Al calor del verano, el Ayuntamiento de León inicia ya este mes de julio la contratación de las luces de la próxima Navidad. Y de las dos siguientes, hasta el año 2023 a través de la posibilidad de dos prórrogas anuales. Se trata de adelantar una campaña que seguirá condicionada por el efecto económico de la crisis sanitaria.
El coste de licitación que ha podido conocer iLeon.com, que asciende a 190.000 euros cada uno de los años hasta sumar 570.000 euros totales en esos tres años, supone tal incremento respecto a los contratos de los últimos años que indica que hay una apuesta del equipo de Gobierno del PSOE, aunque más modesta, por el 'fenómeno Vigo', la capital gallega que tanto da que hablar con su decoración de fin de año. Por comparar, el estratosférico presupuesto vigués del último año solo en luces fue de 824.871 euros.
Y es que la decisión del equipo del alcalde José Antonio Diez el primer año que puede encargarse de este contrato -el anterior todavía estaba predeterminado por el PP de Silván, que perdió las elecciones en mayo- al final supondrá una clara multiplicación del coste total de las luces navideñas. Y no escasa.
Antecedentes en escalada
La decoración en 2017 de todo el eje central de la capital, de Guzmán a la Catedral, y 125 rotondas tuvo un coste de 61.000 euros en el año 2017. Después, el PP quiso impulsar un contrato a tres años, idéntico plazo que el actual, que se licitó en 264.000 euros, a razón de 88.000 euros, un 44% de incremento. Las chapuzas de aquel proceso evitaron esa contratación a varios años.
Comparado con aquellos precedentes, ahora el coste inicial será de 190.000 euros (también IVA incluido) por año, bastante más del doble, y la suma total indicada de 570.000 euros si se alarga por fin hasta el día de Reyes de 2023.
El contrato que ya consta en la web municipal y cuyo plazo para ofertas se ha abierto y culmina el próximo 27 de julio, se denomina “Suministro, en régimen de alquiler, de luminarias y adornos navideños para decorar y ambientar las calles, plazas, rotondas, árboles, farolas y cualquier elemento de mobiliario urbano de los espacios públicos del municipio de León”.
Podría ser el fin de la aportación de los negocios
Este detalle es relevante: el nuevo contrato parece ser más ambicioso que el anterior y no se centra sólo en calles y plazas del eje central sino en toda la capital, todos los barrios y, aparentemente, todas las calles comerciales.
¿Significaría eso que los comercios, tiendas y bares tendrían que dejar de pagarse su parte proporcional a voluntad, como impuso el PP en plena crisis y bajo la Alcaldía del popular Emilio Gutiérrez? Eso dependerá finalmente de lo que decidan ofertar las empresas que 'peleen' por el contrato. Y estaría por ver si la cifra incluiría los 30.000 euros que, fuera de contrato y a mayores, el PP daba como subvención a la Cámara de Comercio para sumar a las aportaciones particulares del comercio y la hostelería y decorar así las calles comerciales.
Lo que sí es seguro, porque recoge el nuevo contrato del PSOE, es que seguiría siendo el Ayuntamiento el que pagara íntegra toda la factura del consumo eléctrico de la decoración en esas fechas. Eso no cambia.
El Consistorio decide qué y dónde
El pliego indica que será el Ayuntamiento quien elegirá los elementos que se instalen en cada punto, “atendiendo a los criterios de atractivo, potencia instalada, impacto ambiental, coste económico”, incluso delimitando cómo deberían ser las decoraciones en los árboles.
Las fechas de encendido y apagado y “espacios invariables”
El contrato también deja claro cuándo se encenderían y apagarían las luces: desde el último viernes de noviembre (el 27 de noviembre este año) hasta la noche del 7 de enero del año siguiente. Los horarios, los habituales, desde las seis de la tarde hasta las doce en días cale ande diario y ampliaciones hasta las 4 de la madrugada en días de fiesta centrales.
El contrato sólo matiza esta vez unos pocos espacios de oferta obligatoria, que llama “espacios invariables”: nueve grandes arcos de luz en Ordoño II, nueve en la Calle Ancha, un árbol gigante en la Plaza Mayor y en San Marcelo “un elemento singular de gran tamaño”.
En el resto, eso sí, hay también algunos detalles como que en las calles “se realizará en arcos de fantasía, e hilos luminosos, preferentemente en blanco, pero añadiendo aquellos elementos de color que enriquezcan el producto final”. “Como mejora se podrá ofertar en calles, plazas o fachadas, juegos de secuencias en las bombillas e hilos luminosos para dar sensación de movimiento; al menos, en dos plazas las figuras a instalar serán tridimensionales, o figuras con volumen”, exigen las bases también.
La maniobra para contratar sin oposición
Por último, incluye cláusulas sociales de manera que obliga a que si el contratista necesita nuevo personal debe buscarlo de manera obligatoria entre personas en paro, preferentemente menores de 35 años, mujeres o mayores de 55 años.
Más allá del alto coste final que supondrá respecto a otros años, hay que podría abonar cierta polémica ya que se ha decidido que el órgano de contratación sea la Junta de Gobierno local, es decir, sólo el equipo de Gobierno que preside José Antonio Diez. Es algo que el socialista decidió justo antes de una aprobación plenaria en la que la oposición se puso de acuerdo para retirarle algunas de sus competencias, como habría ocurrido en este caso, lo cual habría obligado a decidir el contrato con aprobación del Pleno y todos los partidos políticos.
Una gestión previa de locura
Al menos esta vez el contrato se impulsa teóricamente con la antelación suficiente, no como en otras ocasiones y muy polémicas. Baste recordar el caos que se produjo en la Navidad 2018/2019, cuando además de impulsarlo tarde el PP de Antonio Silván y con un sobrecoste del 44% respecto al año anterior, finalmente el procedimiento fue tumbado administrativamente por un Tribunal. Originó tal problema que las luces acabaron encendiéndose tarde y por zonas, entre críticas, y un oscurantismo absoluto respecto a quién puso las decenas de miles de euros que costaron al final o a cambio de qué.
El año siguiente el PP destacó que las luces navideñas sólo en el centro y las rotondas costaría 10.000 euros menos. Fue cierto, pero ya gobernando el PSOE en su primera Navidad hubo un caro truco aparte: durante 27 días se proyectó un espectáculo de luces en Botines que costó a mayores casi tanto como las luces, de manera que a los 78.000 de una cosa se sumaron otros 72.000 euros del 'video mapping'.
En total, la última cuenta de luces y ambientación navideña en la capital salió al final por 180.000 euros al incluir los 30.000 euros para la colaboración de luminarias comerciales con la Cámara de Comercio. 180.000 euros que son poco menos que los 190.000 al año que ahora propone el equipo de Gobierno.