Décimo aniversario de un leonés que fue presidente Zapatero

C.J. Domínguez

Hoy estas palabras cumplen exactamente 10 años: “Quiero convertir esta victoria en una victoria de todos; me propongo fortalecer el prestigio de las instituciones democráticas, impulsar la España social, situar a España en la primera línea de la construcción europea y guiarme en todo momento por la Constitución. Me comprometo a un cambio tranquilo, a gobernar para todos, con humildad... y os aseguro que el poder no me va a cambiar”.

Las pronunció en la noche del 14 de marzo de 2004 un político leonés llamado José Luis Rodríguez Zapatero. Acababa de ganar las elecciones generales frente al candidato del Partido Popular, Mariano Rajoy. Esa noche marcó sus prioridades, que resumió en el siguiente video:

Se trataba de unas palabras condicionadas por la violencia de días atrás, con 191 muertos por el atentato islamista del 11-M, que le hicieron conjurarse esa noche contra todo tipo de violencia, haciendo así un guiño al 'No a la Guerra' que había prendido en la sociedad española. Ese día muchos leoneses que le habían conocido desde pequeño no terminaban de dar crédito a lo que veían, apenas acostumbrados todavía de que sólo cuatro años atrás fuera elegido, igualmente por sorprensa, líder del Partido Socialista a nivel nacional.

Aunque con minoría, Zapatero formó un Gobierno en el que se rodeó de sus primeros espadas de aquella noche, como Jesús Caldera o José Blanco, y situó en la cabeza a otras figuras como Solbes o María Teresa Fernández de la Vega. El Consejo de Ministros celebró en León en julio de ese mismo año el hito de reunirse por primera vez fuera de La Moncloa para hacerlo en el Parador de San Marcos e iniciar, entre otras decisiones, una carrera de compromisos de inversión para la provincia leonesa que acabaron siendo su victoria y su fracaso.

Los más de 8.000 millones invertidos en la provincia bajo su mandato, y varios logros ya consolidados para León y el Bierzo, quedaron poco a poco sepultados por retrasos e incumplimientos de muchos proyectos. Fue un declive lento pero imparable, que apenas se contuvo en su relección en 2008, cuando la crisis financiera y económica, errónaeamente negada, ya comenzaba a hacer tambalear un prestigio conseguido en el primer mandato, sobre todo basado en avances sociales históricos, como la Ley de la Dependencia, de la leonesa Amparo Valcarce. La puntilla llegó el día en que, bajo presiones internacionales, anunció en el Congreso de los Diputados una batería de congelaciones y recortes que fueron a la postre su puntilla y que se convirtieron en el argumento de su reciente libro 'El dilema: 600 días de vértigo'.

El caso de Valcarce fue sólo uno en la amplísima nómina ex compañeros y amigos leoneses que Zapatero situó en altas esferas políticas y administrativas. Todo ello unido convierte aquella época iniciada hace 10 años exactamente hoy en una etapa histórica sin precedentes, difícilmente igualable en el futuro respecto a que un leonés alcance tan elevado puesto de relevancia política. Otra cosa es la valoración personal que cada lector haga de lo que ocurrió a partir de aquel 14 de marzo de 2004 y que hoy se conmemora.