La compañía Azucarera ha anunciado que abordará una reorganización de sus instalaciones, cesando la molturación de la fábrica de La Bañeza, lo que supone el cierre de la factoría; la única que quedaba abierta en la provincia de León. Ocurre lo mismo en Miranda de Ebro (Burgos), quedando operativa como refinería de azúcar en el norte de España. Azucarera centrará toda la producción de azúcar de remolacha en Toro (Zamora). “El objetivo de garantizar la sostenibilidad del negocio a largo plazo y recuperar su competitividad en el mercado”, indicaron fuentes de la empresa.
La empresa toma esta decisión después de haberse planteado un expediente de extinción de empleo (ERE) en los siete centros con los que cuenta en España, entre ellos el de La Bañeza. La fábrica de La Bañeza daba empleo a 150 personas de forma directa y a un millar de forma indirecta, en otros sectores como la agricultura y el transporte, según las cifras que aportan sindicatos. Azucarera es una filial del grupo británico Associated British Foods (ABF), dueño también, entre otras marcas, de la textil 'lowcost' Primark.
Cabe destacar que León fue, el año pasado, la provincia de España con mayor producción de remolacha; con un total de 10.041 hectáreas cultivadas. Sin embargo, fuentes sindicales apuntaban a una caída del 50% del cultivo de remolacha en la zona norte, en relación con las 23.100 hectáreas cultivadas en al anterior campaña. Además, durante el año 2024 se molturaron en la planta leonesa 687.210 toneladas de remolacha.
La planta de La Bañeza llevaba en funcionamiento desde 1931, era la última que quedaba en funcionamiento en la provincia de León después de los cierres de la azucarera Santa Elvira (cerrada en el 1992), en la ciudad de León, y Veguellina de Órbigo (desaparecida en 1998).
“La decisión de concentrar toda la molturación en un único centro es la única manera de garantizar nuestra sostenibilidad y el futuro de la empresa. La hemos tomado tras un profundo análisis de todos los escenarios posibles”, señaló el consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero.
El alto ejecutivo explicó que se trata de “una reestructuración justificada por la confluencia de múltiples variables estructurales: unos elevados costes resultantes de mantener tres fábricas operativas; la volatilidad del precio del azúcar, intensificada por las importaciones procedentes de terceros países en condiciones de mayor ventaja; o la caída de las producciones de remolacha debido a la prohibición del uso de sustancias activas. Este proceso nos permitirá canalizar nuestro esfuerzo inversor en mejorar nuestra eficiencia y, en general, la operatividad de la fábrica, garantizando así la sostenibilidad de la compañía”, informa Ical.
La empresa recalcó que ante un contexto agronómico, económico y regulatorio “desfavorable”, Azucarera no ha conseguido en los últimos años los resultados esperados a pesar de los “esfuerzos” comerciales y los proyectos de inversión e innovación realizados. Esta reestructuración conlleva la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo, justificado por causas económicas, productivas y organizativas, que afectará a 251 empleados de todos los centros productivos de la compañía, incluidas las oficinas de Madrid y Barcelona. Azucarera inició hoy el período de consultas con los representantes de los trabajadores y promoverá una negociación que “ayude a buscar soluciones efectivas y respetuosas con los afectados”.
Con esta nueva configuración operativa, Azucarera aseguró que “recuperará su competitividad y seguirá siendo el proveedor de referencia en el mercado ibérico”. Para ello, la compañía dispondrá de tres centros de producción de azúcar situados en ubicaciones “estratégicas”: Jerez de la Frontera (Cádiz) y Miranda de Ebro, próximos a puertos comerciales, y Toro. Además, seguirá contando con dos centros de envasado, uno en el norte, en Benavente (Zamora) y otro en el sur, en Jerez de la Frontera.
La empresa producirá azúcar la mayor parte del año en el sur y, ahora también, en el norte de la península con la refinería de Miranda de Ebro, y realizará, además, la campaña de molturación de remolacha en la fábrica de Toro. “Esta restructuración nos permitirá ser más eficientes y competitivos, al tiempo que seguiremos suministrando azúcar al mercado con agilidad, manteniendo los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria”, destacó Rivero.
“La molturación de toda la remolacha del norte en Toro nos permitirá reducir costes de estructura, gracias a la concentración de toda la producción en una sola fábrica, nos ayudará a ser más eficientes y a dedicar más recursos a mejorar la agronomía del cultivo. Seguiremos al lado de nuestros remolacheros como hasta ahora y trabajaremos para mejorar la rentabilidad de la remolacha frente a cultivos alternativos, a la vez que garantizamos la continuidad del negocio y la estabilidad del empleo”, afirm el consejero delegado.