El debate sobre el estado de la comunidad no tiene eco en León

j manuel lópez

La radiografía sobre la salud económica y social de Castilla y León ha pasado sin pena ni gloria y apenas ha suscitado el interés de la mayoría de los leoneses, tanto por el análisis en sí, que deja entrever más impuestos, como por el reflejo mediático en la mayoría de los medios de comunicación que han limitado la mayoría de la información a la intervención del presidente Juan Vicente Herrera y a la del portavoz de la formación socialista, Óscar López.

En este escenario mediático de casi dos únicos protagonistas, apenas se dibuja un esquema de las propuestas de Izquierda Unida. Y la tesis expuesta por el portavoz del grupo Mixto, el leonesista Alejandro Valderas, se limita a una referencia casi folclórica de las aspiraciones leonesas, tal y como la reinterpretación del estatuto que permita la vieja aspiración de una autonomía leonesa. Todo ello dentro de un clima de apropiación indebida de competencias regionales desde el gobierno de España, que el propio Alejandro Valderas ha contabilizado hasta en 28 casos.

El presidente Herrera introdujo con mucho sigilo en su intervención no ya lo que es visible y oficializado en el Boletín Oficial, sino lo que ha de venir, sobre todo teniendo en cuenta la posible merma de los ingresos del Gobierno Autonómico, además del resto de las medidas que puedan llegar impuestas desde Madrid.

Un plan

Juan Vicente Herrera ha querido involucrar al resto de las formaciones en las decisiones que haya que tomar a partir de ahora y a medida que los datos de la gestión de 2012 se vayan haciéndose visibles. De ahí el Plan de Estimulación y Crecimiento con el que Herrera no quiere quedarse en solitario cuando urjan nuevas medidas restrictivas.

Desde su discurso de investidura, Herrera ha tenido que cambiar el blindaje de entonces a los servicios básicos como la sanidad, la educación y el área social por una llamada al consenso en forma de pacto de sostenibilidad para elegir y priorizar qué no se debe tocar y qué área puede ser objeto de nuevas medidas.

Habrá que arañar un poco más la asfixiada cartera del contribuyente y por eso el presidente Herrera ha hablado de más medidas fiscales, como las que ya ha puesto en marcha con el céntimo sanitario.

Al constitucional

Si Juan Vicente ha tratado de pasar lo más de puntillas posible sobre el afilado campo de los recortes que llegan impuestos desde Madrid, Óscar López ha prestado especial interés en insistir en que todos los recortes aprobados y en especial los últimos han dejado a esta Comunidad con muy pocas posibilidades.

El portavoz de los socialistas en la Cámara Territorial ha dejado entrever, e ironizado, sobre el fervor con el que Castilla y León asume los recortes dictados desde Madrid y una prueba para demostrar lo contrario sería trasladar al Tribunal Constitucional en nombre de los castellanos y leoneses las últimas decisiones, como la rebaja de la prestación a los desempleados a partir de los siete meses, como medida de estímulo para mostrar más empeño a la hora de buscar trabajo. Todo ello en un escenario en el que ha subido el paro, que ya alcanza a 220.000 habitantes de esta comunidad.

Las treinta iniciativas que puso sobre la mesa Óscar López tiene por objeto la creación de empleo, el incentivo a la reactivación económica y empresarial, ambas muy ligadas.

Aunque el debate fue retransmitido en directo por Castilla y Léon Televisión apenas ha tenido repercusión en la sociedad leonesa, que se siente bastante al margen de una comunidad que en líneas generales entiende que carece de una vertebración y que se ha convertido en pequeños territorios, algunos mimados con fondos públicos, otros abandonados a su suerte, como es el caso de León, un idea que comparten muchos leoneses.

Autonomía

Aunque el discurso del portavoz del Grupo Mixto Alejandro Valderas ha pasado tan desapercibido y sin apenas visibilidad en los medios de comunicación, el político leonesista ha dejado claro que no entiende la opacidad de las cuentas públicas y ha insistido en la permanente absorción de competencias regionales, hasta un total de 28, que lleva a cabo el Gobierno de España ante la falta de respuesta del propio gobierno regional, que da por buenas estas prácticas.

Alejandro Valderas ha vuelto a insistir en el que ha sido el eje de su intervención; para hacer lo que hace la Junta de Castilla y León sería suficiente una gerencia y sería necesaria una reinterpretación del mapa autonómico.

¿Conclusión? Parece claro que Castilla y León tiene miedo a mirarse con detalle al ombligo, tanto por el momento actual que atraviesa, con un desagarro muy preocupante del tejido productivo, como por lo que aún deberá venir impuesto desde Madrid. De ahí que quienes les compete gobernar tengan por principal objetivo comprometer al resto de las formaciones en las medidas que haya que tomar en los próximos meses.