Toda la población española, salvo algunas excepciones profesionales y sociales muy concretas, permanece confinada en sus domicilios como medida de choque tras la declaración del estado de alarma para frenar la propagación del coronavirus Covid-19. Han trascendido ya serias medidas, con multas incluidas, a paseantes, conductores o personas que rompen el aislamiento domiciliario obligatorio que impone el Real Decreto 463/2020, el más restrictivo de la historia reciente de España.
Y sin embargo, en las nueve provincias de la Comunidad autónoma de Castilla y León se podrán organizar partidas de cazadores en grupos que como máximo sean de cuatro personas, tal y como acaba de aprobar la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León que cogobiernan el PP y Ciudadanos.
Según ha podido confirmar iLeon.com, este martes 17 de marzo el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, tercer día de confinamiento, estampó su firma en un informe aclaratorio “sobre la normalización de los procedimientos de autorización de controles poblacionales de la fauna cinegética”, referido a las especies de conejo, jabalí, ciervo y corzo.
En la misma, el alto cargo de la consejería que preside el consejero leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones permite de manera oficial que dentro de los controles sobre especies de caza menor, es decir, conejos, la Junta dará de paso y autorizará “las modalidades de caza colectiva (incluida caza con hurón) restringiendo el número máximo de participantes a 4 personas”, reza el documento oficial. También se permitirá la caza del conejo en modalidades como “espera, al salto o a rabo”, que son practicadas por una sola persona.
En cuanto a la caza mayor, en este caso la Consejería recuerda que “no se autorizarán los controles” ni de monterías, ganchos o batidas“, es decir, aquellas cacerías que son colectivas. Pero también admite que se puedan realizar ”las modalidades de aguardo o espera“ para especies como son el jabalí, el ciervo o el corzo. ”Quedarán suspendidos temporalmente los controles autorizados que no se ajusten a este criterio“, reza el texto oficial de la Junta.
La medida por la que, de facto y aunque con algunas limitaciones, se permitirá mantener la caza de varias especies en Castilla y León, incluso en grupos, está justificada por la Consejería en que matar conejo, jabalín, corzo o ciervo son actividades que se enmarcan “en la protección de las explotaciones agrarias frente a agentes nocivos”, las cuales, eso sí, “deberá realizarse bajo condiciones que eviten la concentración puntual de personas participantes, contraviniendo las medidas de aislamiento social previstas”.
Y aunque el alto responsable autonómico admite que no entra dentro de sus competencias, la Junta recomienda de manera oficial que los grupos que se formen para realizar estas cacerías admitidas lo hagan con desplazamientos individuales en los vehículos, guardando “una distancia mínima de seguridad de un metro” si coinciden varios cazadores y asumiendo la obligatoriedad de desinfectar todos “los medios o vehículos que vayan a ser utilizados o al entrar en contacto con otras personas”, bastando, especifica aún más, una solución de una parte de lejía por 49 de agua“.
El 'no' de Ecologistas en Acción
Ante esta decisión, Ecologistas en Acción denunció que mientras la libertad de movimientos queda restringida a las actividades enumeradas en el Real Decreto, la Junta autoriza “la caza menor como una medida indispensable”.
A juicio de la organización conservacionista, el decreto es “claro” y la justificación de la necesidad de la actividad permitida “como excepcional debe ser apropiada”. “De no ser causa mayor o situación de necesidad ”no puede autorizarse. Esta circunstancia no concurre en el supuesto de la caza que permite la Administración regional“, comenta la organización.
“En estos momentos en los que se está exigiendo a la población que permanezca en sus hogares para controlar la expansión del virus resulta incomprensible que la Junta permita esta excepción a la norma y además autorice que se realice en grupos de cuatro personas, ocasionando movimientos de personas, en muchos casos de la ciudad al campo, sin justificación suficiente”, destacó.
Por último, se trata de “una arbitrariedad”, según la organización, que “refleja una vez más la incompetencia con la que gestiona la Consejería de Medio Ambiente, asumiendo un riesgo inaceptable y un menosprecio a la salud y bienestar colectivo”.
Dejamos aquí el DOCUMENTO OFICIAL de la Junta de Castilla y León:
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