Tras nueve años de pugna administrativa y judicial, y casi 15 después de que se produjeran los graves daños medioambientales por las obras de la Variante de Pajares que ha de unir por AVE León con Asturias, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapama) por fin ha obligado a la empresa pública Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a adjudicar el contrato por 190.000 euros para la redacción de un estudio sobre medidas correctoras y compensatorias de la declaración de impacto ambiental del nuevo y polémico acceso ferroviario.
Según informa en un comunicado la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores, esta demanda ha sido atendida “tras muchos escritos, denuncias y recursos iniciados en 2009” por la asociación Lacerta, agrupando a numerosos pueblos afectados en la montaña leonesa, después por la propia Federación. Detrás subyace el 'robo del agua' que la falta de previsión y estudios técnicos dejó sin este líquido a numeroso acuíferos de la Montaña Central de León, lo cual desecó ríos y arroyos, así como fuentes, según detalló ya en 2014 iLeon.com.
Desde que se produjeran esos daños, las entidades afectadas por la variante han exigido que se haga un planteamiento de restauración integral de la zona, modificando la declaración de impacto ambiental de 2001, que, como se ha reconocido y visto su perjudicial efecto, era totalmente inadecuada.
La Federación ha apuntado que la duración para la elaboración del estudio es de 18 meses, por lo que habrá que esperar para empezar a discutir públicamente cuáles deben ser las soluciones.
A este respecto, Lacerta y la Federación de Concejos de León han vuelto a exigir “a las administraciones provincial (Diputación) y autonómica (Junta de Castilla y León) que se comprometan económicamente con los pueblos de León”, pues dentro de 18 meses se tendrán que hacer alegaciones al proyecto que plantee Adif, y “eso exige un esfuerzo técnico y económico muy importante”.
Asimismo, confían en que la adjudicataria del estudio, Instituto de Estudios de la Tierra, “con técnicos muy experimentados y cualificados, sean sensibles a los gravísimos problemas a los que se enfrenta el futuro de la zona afectada”.
Entre ellos, destacan los daños en los acuíferos de la zona, que los afectados califican de irreparables, a lo que se une que la perforación haya provocado que algunas poblaciones de la vertiente leonesa, como Villamanín o Rodiezmo, tengan constantes problemas en el abastecimiento de agua. A día de hoy se estima que tras el mastodóntico proyecto ferroviario existe un trasvase anual de 12 hectómetros cúbicos (unos 12.000 millones de litros de agua) procedentes de ríos, arroyos y acuíferos de la provincia de León hacia Asturias.
Esto hace un cauce constante de agua con el que se llenarían 2,2 veces cada año el cercano embalse de Casares de Arbas, a razón de 350 litros por segundo: todo un río que corre paralelo a los túneles por los que se espera desde hace diez años que el AVE circule hasta a 250 kilómetros por hora.
Un informe interno, el más exhaustivo hasta ahora, bajo el título 'Los túneles de Pajares' repasaba en el año 2009 los daños: 13 fuentes y manantiales leoneses perdieron casi toda o toda su agua (Fuente Vieja de Beberino; manantial de Rabocán; fuente de Cabornera; abrevadero de Cabornera; manantial El Robleo; manantial El Machaico; fuente de Las Cangas; fuente Pingamiecha; fuente El Riesco; fuente de Los Ladrones; fuente Merienda; fuente Los Cerraones; y fontón El Viso y otros).
Otros 13 tramos de ríos perdieron caudal hasta en un 31% (ríos Casares; arroyo Folledo; arroyo Alcedo; río Viadangos, río Valgrande; y río Bernesga). Se produjeron hasta nueve sumideros por colapso de cavidades kársticas (es decir, simas en la superficie que caen a fosas profundas, en Geras; arroyo Folledo; río Casares; la Hoz del Cólito; La Reguera; y arroyo Alcedo, donde se contabilizan cuatro diferentes.
Y según las mismas fuentes oficiales, hubo “fuerte disminución del caudal o secado del abastecimiento” de agua a los pueblos de Beberino; Ventosilla de la Tercia; Paradilla de Gordón; los manantiales de San Antón y Canalina Izquierda de Rodiezmo; el manantial de La Malena y el de La Hoz de Simiel también en Rodiezmo; y la fuente del Turrón en Casares de Arbas.
Del resultado del procedimiento iniciado a instancia de Lacerta y la Federación de Concejos dependerá el nivel de inversiones correctoras y compensatorias que hagan en la zona, ha señalado la Federación en la nota.