Las mejores copas, entre los moteros de La Pole

Marta Cuervo

Suena la alarma del móvil, son las 23.00 horas, y hay que prepararse para ir a trabajar. Durante más de cuatro años, Verónica, la camarera más veterana de La Pole, ha comenzado cada fin de semana su jornada nocturna, mientras el resto de la gente se organiza con sus amigos para salir a tomar unas copas. “Es bastante duro trabajar por la noche, especialmente a la larga porque te haces a unos horarios y forma de vida diferentes a los de tu entorno”, explica Verónica.

Ventajas: “Te lo pasas bien ganando dinero”, comenta. “En un sitio como La Pole, estar con amigos en un buen ambiente y, ser pagada por ello, no tiene precio”.

Inconvenientes: “Los horarios te hacen incompatible con el resto de la gente. Además, pierdes la costumbre de cosas que, a largo plazo, terminas echando de menos”, explica la joven.

A pesar de ello, Verónica asegura que en ningún momento se ha arrepentido de trabajar por la noche, principalmente “porque lo normal es que se remunere mejor que de día”. ¿El momento de abandonar? “Cuando uno no da más de sí mismo o no lo disfruta, el cuerpo no te permite continuar, lo dejas”.

Mucha gente opina que trabajar por la noche es muy peligroso. La camarera asegura que depende del barrio, ya que “no es lo mismo trabajar en el Húmedo en un sitio con portero, o estar tu sola detrás de la barra”. De todas formas, la zona de La Palomera, donde se encuentra La Pole, “es un sitio muy tranquilo”. “En 4 años solo he tenido un susto; estamos muy protegidos con alarmas, cámaras de seguridad, teléfonos y muchos amigos alerta”. La familiaridad que se respira dentro de La Pole transmite mucha seguridad a la camarera: “Siempre me he sentido muy protegida por los propios clientes”.

No ha sido fácil adaptar el ritmo de vida de Verónica a su horario nocturno, a sus intereses y amigos, pero ella no lo cambia por nada. “Si quieres estudiar el horario de hostelería, sobretodo en fin de semana, es muy permisivo, a mí me ha permitido tener el día libre para dedicarlo a mi carrera”.

Punto de encuentro de moteros

La Pole, que se encuentra en Jaime Balmes 6, nació en junio de hace cinco años. Desde el primer momento se convirtió en un lugar de encuentro de moteros y aficionados del mundo de las carreras a dos ruedas. Hoy ya cuenta con una gran familia de clientes, con edades que oscilan entre los 20 y los 35 años, y que crece cada día “gracias al buen ambiente”. “Aquí todo el mundo se encuentra como en casa”, coinciden Verónica y Rafa, propietario del bar.

Jugadores de billar disputan una partida.

Rafa se decantó por La Pole, porque “es un nombre corto, fácil de recordar y evoca al mundo de las motos, al ambiente del bar”. Algunas de las actividades que se desarrollan en el local son las retransmisiones de todas las carreras de motos y la organización de concentraciones.

“La Pole no cierra nunca, abrimos de lunes a domingo”, explica el propietario. Desde las 15.15 horas, los clientes pueden disfrutar de un buen café, pasar a las tapas, donde La Pole ofrece su especialidad 'el chorizo del infierno', y a partir de las 23.00 horas, hasta la hora de cierre, tomarse unas copas.

“La calidad es lo más destacable, es indiscutible la relación calidad precio”, asegura Rafa. Como punto de distinción, La Pole cuenta con “algunas bebidas especiales de importación de alta calidad, como ginebras o bourbon”. A partir del 15 de julio el local estrenará la carta de cocktails, unos 30, 10 de ellos de la casa con nombres especiales, y el especial de La Pole.

Pero el pub no solo ofrece copas, “se pueden hacer deportes como jugar al ajedrez, a los dardos, y a los juegos de mesa más tradicionales”. El billar, es uno de los grandes protagonistas, se organizan campeonatos cada dos meses, y “hay muy buen nivel”, asegura.

La celebración más especial de La Pole es 'La Nochevieja anticipada', que se hace unas semanas antes del 31 de diciembre: “Se dan las campanadas a la 01.33 horas y se toman doce gominolas”. Otra de las tradicionales, 'la fiesta aniversario', “que este año se celebrará para finales de verano con regalos para todas las consumiciones”.