La concentración de 18.494 hectáreas en los Oteros I conllevará una inversión de 17,2 millones
La Junta de Castilla y León aprobó este jueves en la reunión del Consejo de Gobierno la declaración de utilidad pública y ejecución urgente la concentración parcelaria de la zona de los Oteros I, en la provincia de León, en la que invertirá más de 17,2 millones de euros. Esta actuación comprende los términos municipales de Castilfalé, Fuentes de Carbajal, Matanza de los Oteros, Matadeón de los Oteros, Santa Cristina de Madrigal y Villabraz.
Según explicó la portavoz y consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, este acuerdo permitirá concentrar 18.494 hectáreas de cultivo pertenecientes a 3.883 propietarios. De este modo, los agricultores de la zona contarán con fincas con el doble de superficie que en la actualidad, convirtiendo así las explotaciones en más rentables y mejorando la competitividad y la productividad.
El objetivo es dotar al proceso de concentración parcelaria de las herramientas jurídicas que permitan actuar a la Administración en la ordenación de la propiedad y en las infraestructuras necesarias para mejorar la competitividad y la productividad de las explotaciones agrarias, gracias a un dimensionamiento adecuado, haciéndolas más rentables.
La superficie de las parcelas de los agricultores se duplicará, pasando de 1,46 hectáreas de media a 3,17 hectáreas. Además, se contempla el diseño de caminos de nuevo trazado que, partiendo del casco urbano o de otras vías de comunicación de categoría superior, den servicio a zonas agrícolas significativas y una red de caminos secundarios que complete la red de caminos principales comunicándolos entre sí.
Estas obras forman parte del compromiso que el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, asumió para la presente legislatura de realizar inversiones en zonas de concentración parcelaria que comprenden más de 160.000 hectáreas. Con ese nuevo proceso, la Consejería de Agricultura y Ganadería ya se ha actuado en la Comunidad en más de 106.500 hectáreas, lo que supone más del 70 por ciento del compromiso.
Beneficios
Los procesos de concentración parcelaria son, según la Junta, una de las actuaciones “más eficaces” para conseguir adaptar la estructura de las explotaciones y reordenar e identificar la propiedad del suelo rústico. Aunque gran parte del territorio de Castilla y León ya está concentrado, el Gobierno autonómico es consciente de la necesidad de seguir avanzando en aquellas zonas que faltan y potenciando reconcentraciones donde sea necesario.
La concentración parcelaria es imprescindible cuando va vinculada a actuaciones de modernización o transformación de nuevos regadíos, ya que permite optimizar las inversiones a realizar y lograr una eficaz puesta en riego de las nuevas unidades de cultivo con sistemas tecnológicamente avanzados.
Entre los principales beneficios están los de productividad y competitividad con la corrección de desequilibrios, la mejora de la rentabilidad de las explotaciones al hacerlas más eficientes, el aumento de la posibilidad de diversificar producciones, el aumento de la eficiencia y la vida útil de la maquinaria, la mejora de la comunicación en el medio rural y la multiplicación de las funciones y los usos potenciales del suelo rústico.
Proporciona, además, beneficios socioeconómicos como la mejora del nivel de vida de los agricultores, la atracción de jóvenes y mujeres a la producción agraria, potencia el desarrollo de la industria agroalimentaria y facilita la comunicación en el medio rural. Las actuaciones de concentración parcelaria son una de las actuaciones más eficaces en el medio rural para potenciar la actividad y el empleo y constituyen una herramienta contrastada de lucha contra el despoblamiento y los desequilibrios territoriales.
Como ejemplo, el número de incorporaciones de jóvenes en zonas concentradas es un 40 por ciento superior a zonas no concentradas, y la inversión privada de los agricultores para modernizar sus explotaciones es un 36 por ciento mayor.
La mejora del ahorro energético, la reducción de la contaminación y del consumo de combustibles y la mejora de la calidad medioambiental son algunos de los objetivos de sostenibilidad ambiental que conlleva una concentración parcelaria. Así, en las concentraciones parcelarias se tiene en cuenta, de forma especial, la protección del medio natural, el respeto absoluto a los valores ecológicos, paisajísticos y ambientales de las zonas de actuación. Ayuda, además, a disminuir las emisiones de efecto invernadero (disminución de distancias un 40 por ciento, ahorro de combustible un 25 por ciento y reducción de un 25 por ciento del CO2).