La memoria de la identidad leonesa cumple 40 años de lucha por la autonomía

ileon.com / Elena F. Gordón / Ical

El sentimiento por la autonomía leonesa sigue latente, más o menos fuerte según los periodos que experienta la sociedad, pero lo cierto es que esa bandera este domingo cumple 40 años desde que salió por primera vez a las calles en el corazón de quienes la defendían, para exigir una respuesta firme, y hasta ahora no contemplada, por parte del Gobierno.

Exactamente cuatro décadas, ya que fue un 18 de marzo de 1978 cuando cientos de leoneses inundaron las vías de la capital de León para manifestarse con un mismo propósito: la autonomía de la Región Leonesa.

El 18 de diciembre de 1977 (año de las primeras elecciones generales) se aprobó el reglamento de la Asamblea de Parlamentarios de Castilla y León. Tres meses después tuvo lugar una manifestación pro-autonomía leonesa y el 3 de junio se aprobó en Consejo de Ministros la pre-autonomía de Castilla y León. En 1979 la Diputación Provincial planteó una encuesta a la que la mayoría de los municipios respondieron con un posicionamiento a favor de León solo.

En 1980 -año de nacimiento de Prepal, donde desembocaron muchos de los integrantes de Ciudadanos Zamoranos-, una manifestación que contó con unos 9.000 asistentes, celebrada en abril, no influyó sobre el cambio de opinión previo que habían hecho los principales partidos políticos. Fue un año intenso y decisivo. En marzo, UCD en el transcurso de una reunión de los comités político y ejecutivo y el PSOE, tras la celebración de su Congreso Provincial, decidieron posicionarse a favor de la opción 'Castilla y León'. Para la Historia y en las hemerotecas queda la frase pronunciada el 28 de marzo de ese año por el entonces ministro de Administración Territorial, diputado nacional y presidente de la UCD leonesa, Rodolfo Martín Villa: “Con el corazón hubiésemos preferido votar por León solo, pero han primado las razones de Estado”. El 13 de junio la provincia se incorporó al Pleno del Consejo General de Castilla y León.

El proyecto del Estatuto de Autonomía se aprobó en Salamanca, por parte del Consejo General de Castilla y León, el 27 de junio de 1981 (con 139 votos a favor -de UCD, Coalición Democrática y un independiente, dos en contra -del PCE- y 25 abstenciones -las del PSOE y el representante del Partido Ruralista- y se dictaminó el 23 de junio de 1982.

En enero de 1983 la Diputación leonesa -presidida por Julio César Rodrigo de Santiago- celebró un Pleno sobre el tema autonómico. La corporación provincial, que contaba con 26 miembros de los que 21 eran centristas se manifestó a favor de comenzar el proceso para conseguir una autonomía uniprovincial e invalidar el acuerdo por el que se había decidido la integración en Castilla. Este hecho provocó la inmediata dimisión de Martín Villa como presidente provincial de UCD y diputado nacional. “Equivocadamente o no, he actuado congruentemente con lo que es mi visión de la vida política y de las cosas, y por tanto estoy muy tranquilo”, declaró.

Otra manifestación leonesista tuvo lugar pocos días antes de que se aprobase definitivamente (22 de febrero de 1983) el Estatuto de la Comunidad y se constituyesen, el viernes 4 de marzo en el castillo de Monzón de Campos (Valladolid) las Cortes Provisionales de Castilla y León. El 8 de mayo, el socialista Demetrio Madrid López resultó elegido presidente de la Junta de Castilla y León y en octubre el Tribunal Supremo daba validez al Pleno de la institución provincial leonesa que acordó separar León de Castilla. Casi un año más tarde, el Constitucional pronunciaba la última palabra.