“No se investigó suficiente” el accidente mortal de seis mineros en la Vasco, lamenta un barrenista

E.F.G. / Agencia ICAL

“Si se quiere investigar un accidente hay que ver lo que tenemos detrás. Me da que no se investigó suficiente”. Así se pronunció este martes el barrenista de rampa Ángel Villaverde, que abrió este martes el turno de declaraciones en el juicio que se sigue en León por la muerte de seis mineros en instalaciones de la compañía Hullera Vasco-Leonesa el 28 de octubre de 2013.

Por propia iniciativa, quiso dejar patente su impresión sobre la falta de diligencia sobre lo ocurrido. “Lo que no entiendo es por qué no se investigó más esa rampa. Por qué no se abrió sutiraje y se miró detrás, por parte de Minas o de quien correspondiera. Era muy fácil y fue una investigación, desde mi punto de vista, insuficiente”, cuestionó.

También dijo que en el macizo séptimo, donde ocurrió la tragedia, era donde más gas había. “Se hablaba con los compañeros que petardeaba mucho el gas. Si petardeaba mucho la gente estaba un poco más preocupada, lógico”, aunque manifestó que en su calidad de suplente del comité de seguridad como delegado sindical de USO, por la que participó en algunos de los recorridos por la mina previos al siniestro, “no se manifestó ninguna queja de ningún tipo”. 

Castigos

Preguntado sobre si se aplicaban castigos a los trabajadores, comentó que él mismo fue objeto de varios y puso como ejemplo que le destinasen a romper piedras en un pánzer tres días después de negarse a hacer un trabajo para el que no se consideraba capacitado. “Entré en el 92 y en el 93 empecé a entender cómo funcionaba aquello. Era adicto a protestar y a comerme castigos. Me los comía y ya estaba”, dijo sobre situaciones que se produjeron con mucha anterioridad al suceso y respecto al despido de dos ingenieros de seguridad ocurrido año y medio antes del siniestro comentó: “No sé si era un aviso a navegantes”.

El tema de los castigos también le fue planteado al picador sutirador Jorge Luis Ardura, que trabajó -entre otros- en el macizo siniestrado y que compareció por videoconferencia. “Sabíamos cómo funcionaba eso. Eso fue toda la vida”, afirmó. 

Interrogado acerca de la situación de la explotación afectada por la invasión masiva de grisú que acabó con la vida de los mineros dijo: “Tranquilo no estabas; no era para estar tranquilo con la bóveda que había encima” y en otro momento de su declaración señaló: “Sabíamos lo que había allí. Trabajas en la mina… sabes lo que hay”.

El tercer testigo que prestó testimonio este martes fue el barquero David Fernández Castro, quien reconoció haber escuchado algún compañero comentarios sobre la situación del taller donde ocurrió el accidente. “Se oía que estaba mal, que estaba delicado, subía el gas, bajaba...oías que había bóveda”, dijo. Acerca de su participación en las labores de rescate apuntó: “Lo primero que me vino a la cabeza fue entrar. No sabía la magnitud de lo ocurrido. Lo hicimos todos por inercia”.