El alcalde, José Antonio Diez, ha presentado esta mañana en rueda de prensa el proyecto de peatonalización de la calle Carreras y de la avenida de los Cubos de la capital, proyecto que supondrá la puesta en valor de todo el entorno urbanístico de la muralla tardorromana de la ciudad, desde la Plaza del Espolón hasta el tramo ya peatonalizado de la avenida de los Cubos y detrás de la Catedral.
El presupuesto, de 1.180.736 euros, se ejecutará a cargo del 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ya concedido. Y la previsión municipal es que esté terminado en el primer trimestre del año 2023, es decir, dentro de dos años exactos.
Según informa el equipo de Gobierno, el proyecto se llevará a cabo cuando se abra al tráfico la Ronda Interior en su parte de la penetración norte, es decir, la que enlazará la Plaza del Espolón con la calle Palomera, permitiendo así quitar el tráfico en Carreras y Los Cubos. Actualmente está en marcha el proceso de expropiación de las fincas situadas entre las calles Alfonso el Justiciero y Fernando I para ejecutar esa solución, que se paga en parte con fondos europeos del programa Edusi, después de décadas de parálisis.
Diez, quien ha estado acompañado por el concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete, informó que este ambicioso proyecto pretende “la puesta en valor del tramo norte de la muralla tardorromana, la reurbanización y peatonalización de la calle Carreras y del tramo de la avenida de los Cubos que aún mantiene tráfico rodado, evitar la ruina y progresivo deterioro por contaminación de estos espacios históricos y promover el conocimiento histórico y arqueológico de esta zona”.
En total se pretende actuar en más de 500 metros lineales de calles y convertir en zona peatonal un área de casi cinco kilómetros cuadrados. El proyecto incluye la renovación y modernización de redes básicas como saneamiento y alumbrado público.
Zonas peatonales
El proyecto incluye la sustitución de todo el pavimento de la calle Carreras y avenida de los Cubos. En ambas vías se delimitará una franja adyacente a los edificios, en el lado opuesto a la muralla, de 1,8 metros de ancho como itinerario accesible libre completamente de obstáculos.
En la avenida de los Cubos se proyecta una larga y ancha capa de césped en torno a los cubos de la muralla, con lo que se pretende una mayor protección del monumento y una lectura continuada en su tratamiento.
En paralelo, se reserva una banda de cuatro metros de ancho, con adoquín de granito, para el posible acceso de vehículos de residentes o de emergencias. Por último, en otra banda de 1,8 metros de ancho se ubicará el nuevo mobiliario urbano, el alumbrado público y el arbolado.
Además, en la calle Carreras se marcarán los semicírculos de los cubos de la muralla destruidos a principios del siglo XX con grande bancos semicirculares. También se instalarán paneles informativos alusivos a la evolución urbana del recinto histórico, bancos y, al parecer en este proyecto sí, varios árboles y arbustos que den aspecto verde a la zona. Todo ello cuenta ya con la aprobación inicial de la Comisión territorial de Patrimonio.
Insistieron ambos en que todo el proyecto cumple las normas básicas de accesibilidad universal, para lo cual se eliminarán obstáculos como bordillos y resaltos y todos los pavimentos peatonales se realizarán al mismo nivel que las zonas verdes.
El alcalde ha destacado la importancia de la recuperación de toda esta zona para el ciudadano, ya que una vez que esté concluida se habrá construido una gran área peatonal y de disfrute desde la calle Ramón y Cajal, con la recuperación de la Era del Moro y el Molino Sidrón, hasta el ábside de la Catedral. “Un hito histórico para la ciudad y para los ciudadanos”, ha concluido Diez.