La industria cementera se queja de su “crisis sin precedentes”

Ical

La industria cementera lamentó que atraviesa una crisis “sin precedentes” con caídas del consumo en torno al 80 por ciento en los últimos seis años. Además, el 25,6 por ciento del combustible utilizado por los hornos de cemento en 2013 ya procedía de combustibles derivados de residuos, una cifra en crecimiento progresivamente, si bien todavía se encuentra muy lejos de países como Austria, Holanda, Alemania o Noruega, que presentan porcentajes de sustitución de combustibles fósiles por residuos superiores al 50 por ciento.

Estos datos se pusieron hoy de manifiesto en Valladolid durante la reunión de la Comisión Autonómica de Castilla y León de seguimiento del acuerdo para el uso sostenible de los recursos, la protección del medio ambiente, la salud de las personas y la mejora de la competitividad del sector cementero español. Un acuerdo con el que la industria y sus trabajadores apuestan por el trabajo conjunto para fomentar la gestión sostenible de los residuos, “sustituyendo combustibles fósiles por otros procedentes de residuos que no se pueden reciclar ni reutilizar”.

Esta iniciativa fue firmada originariamente en el año 2005, en el ámbito nacional, entre la patronal Oficemen y los dos sindicatos mayoritarios del sector, Fecoma-CCOO y MCA-UGT, que fue renovado a finales de enero.

Fruto de este convenio entre patronal y sindicatos surgieron las comisiones autonómicas, encargadas de detectar las necesidades específicas del sector en cada comunidad autónoma y proponer actividades para potenciar y dar a conocer las ventajas de la valorización de residuos en fábricas de cemento. A la reunión de hoy en Valladolid asistieron los directores de las tres fábricas de cemento de Castilla y León, ubicadas en Toral de los Vados, La Robla y Hontoria, junto con representantes de los dos sindicatos mayoritarios.

En el encuentro se acordó intensificar las acciones de comunicación para dar a conocer a la sociedad de Castilla y León los beneficios de esta práctica desde un doble punto de vista: la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y el aprovechamiento energético de residuos no reciclables que actualmente se depositan mayoritariamente en vertederos.

En la Comisión de hoy recordaron también que la apuesta de la valorización energética por parte de las cementeras sigue las directrices de la Unión Europea, cuya normativa recoge que el destino final de los residuos no reutilizables ni reciclables deber ser la valorización energética antes que el vertedero.

Igualmente, creen que es “primordial” hacer hincapié en las garantías para la seguridad y salud de la recuperación energética de residuos en fábricas de cemento, “avaladas tanto por los estudios científicos específicos al respecto como por la experiencia de la industria cementera tanto a nivel nacional como internacional”.