Ya dicen los sabios que muchas veces lo mejor está por llegar y no es sencillo de alcanzar... ileon.com facilita el camino y ofrece las pistas para que descubrir un nuevo salón de café, escondido en pleno barrio antiguo.
Se llama Bellas Artes y, ubicado en la plaza Salvador del Nido es el lugar ideal para disfrutar de cafés, cócteles, helados, sorbetes y copas.
“Con el café ofrecemos un bizcocho casero de chocolate buenísimo”, explica Raquel divertida, propietaria de Bellas Artes. Para los más sibaritas existen exclusivos cafés: de Tenia, de Etiopía, de Jamaica.
El sorbete más especial: “La copa Raquel, elaborada con sorbete de frambuesa, stracciatela, chocolate caliente y nata”.
Otras especialidades son los sorbetes de manzana reineta, de higos, de mango, y de limón, con alcohol y sin alcohol. También hay a disposición del cliente muchas infusiones aromáticas de degustación, “unos 30 o 40 tipos”, explica Raquel.
Pero, sin duda, lo mejor del local es el ambiente. “Es un bar tranquilo, acogedor, donde viene gente de toda clase y nadie mira para nadie ni está pendiente de las conversaciones ajenas”. La joven explica que Bellas Artes es como “una gran familia”. “Es raro que venga alguien desconocido, al poco de venir se convierte en amigo”.
Otro de los puntos fuertes del 'rincón de Raquel' son las exposiciones de cuadros y fotografías que adornan sus paredes. La exposición actual se trata de la obra de una pintora asturiana, Yolanda, de paisajes rústicos leoneses y asturianos pintados al óleo y enmarcados.
Raquel decidió coger las riendas de Bellas Artes porque ella ya venía al local a jugar a los dardos con sus amigos. “El sitio me gustó porque tengo añoranza a esta zona: viví aquí de pequeña, y sin moverme por el tema lucrativo, si no por otros valores me puse manos a la obra”, recuerda. Han pasado más de dos años y, la joven, que además es maestra, “está encantada”.
No es un ambiente para niños pero el rango de edad se mueve desde los 20 hasta los 70. Bellas Artes abre de jueves a sábado a partir de las 20.00 horas hasta cierre y los domingos a partir de las 17.30.
De lo que más presume Raquel es de la armonía de su bar. “Se trata de un lugar tranquilo, para charlar y pasarlo bien, un punto de encuentro y contacto donde la gente quiere disfrutar de la gente”.