El camión de la basura que atropelló y mató a Genarín no era 'La Bonifacia'

No es lo mismo el mito que la Historia. Y otro mito que cae en relación al de la muerte de Genarín según se revisan las fuentes históricas rigurosas. No fue 'La Bonifacia' el camión que 'mató' al santo pellejero en el tercer cubo de la calle carreras.

Fue otro vehículo. Un Ford AA que no era el De Dion Bouton que había comprado el concejal Bonifacio Rodríguez del Riego para el servicio de bomberos de León, sino que era uno de los dos propiedad de Marcelino Hidalgo, el contratista del Servicio de la Limpieza; como se llamaba entonces al de recogida de basuras.

No es lo mismo la poesía sarcástica que la realidad. Tampoco en el caso de Jenaro Blanco (como desveló ILEON.COM en 2017). Ésto ya se sabe gracias a las investigaciones de Francisco Javier González Fernández-Llamazares y Julián Robles, autores del libro 'De Genaro Blanco a bendito canalla', que se publicó el año pasado en el noventa aniversario de la muerte del conocido, míticamente, putero y pellejero leonés.

En realidad Jenaro Blanco –hasta para saber si el nombre era con 'g' o con 'j' como en la esquela hay dificultades serias para confirmarlo– era una persona educada y letrada en el orfanato que perdió su trabajo municipal en una privatización que le pudo convertir en un 'perdido' y que fue un buen padre como se puede leer en el artículo del enlace anterior.

La 'subida a los altares' de Genarín por parte de la Cofradía del Santo Padre Genarín es uno de los mayores logros de esta ciudad juerguista y socarrona. Todos los jueves santo se reúnen miles de personas en su honor en la más conocida procesión de los borrachos de toda España. Todos menos éste por culpa de la pandemia Covid-19, aunque Internet permitió 'salir' ayer a honrar al mito que se ha creado de él, al menos en Youtube.

Una trágica enfermedad que por llevarse, se ha llevado el premio del X Certamen de Versos Burlescos de Genarín. El coronavirus se ha llevado por delante la tradición tan leonesa de 'matar judíos' (ir de limonadas de bar en bar) y se ha 'trasegado' el premio de este 2020, que han quedado sin ganador “por falta de inspiración”. Ni versos burlescos ni limonadas ni Semana Santa, ni Genarín podrán disfrutarse en la calle en León por primera vez en la Historia.

Los dos autores, e ILEON.COM, se han dedicado estos últimos cuatro años a mostrar al verdadero personaje. Un Genarín del que hay tantas dudas de su vida real que hasta no se sabe bien si era con 'g' o con 'j' su nombre de pila, ya que la esquela salió esta última. O que la foto que todo el mundo dice que es de él sea falsa y de los años sesenta porque alguien la etiquetó así en Internet sin tener ni idea; para 'posturear' y conseguir 'me gustas' y seguidores, probablemente.

Así que no es de extrañar que en el caso del camión implicado en el siniestro que lo mató –y que le costó dos años de cárcel y multa de 5.000 pesetas a su joven conductor por causar el accidente debido a las prisas que tenía por llegar a la procesión del Dulce Nombre– también haya un error que se ha extendido muchos años y en toda la gente que sigue al 'santo pellejero' leonés. Además, Genarín murió el Viernes Santo, a las once de la mañana; no de madrugada.

Donde no lo hay, o al menos parece que por lo menos lo solicitado se cumplió, es en uno de los milagros de Genarín, el ascenso de la Cultural a primera división en 1956, cuando los cofrades 'regaron' con orujo los corners y los puntos de penalti del estadio de 'La Puentecilla' en plegaria al Santo. Cosa que se repitió en el Reino de León en 2015. Otra cosa es la validez del milagro según los cánones religiosos.

De este hecho, y de la historia legendaria, mítica y canalla, se puede ver en abierto en estos tiempos del coronavirus, el documental de Nacho Chueca. Una buena diversión, pero que no concuerda con los hechos históricos... más que de la parte de los cuatro evangelistas y la Cofradía del Santo Padre Genarín, y el evangelio apócrifo del escritor Julio Llamazares, han conseguido que su procesión borrachina sea el evento anual más importante de la ciudad, aunque le pese a los que defienden el título de Internacional de la Semana Santa religiosa.

El descubrimiento: no pudo ser 'La Bonifacia'

Los investigadores, autores del libro 'De Genaro Blanco a bendito canalla', lo tienen claro: “No puede ser 'La Bonifacia' el camión que mató a Genarín porque ésta era de bomberos y no del Servicio de Limpieza, que es como llamaban entonces al de las basuras. Está claro que no era el camión de bomberos marca DE Dion Bouton adquirida por el Ayuntamiento en 1928, que era la verdadera 'Bonifacia', o sea, un camión de bomberos en toda regla comprado expresamente como camión de bomberos, y no el vehículo que mató a Jenaro”, asegura Javier Fernández-Llamazares.

Y es que en algo bastante básico tienen razón, que es altamente improbable que un camión de bomberos se usara también como el de las basuras, como cree mucha gente. La vida hace un siglo podía ser un pelín más sencilla en lo tecnológico, pero después de haber pasado la pandemia de la gripe en los primeros años veinte... es increíble pensar que a nadie se le ocurriría vaciar un camión cisterna por las noches para recoger la basura. No sólo por salubridad, sino porque de causarse un fuego ya podía arder lo que fuera hasta los cimientos.

“El problema es que siempre se ha supuesto que León tenía un camión municipal. Y, claro, sobre esa premisa; pues tendría que ser 'La Bonifacia'; pero es que no es verdad. El Ayuntamiento tenía dos para los bomberos. El camión cisterna De Dion Bouton y un Ford Truck AA para la escalera. Pero es que además había dos camiones Ford AA más, los de Marcelino Hidalgo, que era el contratista del Servicio de la Limpieza, como se llamaba al de las Basuras. Y no sólo eso, sino que también había más camiones Ford de este tipo, ya que Auto Salón, de los Pallarés, tenía la exclusiva de la venta para toda la provincia”, manifiesta.

¿Entonces, si no era 'La Bonifacia', podía haber sido el camión auxiliar Ford? Así lo creía Miguel L. Salguero, y así lo han creído muchos con la foto de arriba. Pero no. No lo es. A preguntas de este periodista por datos que no cuadraban de forma lógica los propios investigadores han pasado tres días comprobando qué pasaba con esa foto.Y han tenido que reconocer que no, que no es la válida porque es la del Servicio de Bomberos.

Y no lo es porque los camiones de la limpieza tenían un colector de basura, como se puede comprobar en el dibujo de Gracia sobre la muerte de Genarín.

La verdadera 'Bonifacia'

Es Julián Robles el que explica la historia del famoso camión que compró el concejal y teniente de alcalde de León Bonifacio Rodríguez del Riego.

En la fotografía de dos párrafos abajo podemos ver las cómo era un camión de bomberos de la marca francesa De dion bouton. “Uno de ellos fue fabricado en 1927 y que fue adquirido en varias ciudades españolas, como Antequera, Ciudad Real o León”, explica el investigador.

“En nuestra ciudad fue adquirido tras aprobarse su compra en la sesión permanente del ayuntamiento celebrada el 30 de junio de 1927, en vista de las pruebas realizadas días antes en la plaza de San Marcelo, en las que se apreció que ”el agua subió más alta que la torre de la iglesia'. Era segundo teniente de alcalde de nuestro ayuntamiento Bonifacio Rodríguez del Riego, y el coche de bomberos fue conocido por ello 'La Bonifacia' debido a la típica forma de ser del siglo XIX de ponerle nombre a todo“, apunta.

Pero aquí está la clave para la confusión de la foto del Ford AA con escaleras. “La cosa es que junto al coche de bomberos se adquirió una camioneta Ford AA, cuya carrocería se acomodó para transportar escaleras y otros utensilios, y que podemos contemplar en la conocida fotografía. Ni una ni otra tienen nada que ver con la camioneta que atropelló a Genarín en 1929, que pertenecía a un particular, don Marcelino Hidalgo, que era el contratista del servicio de limpieza municipal”, revela.

Para Robles “era esta última una furgoneta cuya cabeza era también Ford AA, pero cuya caja se fabricó acorde a un colector de basura, como indica su expediente, la que resultó implicada en el accidente de Genarín”. Por desgracia, no hay fotos conocidas de ella, o por lo menos como protagonista; sólo queda el dibujo del siniestro realizado años más tarde por Gracia, en el que se puede ver más o menos cómo era esa caja colectora de la Ford que se vió implicada en la muerte del famoso pellejero.

Pero al haber tenido el Servicio de la Limpieza dos vehículos iguales, habría que ver si se ve la matrícula para asegurar que sería ese el camión de la imagen. Una buena forma de poner a todos los leoneses a trabajar para mirar fotos antiguas de los años veinte y treinta intentando localizar algún camión de la basura de aquellos tiempos.

La historia del Ford AA de la limpieza implicado en el accidente

Según la investigación de Robles y Llamazares, el Ford AA implicado en el accidente era propiedad de Marcelino Hidalgo, contratista que era del servicio de la limpieza pública municipal de la ciudad de León en la época.

“Era el vehículo particular con colector de basura número LE-1508, construido en Barcelona, con motor mecánico de la tercera categoría, marca Ford, construido en América, que hechas las pruebas necesarias, dieron éstas resultados satisfactorios, funcionando todo el mecanismo y los frenos con seguridad y precisión, según certificación expedida en León, a 7 de septiembre de 1928, por Antonio Martín Santos, Ingeniero Industrial, Ingeniero Inspector de Automóviles y Verificador de Taxímetros de la provincia de León, hijo de Melquiades Martín Rebolledo, del molino Sidrón”, explican en un breve que se publicará en un libro de próxima edición sobre la Historia de León.

Algunos años más tarde lo compró el Ayuntamiento de León, junto a otro vehículo de tracción mecánica Ford, número LE-1676 (la furgoneta tipo TT), también perteneciente a Marcelino Hidalgo, “para continuar destinados al servicio de la limpieza pública municipal, al que estaban adscritos anteriormente, por acuerdo del Pleno de 22 de diciembre de 1931, realizándose la transferencia de los expresados vehículos a nombre del Ayuntamiento”.

En 1956 el Ayuntamiento de León se deshizo de él, pasando el 21 de agosto de 1956 a ser propiedad de Luis Francisco Álvarez, vecino de Arbas del Puerto (el conocido Kiko de Arbas, cuya familia era propietaria de las áreas de servicio de la autopista a Asturias), que se lo vendió a Herminio González, vecino de Camplongo de Arbas, dos años más tarde, el 9 de diciembre de 1957. Su último propietario, se supone que antes de ir al desguace, fue el vecino de Pola de Siero Gustavo Pérez solicitando el correspondiente traspaso a su propiedad en el Registro de automóviles de la Jefatura de la provincia de Oviedo, a 7 de noviembre de 1959, habiéndose hecho en el Permiso de Circulación la última anotación el 8 de mayo de 1961.