Ejemplaridad: el palacio de Grajal de Campos
La compra por 6 pesetas (una por propietaria) del Palacio de Grajal de Campos y la rehabilitación iniciada por Francisco Espinosa, su alcalde desde hace más de 30 años, ha dado como resultado un pueblo que ha sido elegido por la Escuela- Taller de Música Antigua, para realizar el primer Curso-Festival de Música Antigua que ha sido un éxito y ha colocado a Grajal de Campos en León, España y Europa.
Estos son los ejemplos con los que a través del esfuerzo y del arte y la cultura, la mal llamada España Vaciada, se levanta, se muestra al mundo y da un ejemplo a nuestros políticos.
El Palacio de Grajal, fue construido por los señores de Grajal a comienzos del siglo XVI. Este señorío tiene su origen en 1412 en la persona de Hernando Gutierre de Vega que instituyó mayorazgo en 1427. Su hijo, Hernando de Vega, comendador mayor de Castilla y `presidente del Consejo de la Orden de Santiago, se alineó con Carlos I en la Guerra de las Comunidades y debió empezar el palacio, pues en él se aprecian diversos motivos santiaguistas. Falleció en 1526. Lo acabaría su hijo Juan de Vega y Enríquez de Acuña, embajador en la Santa Sede y en Trento y virrey de Sicilia, a quien Felipe II le concedió el título de Conde de Grajal. En 1523 consta que se construía el cuerpo de enlace del palacio con la iglesia de San Miguel.
Se encuentra ubicado en la estructura medieval de la villa configurando una interesante plaza con la Iglesia de San Martín. Tiene planta cuadrada con la fachada sencilla, al oeste, con dos torres en los extremos. Otra fachada con galería intermedia da a la plaza referida. Al este se desarrollaban los jardines renacentistas hoy perdidos. El patio, de forma rectangular, consta de dos pisos con arquería de medio punto rebajada. Lo más interesante sin duda, es la escalera renacentista de dos tramos y que arranca de sendos vanos adintelados desembocando en otros dos similares; es probablemente de 1523 cuando se construyó el enlace con la Iglesia. A mí, especialmente me gustó muchísimo el jardín renacentista, una pena que se haya destruido el gran corredor.
Restauración del palacio
Este palacio se encontraba en ruinas. Francisco Espinosa, obrero en el País Vasco, se jubila y vuelve a su pueblo, se presenta a las elecciones y gana, con un único interés, recuperar para el pueblo el Palacio en ruinas. Para ello, continúan con mucho más acierto, la labor ya empezada por el historiador Antonio Alonso-Cortés. Con gran empeño y entusiasmo y mucho sentido común, consiguen comprar el Palacio a las propietarias a una peseta cada una, por un total de 6 pesetas. Empiezan trabajando los habitantes del pueblo capitaneados por ellos, ayudados por Promonumenta, pero tanto don Francisco como don Antonio Rodriguez, como otras personas del pueblo, trabajan ellos mismos en la obra, consiguen ayudas de la Junta de Castilla y León sobre todo, en estos momentos a través de Amelia Biaín, jefa de Servicio de Cultura, y también del Estado, pues a la sazón el secretario general de la Vivienda Javier Ramos, arquitecto leonés, les comunica que existen las ayudas del 1% cultural que les es concedida.
Se ha rehabilitado y el Palacio ha recuperado su esplendor, incluso el jardín renacentista que se ha limpiado primero, para plantar árboles y plantas, esta labor, como ha sido noticia en ILEÓN, se ha hecho por crowdfunding, y con él, el del pueblo: sus calles están adoquinadas en consonancia, las viviendas se conservan con respeto al entorno arquitectónico, conservando su primigenia forma y sabor. Se utiliza como museo y como albergue de peregrinos, pues está en el Camino de Santiago.
La Cultura en los pueblos
La importancia del arte, la arquitectura, en definitiva, la cultura en los pueblos, unido a la constancia de sus habitantes si son ayudados por la Administración Pública, es una forma de invertir en el pasado para el presente y el futuro.
El pueblo ha mejorado en su totalidad: hay bares con restaurante, una casa rural, más habitantes y este año, la Escuela Taller de Música Antigua junto con la Orquesta Barroca de León, han situado la localidad en León, España y Europa.
En base a ello, con la ayuda de Petra Merino, exconcejala de Cultura del Ayuntamiento de Grajal, se realizó el curso y festival internacional de música antigua en Grajal, de excepcional calidad.
Se creó un curso-festival, al que vinieron músicos de España y de toda Europa. Los conciertos (fui público en uno de ellos) de gran calidad. Hubo una media de más de 120 personas por concierto. Tuvieron lugar en distintos espacios arquitectónicos como el Palacio, el Monasterio, la Iglesia de San Miguel o el monasterio de Dueñas (todavía activo). Cada concierto brindó al público una estética musical y una puesta en escena diferente.
Desde la Escuela Taller de Música Antigua en León (bajo la dirección y coordinación de Miguel Ángel Viñuela Solla), uno de los objetivos es difundir la música antigua y en especial los órganos ibéricos junto con su música. Dentro de esta tipología de instrumentos, podemos encontrar varios órganos en la geografía leonesa, como el de la Iglesia de San Miguel en Grajal de Campos a la espera de una restauración. Hay alguno más y son nuestros, como por ejemplo, el de Santa Marina del Rey, que se conserva en buenas condiciones y que acogerá el próximo 21 de agosto la quinta edición del Curso Internacional de Órgano Ibérico in memoriam de José María Alvarez; organista y músico leonés fallecido el pasado junio). Han creado la Orquesta Barroca de León sobre la que escribiré en el próximo artículo.
Los pueblos, su cultura, sus relatos orales y escritos, sus edificios, sus instrumentos musicales, etcétera, son nuestros, provienen de nuestros antepasados, constituyen el pasado, forman parte del presente y son el futuro: nos pertenecen y serán el legado a nuestros hijos.
El balance es extraordinario; por un lado la recuperación del Palacio ha servido para que el pueblo crezca y se sienta orgulloso de su pasado y su presente, para que se recupere el órgano y la música antigua; que el pueblo de Grajal, durante una semana haya sido noticia en Europa es extraordinario. Lo seguirá siendo en el futuro, sin duda.
Todo el mundo ha puesto algo de su parte. Quienes nos acercamos a Grajal nos hemos visto regalados con una música de gran calidad y un espectáculo de gran belleza que ha hecho vibrar a los sentidos.
Sigamos el ejemplo de las gentes de Grajal de Campos, movamos nuestros pueblos por y con la Cultura: es rentable, crea riqueza y sobre todo, esperanza en el futuro de nuestros pueblos, nuestra tierra y nuestra gente.
