Ecologistas en Acción ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) un expediente sancionador contra el Ayuntamiento de León, y subsidiariamente contra la empresa concesionaria del mantenimiento de zonas verdes, por la tala del bosque de ribera en el río Torío a su paso por Puente Castro.
La actuación, ejecutada el pasado octubre, afectó a un tramo de no menos de cien metros, según la organización ecologista.
La denuncia, reiterada dos meses después de la primera sin respuesta, sostiene que se ha arrasado “a matarrasa” la vegetación de ribera, cortando por su base decenas de árboles autóctonos de gran porte —sauces, alisos, fresnos y álamos negros— y eliminando toda la vegetación arbustiva.
“Una actuación de estas características en modo alguno puede encontrar amparo en la legislación que protege el dominio público hidráulico”, ha advertido el colectivo tras calificar lo ocurrido como “grave agresión ambiental” sobre un ecosistema especialmente rico, hábitat de numerosas especies y corredor ecológico que contribuye a mitigar los efectos de las avenidas.
Ecologistas en Acción ha recordado que el incumplimiento de las condiciones recogidas en la declaración responsable presentada ante la CHD puede constituir una infracción “desde leve hasta muy grave”, en función de los daños ocasionados al dominio público hidráulico.
Por ello, ha reclamado que la CHD actúe “en ejercicio de sus competencias” y sancione la tala indebida y la eliminación total del bosque de ribera.
La organización ha criticado además la “marca de la casa” de la Concejalía responsable, que atribuye a una política reiterada de “arboricidios” en la ciudad. “Éste, por su magnitud y afección al dominio público hidráulico, no debería quedar impune”, ha subrayado.
El Ayuntamiento de León, por su parte, ha defendido la intervención en un informe técnico fechado el 7 de octubre.
El documento, firmado por el responsable del Servicio Municipal de Espacios Verdes, justifica la actuación por “criterios hidráulicos, estructurales y ambientales”, tras constatar una acumulación de vegetación espontánea en el cauce y las escolleras del Torío, sin labores de limpieza en al menos cinco años.
Según el informe, la proliferación de árboles y arbustos había comenzado a comprometer la estabilidad de las escolleras y la cimentación del puente de Puente Castro, además de reducir la capacidad hidráulica del cauce, “con el consiguiente riesgo potencial de desbordamientos e inundaciones en episodios de crecida”.
El técnico municipal asegura que se respetó la vegetación autóctona y que la eliminación se centró en especies invasoras como ailanto, falsa acacia y buddleja, cuya expansión “dificulta la regeneración natural de la flora ribereña”.
La actuación, añade el informe, se comunicó previamente a la CHD mediante declaración responsable y se considera “plenamente respetuosa con la normativa vigente en materia de aguas, medio ambiente y protección de cauces”, ajustándose a los criterios de “mínima afección y reversibilidad” exigidos por el organismo de cuenca.
Mientras el Ayuntamiento insiste en que los trabajos fueron “selectivos” y necesarios para garantizar la seguridad hidráulica y estructural, Ecologistas en Acción sostiene que el resultado evidencia lo contrario: “Se actuó prescindiendo del informe técnico y probablemente en contra de las previsiones contenidas en la declaración responsable”, ha denunciado la organización.
El colectivo ecologista ha concluido que no hay justificación para una “intervención sobredimensionada” que ha destruido un bosque de galería, clave para la biodiversidad y la protección frente a avenidas. La última palabra la tendrá la CHD, a la que se ha pedido que determine si hubo infracción y, en su caso, imponga sanción.