Elena F. Gordón / Agencia ICAL

La Plaza Mayor de León vibró un Viernes Santo más con el ‘El Encuentro’ de San Juan y la Dolorosa, como punto álgido de una procesión de los Pasos que la lluvia respetó y que se celebró bajo un cielo totalmente cubierto y con una temperatura de cuatro grados. 

La música y los aplausos de los presentes arroparon el momento en el que el apóstol, frente a la antigua sede consistorial, al fio de las diez de la mañana, se arrodilló ante María, con otros once pasos como testigos, mecidos por los papones que los portaban y custodiados también por las manolas que los acompañaban.

La procesión partió puntual de capilla de Santa Nonia y minutos después de las ocho de la mañana asomaba por la Plaza Mayor el primer paso, el de la Oración en el huerto, al que seguirían el resto hasta completar la estampa que ofrece ‘El Encuentro’, que cuenta con una mención especial en la Declaración de Interés Turístico Internacional de la Semana Santa de León.

Diversas autoridades civiles y eclesiásticas, como el obispo Luis Ángel de las Heras; el abad de la Basílica de san Isidoro, Luis García; el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez, o el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, presenciaron el desfile, en el que el alcalde José Antonio Diez participa como bracero.

Las gradas y el aforo previsto en la Plaza para contemplar la procesión presentaban un lleno total, así como buena parte de los balcones que rodean el recinto y la sucesiva llegada de los pasos estuvo amenizada por las formaciones musicales. Tras concluir El Encuentro, la procesión prosiguió su larga marcha tras el habitual descanso para reponer fuerzas, para regresar al punto de salida.

Así, el Viernes Santo de León cumplió un vez más con su cita más relevante, organizada por la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, que fue fundada en 1611 y que recrea en sus conjuntos escultóricos momentos de la Pasión que van desde la Oración en Getsemaní hasta la muerte de Jesucristo.