El acusado del asesinato del taxista de Ponferrada dice que actuó amenazado

Efe

El acusado del asesinato de un taxista de 34 años en Ponferrada en 2008 ha asegurado que actúo amenazado y bajo coacción de un segundo implicado, que fue quien disparó al joven en la cabeza, y que falleció durante la tramitación de esta causa.

P.R.A. se ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de León por los hechos acontecidos en la noche del 19 de agosto de 2008, y ha confirmado que su acompañante, F.D.G., fue el que disparó a otro taxista y a un marmolista en Salamanca antes de ser detenidos en Cistierna (León) por amenazar con el mismo arma a un guardia civil.

El acusado ha mostrado su arrepentimiento y ha afirmado que desconocía las intenciones de su acompañante, que le amenazaba con matarle a él y a su familia “si no le ayudaba a delinquir”, cuando se reunieron en la noche de autos, en la que habían quedado para “ir a trabajar” y requirieron en la Estación de Autobuses de Ponferrada los servicios de un taxista.

Antes de acceder al vehículo, F.D.G alertó de que “le iban a dar un palo” y mostró su arma al acusado de “forma intimidatoria” para introducirse después en su interior, colocándose el imputado en el asiento delantero y el otro implicado detrás, y guiar a la víctima hasta un paraje apartado y sin asfaltar en la salida de la localidad de la Venta de Albares.

Según ha declarado el acusado en la vista oral, cuando llegaron a este lugar el taxista, que “desconfiaba” de sus pasajeros puesto que miró en repetidas ocasiones por el retrovisor, intentó salir del vehículo sin éxito, ya que fue en ese momento en el que F.D.G. le disparó en la cabeza y acabó con su vida.

Fue entonces cuando el acusado ha garantizado que expresó su deseo de irse del lugar y el otro implicado le amenazó con dispararle y le reclamó que le ayudara a sacar al taxista del vehículo, una acción en la que P.R.A. ha asegurado que finalmente no participó.

F.D.G. se introdujo después en el taxi para intentar arrancarlo, sin llegar a conseguirlo puesto que había colisionado contra un árbol, y se apoderó de la recaudación y distintos efectos del joven fallecido, según han confirmado los agentes que acudieron a la escena del crimen alertados por un camionero que al rebasar la zona observó un coche junto al cual yacía una persona.

A continuación, ambos se dirigieron a pie hasta una cafetería de Bembibre, donde su propietario ha testificado que el acusado se comportó “con normalidad” y su acompañante con actitud “calculadora”, para a continuación tomar un tren a Ponferrada, según capturaron las cámaras de la estación a pesar de que el acusado asegura haber pasado la noche en la primera localidad.

Una vez en Ponferrada tomaron un taxi hasta la vivienda del acusado en Cabañas Raras.

Nueve días después ambos se encontraban en Cistierna cuando dos guardias civiles les identificaron y procedieron a cachearles y F.D.G. sacó una pistola y apuntó a uno de ellos a la cabeza, hasta que los agentes lograron reducirlo y trasladarlo a dependencias policiales, donde el acusado le señaló como responsable del crimen de Ponferrada, y del disparo a un taxista y a un marmolista en Salamanca, sucesos en los que ha rechazado que participase de forma activa, aunque el sobrino del segundo ha testificado que su tío acusó a ambos.

Una declaración que “resultó creíble” y surgió de forma “espontánea” al considerar el acusado que “ya no temía por su vida”, ha afirmado los agentes implicados.

Tras su declaración, se hallaron, por instrucciones del imputado, los efectos personales del taxista y varios cartuchos enterrados a escasos metros de la vivienda de su vivienda.

En la calificaciones previas el Ministerio Público solicita para el acusado veinte años de prisión por un delito de asesinato, cinco años de cárcel por robo con violencia con uso de armas y un año y once meses por tenencia ilícita de armas.

La vista oral del caso proseguirá mañana en la Sección Tercera de la Audiencia provincial de León a las 10,00 horas.