Pueblos de León instan a calzar las tradicionales madreñas o galochas contra la transmisión del coronavirus
A nuevos males, viejos remedios. Eso es lo que piensan en no pocos pueblos de León, para muchas situaciones, pero más aún si cabe para la excepcional y dura vivencia que supone convivir con la pandemia sanitaria que ha provocado la infección por coronavirus, también en los núcleos rurales de la provincia.
Viejos remedios como por ejemplo en materia de calzado. Porque el uso ancestral, tradicional, de artículos tan en desuso ya como las madreñas, también llamadas galuchas en otros pueblos leoneses o albarcas en latitudes cercanas, está siendo recomendado por algunas autoridades locales para afrontar con mayores garantías de aislamiento y seguridad ahora que arrancará la fase de desconfinamiento del fin del estado de alerta.
Para muestra, el botón que ha dado a conocer el alcalde de Burón, el veterano regidor del Partido Popular en el Ayuntamiento de Burón, en plena Montaña Oriental leonesa, enmarcada en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, hasta no hace tanto Picos de Europa.
Porfirio Díez ha emitido un bando oficial en el que insta a los vecinos a recuperar, con afán de protección sanitaria, el uso generalizado del tradicional calzado de madera, mayoritariamente en desuso ya, por desgracia.
Aduce el regidor que “en nuestro recuerdo tenemos como protagonista un elemento característico de nuestra montaña, familiar, humilde, práctico, limpio, higiénico y ahora también preventivo”. Porque más que la madreña en sí, lo que ahora puede ayudar a salvar vidas es el gesto con el que siempre se usaron en los núcleos rurales, que no es otro que dejar el calzado 'aparcado' en el quicio de la puerta de entrada.
“Nuestra costumbre de dejarlas a la puerta de las viviendas puede prevenir que el virus Covid-19 entre en nuestras casas. Es por lo que desde el Ayuntamiento de Burón recomendamos el uso de las madreñas para desplazarse por las vías públicas del municipio como medida preventiva”, insta el alcalde en un bando junto a la insistencia de otras medidas de higiene, como cambiarse frecuentemente de ropa o lavarse las manos a conciencia.
En el escrito dirigido a sus vecinos, Diéz les desea “que todos estéis bien, no sólo física, sino también anímicamente”. Porque “para mantener la esperanza y la salud es imprescindible conservar la rutina física y mental y tener abiertos los cauces de la comunicación exterior con la familia, los amigos y los vecinos”, algo que a su entender se podrá realizar con más garantías si el traslado exterior se realiza sobre madreñas, más en “estos tiempos de incertidumbre y de desconocimiento sobre cuáles son las vías de transmisión de la Covid-19”.
