Sin el apoyo explícito de los socialistas leoneses, Tudanca, como secretario general PSOE autonómico, pierde enteros, o mantiene un puesto devaluado en cuanto a representatividad autonómica. Es mi apreciación ante los últimos aconteceres de discordancia sonora con Cendón, por ejemplo, y la aprobación de la Diputación de la Moción por la Autonomía leonesa.
Mas, creo que se equivocaba al tildar esta Moción aprobada en la Diputación, como un localismo. No es tal, cerrar los ojos a la realidad que están viviendo los leoneses, amarrados a un ente autonómico, y tratar de convencerlos de lo contrario, es un falso concepto de la situación. Mi consejo es que se preocupe de su afianzamiento socialista autonómico, en lo personal y partidista si quiere perseverar en política, pero no pretenda ridiculizar lo leonés, que ni es buen camino, ni le va ayudar en nada.
Lo que propone, intentando endulzar a los leoneses la estancia, eso de ofrecer “una verdadera descentralización” suena a engañabobos, dado que, si lo estima necesario en este momento, por qué no lo proponía antes cuando los desengaños nos iban dejando colgados.
Ahora... ¡Ojo! Tudanca: empezar a rectificar, no es que sea de sabios, como dice el refrán, es, en este caso al menos, es de estricta necesidad para empezar a poner las cosas en su sitio. Lo de echar balones fuera, acusando de todo lo malo ocurrido en el ente autonómico al PP, aun encajando en la más estricta realidad, él y otros se lo venían tragando, y eso es dolo manifiesto. Tampoco es bueno que trate de colgarse medallas.
Su comunicado, en el que se pueden apreciar “lágrimas de cocodrilo”, encierra verdades como puños, pero que en estos momentos vienen a mostrarnos que si alguien tenía razón, eran los leoneses, los ciudadanos leoneses, maltratados, y que si alguien se equivocada con mayor o menos gravedad, a sabiendas, o por imposición partidista contra la que no osaban revolverse, eran los políticos del ente autonómico, y los colaboracionistas. Esto era y es incuestionable.
Tampoco es bueno que ponga el pie sobre un supuesto freno, porque huele mal el ferodo, cuando cita como controversia al Bierzo, o dice que se ha hablado por Zamora, por Salamanca, cuando lo que se ha hecho con ellas es citar a la Región Leonesa, nunca abolida y sí maltratada.
Allí estaba, allí, allí; allí estaba que yo lo vi
El alcalde legionense, con madera y maneras de líder, artífice del 'movimiento socialista de liberación leonesa actual' para salir del cepo llamado Castilla y León. Se mueve con soltura desde, o allende su alcazaba de poder local, sabiendo salir o replegarse a conveniencia cuando su partido se lleva el dedo de silencio a los labios, o el sentir leonesista, de modo especial el sociopolítico, empuja, se manifiesta o calla.
En la acera de Botines, entre banderas ondeantes leonesas, quiso permanecer un tiempo con las gentes leonesas cuando en la Diputación se marcaban posiciones sobre la conveniencia de dar un sí o un no a la Moción por la autonomía leonesa.
He dicho gentes leonesas, y me ratifico en ello, pues aunque hubiera una mayoría legionense, esto es los que viven en Legio, era bastante más que destacable la presencia de leoneses, ya provenientes de sus lugares en la diáspora, ya de connotación regional, que en verdad contribuían a calentar el ambiente, haciendo notar su presencia y su mensaje, de modo especial y perdónenme otros, el Colectivo Leonesista en Cataluña 1188, por ejemplo.
José Antonio Diez, el alcalde legionense, dijo entonces: “Me interesa muchísimo saber cuáles van a ser los pasos que dé mi partido, y en qué sentido”.
Días después, cuando la resaca de la euforia del SÍ, pasaba de ser un elixir a trucarse en acíbar federal sociata, en muchos leoneses y leonesistas se instala una duda razonable de frustración. Entonces sale, de nuevo José Antonio, y es de agradecer por ser activador de voluntades, para mostrar su disconformidad con la federal del PSOE, si bien, con estilo puritano elude citar nombres, algo siempre oneroso, y lo hace para mostrar que para nada comparte que lo acontecido en la Diputación de León sea tan sólo “un toque de atención” a la Junta autonómica. Una peregrina salida que no se la creen ni ellos, digo yo.
El fondo de la cuestión, cuestión leonesa, es muy otro, el de libertad y derecho constitucional a autonomía propia que nos asiste, y que inexplicablemente se empeñan en tamponar, con la alquimia de una mentira inveterada. Mas, nos recuerda, no obstante, que también hubo voces ministeriales favorables.
Sabido es que como la más idónea salida hacia autonomía propia tiende a colocar la versión uniprovincial, legal y legítima sin duda alguna, otra cosa es el tampón, digo yo, ante una demanda histórica que nunca han querido tener en cuenta, tal parece que se hayan tragado su propio señuelo al no. Descorazonador, pero los votos del pueblo como van llegando, ante tan zopenco proceder, se sienten poderosos. Porque la coletilla que añade José Antonio, de la posibilidad de unirse con Asturias, es eso, coletilla, por dar otra opción.