Análisis sobre los Módulos de Respeto en las cárceles

Las jornadas han sido presentadas por las entidades organizadoras, el área de Derecho Penal de la Universidad de León, el Centro Penitenciario de Mansilla y el Ministerio del Interior. El subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez Quiñones, ha destacado el éxito de estas jornadas y su carácter innovador y se ha mostrado muy satisfecho por su celebración en León, ya que ponen de relieve el importante trabajo que se realiza en la prisión de Mansilla. Para el director del penal de Villahierro con las jornadas “se pone en relieve el trabajo que se realiza por los internos dentro y fuera de la prisión” y contribuyen los módulos de respeto a “la reparación del daño causado por los internos a la sociedad, a su reinserción y normalización”. Por su parte, y desde la parte académica, el catedrático de Derecho Penal y director del área de la Universidad de León Miguel Díaz y García Conlledo ha destacado que con jornadas como ésta la universidad no es sólo académica, sino también práctica al acercarse a la sociedad y sus problemáticas.

Las jornadas, del 17 al 19 de abril, tienen como objetivo servir de foro de encuentro entre las diferentes experiencias y propiciar la integración del ámbito universitario en este programa de intervención penitenciaria. Las jornadas acogen conferencias y mesas redondas para analizar los programas de colaboración y solidaridad que se desarrollan en los módulos de respeto, dando continuidad a las jornadas del año pasado.

En la cárcel leonesa los internos colaboran en diferentes programas con asociaciones como Cáritas, Promonumenta, CRE de San Andrés del Rabanedo o el programa Avuman del área de Zoología de la Universidad de León.

León, pionera en la aplicación del modelo.

El sistema de módulos de respeto lleva implantado en el centro de Mansilla desde el 2001 y actualmente el modelo se extiende por más centros de España al asumir el proyecto la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Sus objetivos se concretan en conformar programas de tratamiento en actitudes, hábitos y valores socialmente normalizados y a la vez servir de marco a programas específicos como drogodependencias, violencia de género, formación académica o laboral, etc.

En la actualidad el 70% de la población penitenciaria de Mansilla se encuentra integrada en este tipo de módulos. En total 10 de los 16 módulos de la prisión, incluída Enfermería, funcionan bajo el régimen de módulo terapeútico, con más de 700 personas en ellos, a los que hay que sumar los 76 del Centro de Inserción Social.

El requisito fundamental en el que se basan los programas es la voluntariedad por parte de los internos. Esto permite la implantación de una serie de normas reguladoras que posibilitan conseguir los objetivos del sistema.

En los once años de implantación del sistema de módulos de respeto se ha podido comprobar una disminución de la conflictividad a niveles mínimos, que mejora el clima de colaboración y convivencia entre los internos y que las condiciones laborales de los funcionarios sean mejores.