Confirmado. El AVE 'pata negra', el de más de 250 kilómetros por hora en vía de ancho internacional, no llegará a Oviedo ni a Gijón según los planes de ADIF para la línea entre León y Asturias, ya que las vías entre las dos ciudades asturianas y la Variante de Pajares se renovarán en ancho ibérico.
Así lo aseguró a iLeon.com el Gabinete de Prensa del Ministerio de Fomento, que en una pregunta realizada por correo electrónico sobre qué tipo de vía se iba a implantar en el tramo entre el final de la Variante de Pajares y la capital del Principado, contestó literalmente: “El tramo Pola de Lena a Oviedo-Gijón es una línea de ancho ibérico donde se realizará una renovación integral”.
Esto imposibilitará físicamente que los trenes de alta velocidad de primera categoría —como el que llegará a León supuestamente antes de este verano, con dos años de retraso cuando hayan finalizado las pruebas del sistema de seguridad ETC del ERMTS, de más de 250 kilómetros por hora de velocidad punta hasta los 300— puedan circular por la vertiente asturiana. Es decir, Asturias se tendrá que conformar con unas velocidades máximas como mucho entre 160 y 200 kilómetros por hora, que es lo que permite el ancho ibérico con sistema de seguridad ASFA 200.
Es más, para que los trenes que llegan a la capital leonesa (que circulan en ancho internacional) pasen de Pola de Lena se trasladarán los cambiadores de ancho que están situados en las cercanías de León para instalarlos en la estación asturiana. Es decir, que será obligatorio el uso de locomotoras y convoyes de ancho variable. A Asturias no llegarán trenes AVE puros, sino que seguirán circulando los mismos Alvia que hoy en día, que tendrán que frenar en Lena para que se les cambien los ejes tanto para pasar a la meseta como para traspasar la cordillera Cantábrica. Y entre León y La Robla, incluso con el tercer carril, no podrán circular a más de 160 kilómetros por hora.
La Alta Velocidad Ferroviaria se define con tres categorías: más de 250 kilómetros por hora en líneas de nueva construcción (que en España suelen ser las de ancho internacional, también llamado estándar, para sustituir al ancho ibérico), de 200 kilómetros por hora en vías reformadas (que en España suelen ser de ancho ibérico o de triple carril como irá el trayecto entre León y La Robla); y la de tercera categoría, que serían aquellos trayectos ferroviarios en que sin alcanzar estas velocidades se superan grandes accidentes geográficos y se reduce sensiblemente el trayecto (túneles como la Variante de Pajares).
Descartado el proyecto de Alta Velocidad de Cascos para Asturias
A esto se suma que el Ministerio de Fomento que hoy dirige el ingeniero de Caminos Íñigo de la Serna, ha descartado el proyecto de alta velocidad que previó el asturiano Francisco Álvarez-Cascos para continuar la Variante de Pajares hasta Gijón y que comenzó a tramitar la ministra socialista Magdalena Álvarez en 2007, según informó de ello El Comercio de Gijón.
Este proyecto pretendía instalar una línea nueva de ancho internacional paralela a la actual en ancho ibérico desde León a La Robla y luego, tras la más de media docena de túneles dobles en la retrasadísima y costosísima Variante de Pajares, realizar otra variante de 20 kilómetros entre Lena y Soto del Rey con dos túneles más para que llegara este tipo de vía hasta Oviedo. Tras once años desde que se diseñó inicialmente y ante la imposibilidad de justificar un gasto entre 1.450 y 1.500 millones más que los casi cuatro mil que se llegarán a gastar entre la capital del Viejo Reino leonés y la del Principado con la Variante de Pajares sólo para ahorrar diez minutos en el trayecto. A lo que se sumaba el que se llegó a llamar 'infierno geológico' de pasar dos túneles entre las galerías de dos minas.
Con todo, y con la llegada de un ministro de Fomento técnico (ni Magdalena Álvarez ni José Blanco ni Ana Pastor eran ingenieros de Caminos, Canales y Puertos como Cascos y De la Serna) la realidad se ha impuesto y se abandonan los sueños de los fastos de los tiempos en que el Estado tenía superávit. Aún así, el coste de la Variante de Pajares se ha duplicado para no conseguir siquiera que el ferrocarril llegue a superar los 200 kilómetros por hora de máxima velocidad entre León y Oviedo; aunque sí se acorte el tiempo de trayecto a la mitad al evitar la rampa de Pajares, que ya fue todo un desafío de la ingeniería del siglo XIX porque es uno de los trayectos ferroviarios orográficos más complejos de Europa.
Con todo, los plazos que se marca el Ministerio de Fomento es que la Variante de Pajares no esté operativa como mínimo hasta finales de 2019 en pruebas y el trayecto entre León y Oviedo con los dos túneles con circulación de tráfico de pasajeros hasta el verano del año 2020.