbón en España en el que resultaron heridos de distinta consideración otros ocho, que sigue sin sentencia y sin que se dé ninguna explicación de la falta de resolución judicial al caso.
La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de León, María Argentina Álvarez Rodríguez, todavía no ha emitido veredicto, según ha podido confirmar ILEÓN por varias vías, y, aunque todas las fuentes coinciden en la anomalía de la situación, nadie sabe o quiere explicar qué pasa o puede pasar con el caso.
Los familiares de las víctimas temen que la magistrada, que ha cursado baja médica durante en este tiempo, esté “recibiendo presiones” o tenga “miedo” a los Del Valle, la familia franquista leonesa propietaria de la Hullera Vasco-Leonesa en proceso de desguace tras su quiebra en 2015. En el banquillo de los acusados se sentaron el que fuera el presidente de la compañía minera, Antonio del Valle, su vicepresidente y consejero delegado, Arturo del Valle, y de Aurelio del Valle, vocal.
Familiares y amigos de las víctimas se concentran a la puerta de los juzgados de León el último día de juicio por el accidente de la Hullera Vasco-Leonesa en octubre de 2013. Peio García / Agencia ICAL
Los Del Valle no son los únicos acusados en el procedimiento, hay otros 13 responsables más de la mina que se han sentado en el banquillo y siguen esperando una decisión, entre ingenieros y vigilantes de seguridad de la compañía que debían garantizar las condiciones de la explotación.
Dos años más tarde, en el décimo aniversario del accidente y una vez personados los seguros, el lunes 6 de febrero de 2023, el Juzgado de lo Penal número 2 de León acogía la primera sesión del juicio que se alargó durante dos meses en auténticas jornadas maratonianas de hasta 12 horas de testificales.
A 6 de febrero de 2025 todavía no se conoce la decisión de la Justicia por la trágica muerte de Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, José Luis Arias y Roberto Álvarez, que tenían entre 35 y 45 años cuando fallecieron en el interior de la mina, y que, según han venido defendiendo sus familiares todos estos años, “se podría haber evitado”.
De I a D, Antonio del Valle, Arturo del Valle y Aurelio del Valle, en el banquillo de los acusados por el accidente mortal de seis mineros en la Hullera Vasco-Leonesa. Peio García / Agencia ICAL
Por su parte, las acusaciones mantuvieron la petición de condena para todos los hombres que se sentaron en el banquillo de los acusados por el accidente mortal, al considerarlos responsables del fatídico suceso que acabó con la vida de seis mineros en el tajo.
Las defensas insistieron al final del juicio en la libre absolución de sus defendidos porque el accidente fue “fortuito”, “no se pudo prever ni evitar” y por “falta de pruebas”, condenar en costas a las acusaciones y, “en el caso remoto de haber sentencia condenatoria” que se aplique el atenuante de dilaciones indebidas por juzgar después de una década un accidente mortal que sucedió el 28 de octubre de 2013 y que quedó visto para sentencia el pasado 30 de marzo de 2023, todavía por resolver.
Los seis mineros fallecidos en el Pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco-Leonesa el 28 de octubre de 2013. Dativo
El recuerdo de seis vidas que se quedaron sin aliento
El accidente conmocionó a la localidad de Las Ventas de Albares, que se divide entre los municipios de Torre del Bierzo y Bembibre. De allí era Carlos Pérez, que estaba casado y tenía dos hijos de 16 y 13 años. Aunque vivía en León, prácticamente todos los fines de semana se acercaba al pueblo con su familia para visitar a sus padres.
Manuel Moure era natural de Ciñera de Gordón, donde era muy conocido. De familia minera, tenía 39 años y acababa de ser padre de una niña hacía escasas semanas.
De Robles de la Valcueva (Matallana del Torío) era Antonio Blanco, de 42 años. Casado y con una niña, vivía en León pero casi a diario subía a su pueblo. Le quedaba muy poco para prejubilarse y poder disfrutar a tiempo completo de su esposa y su hija. De joven, empezó a trabajar ayudando a su padre que era pintor, pero pronto dejó la brocha y entró en la mina, como su hermano, que también trabajó en la Hullera Vasco-Leonesa.
La consternación también llegó a la localidad de Fontanos, del municipio de Garrafe de Torío. De allí era Roberto Álvarez que, con solo 35 años, era el más joven de los fallecidos. Roberto dejó dos hijos pequeños, una niña de dos años y un bebé de meses en el momento del fatal accidente.
La muerte de Orlando González también tiñó de luto La Pola de Gordón, donde vivía con su madre aunque él y su familia son del pequeño pueblo de Paradilla. Tiene un hermano que vive en Geras, estaba soltero y llevaba entre doce y trece años trabajando en la minería.
El único de los fallecidos del accidente del Pozo Emilio del Valle que no era de la provincia de León fue José Luis Arias, un asturiano casado y con dos hijos que era natural del concejo de Pola de Lena y que se había trasladado para poder seguir trabajando en la minería.
Una explotación de la Hullera Vasco Leonesa en 1956. Sociedad Anónima Hullera Vasco Leonesa
Los Del Valle, la familia de conexión franquista
Los Del Valle es la familia franquista leonesa que todo el mundo conoce pero de la que a día de hoy muy pocos se atreven a hablar siquiera bien. La saga de empresarios minera nació en 1942 cuando, justo al término de la Guerra Civil, el cántabro Emilio del Valle Egocheaga se convirtió en el máximo accionista de la Hullera Vasco-Leonesa frente a la burguesía vasca que la había fundado en el siglo XIX.
La afianzó su hijo Antonio del Valle Menéndez, muy próximo a Franco, que instauró un régimen paternalista como forma de relacionarse con sus empleados y con toda una comarca. Uno de los hombres fuertes de la dictadura, Carlos Arias Navarro, emparentó con los Del Valle al casarse con una de sus miembros, llegando a ser presidente del Gobierno y anunciando la muerte del propio Francisco Franco. Con sus luces y también sus sombras, que llegan hasta la actualidad con Antonio del Valle Alonso, Arturo del Valle Alonso y Aurelio del Valle Jover, que se han sentado en el banquillo de los acusados por la muerte en el tajo de seis mineros hace más de once años en el último gran accidente de la minería española antes del cierre del sector mientras siguen con sus vidas, a la espera de la resolución judicial.
El accidente más grave de los últimos 30 años en la minería leonesa
El terrible suceso del pozo Emilio del Valle, en el Grupo Tabliza de Llombera (La Pola de Gordón) en el que seis mineros perdieron la vida por un súbito escape de gas metano, fue el más grave producido en los últimos 30 años de la minería leonesa de carbón, tras el de Fabero en noviembre de 1984 con ocho muertos y el de Caboalles de Abajo en 1979 con diez.
Además, entre los provocados por bolsas de grisú -como se denomina al gas metano incurso en el carbón-, es el segundo más grave tras el siniestro en el pozo Santo Tomé de Turón (Asturias) que costó la vida a once mineros en 1967, en una mina de la empresa Hullera Española, en Asturias.
1984: ocho muertos en Fabero
El 19 de noviembre de 1984 una explosión de gas grisú terminó con la vida de ocho mineros en Fabero. Concretamente, en el Grupo Río, de Combustibles de Fabero (Cofasa). En el accidente murieron los mineros Tomás Abella, Adelino Alonso, Emilio Álvarez, Santiago Álvarez, Manuel García, Ramiro Guerra, Luciano Iglesias y Manuel Tejón.
Especialmente cruel fue la lucha de Tomás Abella de la Mata durante 61 días en la residencia sanitaria La Paz de Madrid. No pudo superar las graves quemaduras que sufrió en el accidente a pesar de que “había tenido momentos de mejoría y animaba constantemente al resto de sus compañeros heridos en el mismo siniestro, según el parte médico, y falleció el 20 de enero de 1985 por un paro cardiaco.
Las familias de los mineros fallecidos recibieron un telegrama de pésame del entonces presidente del Gobierno Felipe González.
1979: 10 muertos en Caboalles de Abajo
El miércoles 17 de octubre de 1979 perdían la vida diez mineros en el Pozo María de Caboalles de Abajo, de la entonces Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) ya desaparecida.
La noticia del accidente del Pozo María quedó grabada en la memoria de los lacianiegos. Perdían la vida los mineros Basilio Uría Cangas, Manuel Gómez Díaz, Adolfo Real Suárez, Emilio Pinillas Álvarez, Arselí Fernández Díez, Otilio Álvarez Fernández, Antonio Restrepo Vior, Manuel González Acero, José Ouviaña Díaz y Alfredo Prieto Suárez.
Los trabajadores fallecidos habían entrado a trabajar en el segundo relevo, a las 16.15 horas, y en el momento del suceso estaban desarrollando su labor en el taller sobre la capa 13 de la planta quinta del citado pozo, según cuentan en este reportaje de la también cerrada, como aquel pozo, La Crónica de León. Según el informe elaborado en su día, el accidente se produjo por una explosión de grisú.
“Sin lugar a dudas, todos los hechos apuntados en la segunda parte de este informe evidencian la existencia de una explosión de grisú”, recoge literalmente el informe. Una explosión que escucharon los mineros que estaban trabajando en las plantas tercera y quinta. La deflagración pudo tener su origen en una chispa producida en la locomotora de baterías. Así en el informe se puede leer que “indudablemente, de todas las causas posibles en taller y galería, la locomotora de baterías es la que razonablemente ofrece más posibilidades de haber sido el origen de la deflagración”.
Los últimos muertos
El último accidente mortal en la minería española tuvo lugar el 12 de mayo del pasado año, cuando un trabajador de mantenimiento de una mina de Súria (Barcelona) perdió la vida al caer en un pozo de 80 metros de profundidad. En León, la anterior tragedia mortal minera hasta la del Pozo Emilio del Valle en La Pola de Gordón se remota al 18 de julio de 2011, cuando un electricista de 41 años murió en una explotación de Torre del Bierzo (León).