La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), Organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), ejecutará actuaciones de restauración hidrológico-forestal en 65 kilómetros de tramos fluviales de la provincia de León en las que se invertirán 393.496 euros. La cuenta sale a 6.053,70 euros de inversión por cada kilómetro de río.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco MarIn, acompañado por el subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, fue el encargado de presentar este viernes estas actuaciones en la sede del organismo en Ponferrada. La selección de los proyectos se ha hecho con criterios técnicos de priorización sobre los tramos fluviales con más afección comprobada y avalada por las inspecciones de la guardería fluvial o a partir de las peticiones formuladas por los propios ayuntamientos beneficiarios de las mismas.
Como paso previo a esas obras se han realizado inspecciones de las zonas donde se actuará, comprobando los cauces con régimen de protección ambiental, los próximos a núcleos de población o viviendas aisladas y los que tienen ambas márgenes unidas por infraestructuras viarias, todo ello para evitar las incidencias más graves.
Para completar esas valoraciones se ha estudiado la tipología y complejidad de las actuaciones sin obviar el coste económico de cada intervención y constatar la urgencia manifiesta de los trabajos. Las actuaciones proyectadas pretenden compatibilizar la garantía de desagüe de los cauces fluviales frente a avenidas ordinarias en episodios de intensas lluvias con el mantenimiento de los valores ambientales existentes en los tramos a actuar y garantizar la seguridad para las poblaciones y sus actividades económicas, que podrían verse afectadas por las alteraciones hidromorfológicas de los ríos, señaló Marín, presidente de la CHMS.
Los de inspección han concluido con una programación de las actuaciones a realizar en los cauces fluviales más problemáticos, que consistirán, fundamentalmente, en desbroces selectivos con eliminación de vegetación alóctona y regularización morfológica del cauce con la retirada de elementos obstructivos, lo que permitirá el aumento de la resiliencia del río frente a perturbaciones naturales y antrópicas y a la mejora de la conectividad transversal y longitudinal de las masas de agua.
También se realizará un aumento de la sección de desagüe de los cauces con más problemas de desbordamientos y se procederá a la recuperación de riberas mediante técnicas de bioingeniería.