Para responder a las preguntas de por qué la plataforma logística intermodal para transporte de mercancías de Torneros en León es esencial para el futuro económico de la provincia leonesa, y por qué es León uno de los mejor situados en todo el noroeste de la península, basta con un simple vistazo al gráfico que ilustra esta información. Aunque haya muchos más datos que lo avalan.
Torneros, con casi 2 millones de metros cuadrados repartidos entre los municipios de Onzonilla y Vega de Infanzones, junto a la capital leonesa, es un indiscutible punto estratégico en el mapa nacional del transporte, aglutinador de casi todos los centros de negocio importantes del tráfico nacional e internacional, y por lo tanto parecería perfectamente situado en el kilómetro cero del millonario negocio del transporte de mercancías, un 'pastel' con un volumen de negocio potencial de casi 10.000 millones sólo en Castilla y León (100.000 millones en España) y un potencial real de empleo de 14.000 trabajos directos y hasta 94.000 inducidos o indirectos en la Comunidad. Las cifras son oficiales, provienen del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), del memorándum 'El sector del transporte y la logística en España (octubre 2013)' elaborado por la Patronal CEOE y de datos oficiales propios de la Junta de Castilla y León.
70 millones de euros que no fueron
Así que el mapa es tan elocuente como los datos económicos y estadísticas. El futuro está en la logística. El problema es que Torneros, uno de los primeros proyectos considerados realmente intermodales de España, que el Gobierno socialista prometió visionariamente en 2007 -hace 9 años ya- con 70 millones de euros de inversión y se acabó convirtiendo en otra esperanza desengañada de José Luis Rodríguez Zapatero, sigue siendo un erial mientras a su alrededor crece como la espuma la certeza de que el transporte y la logística son uno de los potenciales del despegue económico español.
El trampolín de las infraestructuras
Aquel monstruoso espacio es un lugar bendecido con la llegada del AVE y el tren de alta capacidad a León, consumada por fin en septiembre de 2015 aunque por una sola vía; bendecido también con el entronque de las autovías a Madrid o a Burgos y las autopistas hacia Asturias o Astorga en dirección a Galicia, así como los proyectos de las eternas autovía a Valladolid o León-Bragança (Portugal); y bendecido con un aeropuerto de cierta regularidad en vuelos regulares de pasajeros que jamás ha despegado en cuanto a mercancías por vía aérea.
Eso es la intermodalidad: tener un potencial por tren, por carretera, por aire y hasta por mar, en este caso hacia los puertos de Oporto, Gijón, Vigo o La Coruña. Es la intermodalidad lo único que tiene futuro, lo que prima en las nuevas estrategias de multimillonaria inversión de Europa, lo que destaca sobre el papel tanto el Plan Director de Promoción Industrial de Castilla y León como la Estrategia Logística del Ministerio de Fomento del Gobierno español. León, sobre el mapa, lo cumple con creces. Y sin embargo esta perita en dulce que representa León gracias a Torneros es una perita cuyo peral apenas se ha comenzado a plantar.
Un plan silencioso contra León
Desde que iLeon.com denunciara hace dos años que la planificación oficial de la Junta de Castilla y León apostaba por una estrategia que, dentro del Eje Logístico Atlántico primaba el corredor de mercancías Portugal-Salamanca-Valladolid-Palencia-Burgos, con la anuencia de sindicatos y empresarios, quedaba clara la apuesta de la Consejería de Fomento por el centro Valladolid-Palencia como nudo logístico. Y eso relegaba a León a un segundo o tercer plano, aunque el enconces consejero Antonio Silván, hoy alcalde de la ciudad, se afanara en insistir en que habría riqueza para todos, León incluido. Mientras, la plataforma de Torneros se retrasaba años en trámites autonómicos, como el impacto ambiental o la aprobación del Plan Especial, que no llegó hasta este mismo año 2016.
Esa apuesta no leonesa se materializó cuando la Junta decidió apostar abiertamente por concurrir a la jugosa financiación europea del plan Conectar Europa con tres proyectos, que defendió ante el Ministerio de Fomento: los proyectos de las terminales ferroviarias de Burgos y Salamanca y la base logística de Miranda de Ebro. León no sacó nada ese primer año pero ni siquiera los otros proyectos por los que la Junta apostó consiguieron un pellizco de los 11.900 millones de financiación que ponía Europa en el primer intento, decidido a principios de 2015. Fueron rechazados.
¿Por qué eligen León algunas grandes marcas?
Y es que León presenta objetivas características favorables, sobre todo en cuestión de distancias a los puntos claves, que se materializan en la apuesta de grandes firmas por la provincia como eje central de sus mercancías. Así lo evidencia la apuesta leonesa de marcas punteras como Inditex (Zara), Mercadona, Alsa o Tradisa (Volkswagen). Sin embargo, la estrategia oficial de la Junta seguía erre que erre considerando el eje que pasa por Valladolid como prioritario, casi único.
De ahí que la Junta insistiera en que la capital del Pisuerga albergara la gran central logística de agroalimentación para todo el noroeste, en detrimento de León, según los acuerdos firmados por Silván con el entonces alcalde pucelano del PP, o que se considerara que el de Villanubla tendría que ser el único aeropuerto, o al menos el único de referencia, en Castilla y León. Dos polémicas permanentes del regidor vallisoletano León de la Riba.
Y por segundo año, Salamanca y Burgos a por dinero europeoAntonio Silván, hoy alcalde de León, y su sucesor como consejero de Fomento de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones. / Carlos S. Campillo / Ical.
Con el cambio en la cartera de Fomento, el sucesor de Silván, el también leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, dio un cierto giro a la situación y abrió in extremis la posibilidad de que León, Torneros, pudiera ser impulsado con los fondos europeos de Conectar Europa. Aunque las pocas semanas disponibles hicieron que de nuevo la alternativa leonesa fuera rechazada, por el Ministerio de Fomento en este caso, según adujo la Junta en su defensa, y de nuevo Salamanca y Burgos vuelvan a ser este año 2016 los proyectos elegidos para 'pelear' por obtener dinero público, que está por ver si llega.
León podría ser puerto de puertos
Para León, jugar en la liga de las estrellas de la logística de mercancías es, ante la crisis generalizada de sus sectores productivos tradicionales, algo crucial. Baste conocer que puede ser clave para gran parte del flujo económico que genera en este sector el puerto de El Musel, en Gijón. 17,7 millones de toneladas se gestionaron desde este puerto de mar en 2013, aparte el tirón que supone la llamada Autopista del Mar que conecta por ferry con Nantes (Francia) y Gran Bretaña, bloqueada por motivos políticos casi dos años y que se encuentra en vías de reapertura.
También León puede ser muy relevante para los principales puertos gallegos, como el de Vigo, que supera las 4 millones de toneladas y que es puerta de entrada y sobre todo exportación de un sector importante para León como es la pizarra; o La Coruña, que pasa de 14 millones de toneladas anuales gestionadas.
Autovía León-Bragança, a Europa por la provincia
Pero la principal clave es internacional: se trata del puerto de Leixoes, de Oporto, la segunda capital portuguesa y el segundo puerto más activo del país vecino, con 187 millones de toneladas el pasado año 2015. Oporto mueve el 25% de toda la mercancía marítima de Portugal y aunque parezca alejado de León, no lo estaría tanto con el desarrollo de la autovía León-Bragança. Una vieja aspiración que apenas ha tenido buenas palabras políticas de la Junta y el Gobierno español y que no ha tenido nunca suerte en la lotería de los presupuestos, ni para hacer el proyecto siquiera.
Pero la León-Bragança es clave. Porque aunque Torneros sería una plataforma puntera en el sector ferroviario, lo cierto es que el 97% del transporte en España aún se hace por carretera. Y con esta autovía de apenas 22 kilómetros, incluso sin ella, las mercancías portuguesas se ahorrarían 153 kilómetros de tránsito hacia Europa pasando por León respecto a si lo hicieran por Valladolid: El tránsito por carretera desde el puerto de Leixoes en Oporto hasta El Musel en Gijón, a través de la provincia leonesa, alcanza los 563 kilómetros de distancia, mientras que aquel por el que apuesta la administración autonómica desde Leixoes al puerto de Santander por Valladolid suma 721 kilómetros.
Los argumentos son muchos. Y son contundentes, objetivos. El solar que hoy, nueve años después, sigue siendo Torneros, el papel mojado que es su ambicioso proyecto y la sequía de los presupuestos oficiales para con esta Plataforma Logística Intermodal leonesa son monumentos a la oportunidad perdida de la provincia de León. Quizá la última oportunidad.