Los trabajadores del servicio de Transporte Urbano de Ponferrada (TUP) celebrarán a partir del próximo 31 de octubre tres jornadas de huelga a la semana -lunes, miércoles y jueves-, tras el fracaso de las negociaciones entre los responsables de la empresa y los representantes de los trabajadores en el marco del Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla).
El pasado día 11, el sindicato Csif anunció que los trabajadores iniciarían su protesta debido al impago de la nómina de septiembre, una situación que auguran que “se va a repetir” en el salario correspondiente al mes de octubre, según explica la representante sindical Mari Ángeles García.
Según la empresa, el motivo de ese impago es que el Ayuntamiento no ha abonado el déficit de explotación correspondiente al servicio del año 2017, lo que provocaría la “falta de liquidez” que la compañía argumenta. Ante la “falta de garantías” de que la situación se vaya a solucionar a corto plazo, los empleados optaron por convocar esta protesta “de carácter indefinido”. “No queremos ir a la huelga, nos han forzado”, explicó García.
En el plano práctico, la huelga entrará en vigor el miércoles 31 de octubre y se llevará a cabo los lunes, miércoles y jueves de cada semana. Esos días, sólo circularán los autobuses que se establezcan en los servicios mínimos, que aún se deben negociar con la empresa desde hoy hasta el día de inicio de la protesta, pero que los representantes sindicales auguran que se situarán en torno al 50 por ciento.
De cara a una eventual desconvocatoria de la huelga, la representante de Csif adelantó que es necesaria una “garantía de que la cosa se va a solucionar”. En ese sentido, reclamó una acción política a los representantes municipales en la sesión plenaria que el Consistorio de la ciudad tiene que celebrar este viernes. “Esperamos cualquier solución, si quieren cualquiera de los 25 concejales puede hacer algo, no tiene por qué ser el equipo de Gobierno”, afirmó.