Por segunda vez consecutiva el Ayuntamiento de León no se constituirá en la fecha inicialmente prevista tras las elecciones municipales. Y por segunda vez se produce por un problema originado por Vox. Ocurrió en 2019 y ha ocurrido de nuevo este 2023. Así León será la única Corporación municipal de capital de provincia de España que no se podrá constituir dentro del primer plazo establecido.
Los concejales y concejalas del Consistorio de León para los próximos cuatro años tendrán que tomar posesión veinte días más tarde que el resto: el próximo viernes 7 de julio. Y además, ese retraso postergará hasta poco dos días antes de la votación de elecciones generales del domingo 23J, el 21 de julio, la conformación de la Diputación, cuya elección indirecta depende de que se hayan instituído los 211 municipios de la provincia leonesa.
Estas fechas demoradas han quedado fijadas cuando esta semana la Junta Electoral Central mantuvo el mismo criterio adoptado de la de León, en el sentido de no admitir como válidos un total de 477 votos con papeletas de Vox en las elecciones municipales del 28M que contenían importantes errores. En concreto, fueron 477 sufragios que las respectivas mesas donde se habían depositado identificaron como las que el partido de Abascal había buzoneado durante la campaña electoral y en las que no se habían incluido los dos últimos nombres de la lista, de modo que en vez de 27 candidatos se recogían sólo 25.
Buxadé, confiado en plena campaña
El error le pasa factura a Vox en León que, si consiguiera hacer valer esos sufragios, incrementaría la representación municipal de dos a tres concejales, dando entrada a Luis Carlos Fernández Tejerina, quien ya fuera concejal con Ciudadanos y anteriormente militó en las filas del PP. En realidad el equívoco procede de la sede central de Vox en Madrid, ya que fue allí donde se ordenó la impresión de las papeletas erróneas y allí también donde en primera instancia no se dieron cuenta de ello.
A pesar de la metedura de pata, el vicepresidente primero de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, de visita electoral a la capital leonesa, trató de quitar hierro al problema, asegurando que “siguiendo la doctrina de la Junta Electoral Central, esa papeleta refleja la voluntad del votante de votar a Vox y a toda su lista” y comprometiendo que darían la batalla legal para salirse con la suya, como la formación continúa haciendo. De momento, con poco éxito.
No debió de verlo tan claro el equipo electoral leonés, ya que apenas unas pocas jornadas antes del domingo electoral, iniciaron una campaña tanto en la calle como en redes sociales para que los votantes que pensaran utilizar las papeletas erróneas llegadas a su buzón las cambiaran por otras correctas. Instaban para ello a acudir a la sede o coger otras buenas en su colegio electoral. Ahora se sabe que al menos 477 no lo hicieron.
Los que entran seguro
El último y tajante 'no' de la Junta Electoral Central deja a día de hoy sólo como ediles a la cabeza de lista, Blanca Herreros, que mantuvo un activa agenda electoral y social a pesar de pedir la baja en sus labores profesionales como abogada, provocando un retraso de año y medio en un importante juicio penal de presunto y millonario fraude a Hacienda, y al número dos, Ildefonso del Fueyo.
Y ya solo ha quedado a Vox la vía judicial para plantear un contencioso electoral y pelear el tercer concejal. De ahí el nuevo plazo a que el Ayuntamiento de León deberá someterse para la investidura final tras un resultado en el que, a día de hoy, el concejal de más que Vox no lograría le corresponde al PSOE. De mantenerse el criterio de las Juntas Electorales el Grupo Socialista quedaría así con once ediles y una clara victoria electoral del actual alcalde, José Antonio Diez, que ha aguantado como pocos el tipo a pesar de la debacle socialista.
La fatídica mesa de las Pastorinas
Diez tiene callo de cómo se las gasta “la maldición de Vox” en León. Porque hace cuatro años ya tuvo que esperar para empuñar el bastón de mando a idéntico proceso de reclamaciones de este mismo partido, que acabó en el Tribunal Constitucional, entonces a causa de los errores vividos en una única mesa electoral cuyo mal recuento en la noche electoral que hizo contener la respiración a todos durante semanas.
En aquel entonces, la protagonista fue una única mesa electoral: la famosa 7-5B instalada en el colegio de Las Pastorinas de León, donde tal y como acabó dictaminando el Tribunal Constitucional en ultimísima instancia, los votos del PSOE se volcaron por error a Vox, algo que después jueces y todas las Juntas Electorales ratificaron.
Apenas 102 votos de diferencia entre lo que recogió el acta y lo que realmente se había votado hicieron que Vox, que en la noche electoral celebró entrar por primera vez con un concejal en el Consistorio leonés, lo perdiera sin remisión porque quedó a milésimas por debajo de obtener el 5% de representación de sufragios en la capital. Y bajar de ese porcentaje no otorga representación, se obtengan los votos que se obtengan.
Vox se quedó fuera entonces a pesar de su subida. Y aquello tuvo aún más repercusión política, porque de haber entrado, le hubiera dado suficiente una sumar con el Partido Popular y que pudiera volver a ser alcalde el popular Antonio Silván, hoy senador, a pesar del varapalo electoral que sufrió. Al quedar Vox fuera fue el PSOE el que consiguió la Alcaldía tras haber ganado.
Este 2023 aunque los tribunales le den la razón a Vox su voto no es determinante para la configuración del próximo Ayuntamiento de León ya que no suman con el PP y se descarta por completo un tripartito con el partido leonesista Unión del Pueblo Leonés (UPL). Los cinco concejales de esta formación serán decisivos en julio para que gobierne la derecha o la izquierda en el consistorio leonés, donde el PSOE se mantuvo como lista más votada.