Douglas Cortés es un peregrino más que ha venido desde Puerto Rico tan solo para conocer la Catedral de Santiago. Como compañera de viaje ha escogido a su hija de 16 años, Cristina, que se desenvuelve en inglés y parlotea un poco de español. La ruta que tenía marcada la familia desde un principio se ha modificado para aprovechar más días en la ciudad leonesa (de tres a seis días), y así conocer monumentos y tradiciones de la región.
A lo largo del trayecto se han ido encontrando con más peregrinos de todas partes del mundo, como Sebastián Wienbend de Dinamarca, que se vuelven a ver en reuniones que organizan ellos en sitios estratégicos, en este caso en la Catedral de León. Estas reuniones las utilizan como terapia para darse ánimos unos a otros, o simplemente para hablar de temas del país. Cortés asegura que uno de los temas con más éxito entre los peregrinos es la crisis mundial.
Douglas se queda de León con la buena comida y la gente cercana, pero sobre todo con el mercado que se celebra todos los miércoles y sábados en la Plaza Mayor y que junta a gran cantidad de personas; sin embargo declara que 'es una vergüenza tener que pagar por entrar a un edificio religioso, que es al fin y al cabo solo eso, un edificio' refiriéndose a la Pulcra Leonina. La mejor experiencia para Cristina ha sido poder ver la final de la Eurocopa y cómo España ganaba frente a los italianos.
El abogado se mudará a la ciudad con su familia completa en dos años, para ejercer su profesión y disfrutar del buen tiempo español.