La Operación Heisenberg desmantela un laboratorio itinerante entre Cataluña y León con tonelada y media de metanfetamina

La Guardia Civil ha desmantelado uno de los más sofisticados laboratorios de elaboración de drogas sintéticas descubiertos en España, capaz de sintetizar entre cinco y 10 kilos diarios de metanfetamína y de desplazarse desde León hasta Cataluña, hasta su detención después de meses de investigación.

La operación llamada Heisenberg VI-Cabarna, desarrollada en varios puntos entre León y Cataluña, con presencia también en el País Vasco y Cantabria, se puso en marcha en febrero del pasado año 2023 y finalmente la Guardia Civil ha detenido a diez personas, según han dado a conocer este miércoles los responsables de la investigación. Dos de ellas lo han sido en la localidad de Valencia de Don Juan en León, cuatro en Bizkaia y otras cuatro en la provincia de Barcelona. La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Granollers en Barcelona.

La investigación ha sido compleja, precisamente porque se producían continuos cambios en la ubicación del laboratorio, a veces a distancias de 660 kilómetros.

Este laboratorio tenía capacidad para sintetizar entre 5 y 10 kilos diarios de metanfetamína, con lo que podía haber alcanzado una producción final de una tonelada y media de droga.

La Guardia Civil se ha incautado de 790 litros de metanfetamína en distintas fases de solidificación y cristalización, 70 kilos de matanfetamína cristal y cerca de dos toneladas de precursores de esta droga.

El laboratorio se encontraba en pleno funcionamiento con utensilios como probetas, matraces, calentadores, enfriadores de baja temperatura, evaporadores, agitadores de velocidad constante, circuladores de baja temperatura y refrigeradores. 

La investigación comenzó el pasado año, cuando los agentes pudieron constatar la existencia de una persona residente en Bizkaia, que habitualmente recibía cantidades de droga que le eran entregadas por el transportista de otra organización criminal asentada en la provincia de Barcelona.

Continuando con las investigaciones, la Guardia Civil localizó el laboratorio en el que se elaboraba la droga y que posteriormente era transportada por un miembro de la organización que lo hacía a nivel nacional. Asimismo, se localizó a otros dos miembros que se encargaban de su distribución a nivel internacional.

Distribución por Europa

La organización desarticulada tenía establecido su centro de operaciones en la comarca catalana del Vallés, tanto para la producción como para la distribución de drogas sintéticas. Una vez elaborada, la distribuían por varias provincias españolas como Alicante, Bizkaia, Valencia o Andalucía, así como por varios países de la Unión Europea.

Cabe destacar, que uno de los miembros de la organización vivía en una estancia intermedia de una vivienda en Granollers, donde se ubicaba el laboratorio, lo que suponía un peligro potencial para las personas y bienes que había ante el almacenaje de gran cantidad de estos productos químicos al encontrarse en una zona urbana.

Una capacidad de tonelada y media de producción

Muchas de estas sustancias intervenidas presentaban un alto grado de toxicidad y eran muy inflamables, como el metanol, al que las variaciones de humedad, presión y cambios térmicos o mecánicos pueden alterar sus propiedades explosivas, por lo que se contó con el apoyo de personal y medios especializados para desmantelar el laboratorio de manera segura. A estos riesgos hay que añadir el daño medioambiental por los productos de desecho que se generan en estos laboratorios y que en este caso vertían directamente a la red de alcantarillado.

Se ha podido constatar que el laboratorio podía sintetizar entre cinco y 10 kilogramos diarios de droga, lo que hubiera alcanzado una producción final de una tonelada y media de droga.

En cualquier caso, en lo referente a la cantidad de droga producida, producto terminado incautado, calidad del montaje del laboratorio y conocimientos de su operador se puede afirmar que estamos ante uno de los más complejos y sofisticados de los descubiertos hasta ahora, así como uno de los más productivos. El laboratorio contaba con potentes extractores de aire con filtros de carbono para evitar que el olor pudiera ser percibido por los vecinos.