Julio Lago, profesor de Economía: “Noto más interés por el producto de cercanía y veo más futuro al turismo de naturaleza”

La economía leonesa sorteará la crisis del coronavirus de manera desigual, dice Julio Lago. Por su propia naturaleza vinculada a la sanidad, los sectores biotecnológico y biofarmacéutico no tienen malas cartas. Pintan bastos, sin embargo, para cuencas mineras que quemaron planes del carbón y sufren el recorte del pacto de reconstrucción europea a la Transición Justa.

- Detrás de gestión de la crisis sanitaria subyace el debate entre dar prioridad a la salud o a la economía. Se tiende a pensar que la primera primó sobre todo durante el confinamiento más estricto y que la segunda lo ha hecho en la desescalada. ¿Coincide con ese análisis?

- Ciertamente hay que buscar un equilibrio entre las dos facetas. Pero yo creo que tiene que primar el tema sanitario. Lo contrario sería engañarse. Adelantar la actividad económica sin estar claro el control de la pandemia nos llevaría a situaciones no deseadas. Es un período difícil. Ahí están las ayudas que se han instrumentado por parte del Estado. Y lo primero debe ser la Sanidad.

- ¿Pero la economía habría estado preparada para asumir un confinamiento más prolongado? ¿Lo estaría ahora para volver a cerrar?

- Los destrozos económicos que ha generado el virus son evidentes. Y aguantar más tiempo empeoraría la situación, pero lo prioritario es la salud. Hasta que no se consiga una vacuna va a ser difícil volver a la normalidad. Y los expertos hablan de un año.

Los destrozos económicos que ha generado el virus son evidentes. Y aguantar más tiempo empeoraría la situación, pero lo prioritario es la salud. Hasta que no se consiga una vacuna va a ser difícil volver a la normalidad

- ¿Volver ahora al confinamiento sería peor que haberlo prolongado antes?

- Es mejor no precipitarse y controlar la situación adecuadamente, aunque eso tenga unos costes innegables.

- La situación ahora es un mar de incertidumbres, que suelen ser malas compañeras de viaje para la economía...

- La inseguridad, y no saber con certeza si puedes rentabilizar las inversiones, en principio retrae. Y crea una situación de esperar y ver. Eso genera caídas del PIB y aumentos del desempleo porque las condiciones no son normales.

Va a haber caída de ventas, endurecimiento de las condiciones de financiación, falta de seguridad en el consumo... Son efectos que van en cascada. Y, evidentemente, va a haber cierres. Los pequeños autónomos lo van a tener peor

- ¿Cuál puede ser la perspectiva para población joven que ya sufrió la crisis de 2008 y ahora estaba empezando a levantar cabeza?

- Es una situación complicada, aunque cabe matizar que las razones de esta crisis no son estrictamente económicas, sino sanitarias. No es la situación de la burbuja inmobiliaria de 2008. Quien haya emprendido en esta última década se enfrenta a un escenario más hostil, en el que se le complica todo: caída de ventas, endurecimiento de las condiciones de financiación, falta de seguridad en el consumo... Son efectos que van en cascada. Y, evidentemente, va a haber cierres. Los pequeños autónomos lo van a tener peor.

- En las últimas semanas asistimos a la publicación de datos como los de la EPA (Encuesta de Población Activa) o del paro registrado, pero todavía no miden, por ejemplo, el impacto de los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo). ¿Cómo debemos interpretar estas estadísticas? ¿Hasta cuándo no arrojarán una visión real de la situación?

- Un año. Participo de la opinión de analistas nacionales que ponen ese plazo de un año, de aquí al verano de 2021, que es cuando se espera que esa vacuna pueda estar en el mercado, y la situación pueda empezar a cambiar de manera sólida sin pensar en vueltas atrás.

Los ERTE están prorrogados hasta el 30 de septiembre, y eso está anestesiando la verdad del problema porque es casi un millón de personas que están en situación transitoria y no computan para el desempleo

- Aun poniendo los datos en cuarentena, ¿qué es lo más relevante de lo publicado hasta la fecha?

- Los ERTE están prorrogados hasta el 30 de septiembre, y eso está anestesiando la verdad del problema porque es casi un millón de personas que están en situación transitoria y no computan para el desempleo. Si los ERTE no se prolongan más del 30 septiembre, con toda crudeza se va a ver el impacto de la crisis vírica en la economía. Si por el contrario se llevan hasta el 31 de diciembre, seguirá anestesiada.

- La economía leonesa ya sabía que se enfrentaba este año al fin de las térmicas tras el cierre de las minas de carbón. Ahora se encuentra con esta crisis sobrevenida. ¿Cuáles serán los efectos, sobre todo en los territorios mineroenergéticos?

- Estamos viendo que aquellas provincias que más dependan del turismo como los archipiélagos, la Costa del Sol o el Levante acusan esta situación en más medida. Pero nosotros teníamos una crisis ya específica por la desaparición de las fuentes clásicas de generación de riqueza como la industria del carbón y por el ajuste del sector agroganadero.

En su día hubo tres planes del carbón con los que vino un dinero abundante y no se invirtió de la manera más inteligente. Y creo que en la opinión pública ha prendido la idea de que las comarcas mineras ya tuvieron su apoyo

- Y la Transición Justa ha sido, sin embargo, una de las paganas del acuerdo de reconstrucción europea. ¿Se cayó la pata más débil en la mesa de negociación?

- El ajuste ha sido severo: de 30.000 millones se ha pasado a 10.000, a repartir entre varios países y, en el caso de España, entre varias provincias. Al final los fondos van a ser reducidos. No va a ser lo que pensaba en un principio. Aquí se junta que ya en su día hubo tres planes del carbón con los que vino un dinero abundante y no se invirtió de la manera más inteligente. Y creo que en la opinión pública ha prendido la idea de que las comarcas mineras ya tuvieron su apoyo.

- El presidente de la Diputación, Eduardo Morán, anunció hace unas fechas, sin más concreciones, un proyecto de miles de empleos, en principio para los terrenos de la central de Compostilla. En los últimos años se han hecho anuncios que luego no se concretan. ¿Será este uno más?

- Creo que Eduardo Morán se precipitó al hacer ese anuncio. En principio esa instalación empresarial sería en terrenos de Endesa. Y el desmantelamiento de la central se apunta que duraría cuatro años hasta dejar libre una parte de ese suelo industrial. No sé qué empresa va a aguantar cuatro años... Y es que ya llevamos muchos desengaños. Y ya no es por ser escépticos, sino por la disponibilidad del suelo, máxime cuando está al lado el (Macropolígono del) Bayo, que tendría capacidad para albergar una empresa de dimensiones considerables.

- También dijo que Endesa “no puede irse de rositas” del Bierzo, donde nació la empresa; y apuntó hacia una posible competencia desleal por ofrecer los terrenos del solar de Compostilla rivalizando con polígonos industriales cercanos. ¿Comparte esas dos reflexiones?

- Endesa es conocedora de que el Bayo está al lado. La empresa nació en la comarca del Bierzo y está cerrando una central de las dimensiones de Compostilla, que no es cualquier central. Y eso tiene que estar presente.

- ¿Cómo van a salir parados de esta crisis sanitaria los principales sectores económicos de la provincia?

- El sector bio, por su vinculación con la sanidad, no tiene malas perspectivas. Tanto la biotecnología como la biofarmacia no tienen mal horizonte. La agroindustria sigue funcionando por necesidades obvias. Son los sectores que saldrían mejor parados. Pero la logística y las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) retrasarán los proyectos. Y, en el caso de la logística, hay que ver el tiempo que se lleva hablando de Torneros. Pero treinta meses para decir cómo se va a urbanizar esa plataforma no me parece serio y demuestra poco entusiasmo o poco interés por parte de la administración.

Treinta meses para decir cómo se va a urbanizar la plataforma de Torneros no me parece serio y demuestra poco entusiasmo o poco interés por parte de la administración

- Se ha dado la paradoja de que muchos de los sectores denominados esenciales no son los más prestigiados hasta la fecha. ¿Puede esta situación hacer cambiar la mentalidad del consumidor y de la sociedad en general hacia sectores que han mantenido el tipo?

- Yo sí he comprobado que ahora el consumidor valora el producto local de cercanía en la industria alimentaria. La gente está primando eso a la hora de consumir.

- Se abre también una oportunidad para el turismo de la provincia como destino menos masificado. ¿Será la última para aprovechar sus extraordinarios recursos naturales?

- Estoy convencido de que el turismo de naturaleza va a ganar enteros. Se va a buscar un turismo menos masificado que el clásico de sol y playa. Y, en estas circunstancias de alerta sanitaria, habrá que recapacitar sobre la planificación del tiempo de ocio y esparcimiento.

- ¿El teletrabajo ha venido para quedarse? ¿Supondrá su hipotética implantación en las relaciones laborales? ¿Será también una oportunidad para la España despoblada?

- No cabe duda de que va a estar más presente. Se va a impulsar el trabajo sin presencia física. Y hay planes de empresas que van en esa línea. Ayudará a la España vaciada siempre que se resuelva la brecha digital. Ahora parece que la Diputación ha cogido el testigo y se va a esforzar para que llegue internet de calidad a cualquier punto de la provincia. En cuanto a la modificación de las relaciones laborales, habrá que regular el teletrabajo porque se tiende a hacer más trabajo y habrá que ver cómo se computan las horas.

No creo que la pandemia anule el resurgir del movimiento autonomista. El problema de no haber diseñado bien el marco territorial ha estado siempre latente

- Las mociones autonomistas quedaron aletargadas durante la pandemia, pero ahora están rebrotando con éxito cuando podría haber el temor de que su interés se diluyera en un momento en el que foco mediático ha estado en la crisis sanitaria hasta relegar incluso al 'procés'. ¿Era esto previsible o no?

- Sí es posible que se haga más extensible esa queja y sentimiento ciudadanos de no estar bien encajados territorialmente. No creo que la pandemia anule ese resurgir. El problema de no haber diseñado bien el marco territorial ha estado siempre latente. Y el paso del tiempo creo que lo ha confirmado.

- ¿Y la pandemia sí podría servir de excusa para no afrontar inversiones que se planteen en la Mesa por León, una herramienta con la que se reconocía de partida la delicada situación económica de la provincia?

- Puede ser que se argumente que la situación sea muy complicada y no se preste la atención debida a una zona que ya venía de una situación complicada, que es lo justifica objetivamente que se pida ese trato preferencial. Es que la caída de población es mortal.

- ¿Y no debería ser excusa?

- Los fondos existen para Barcelona: Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) aporta 280 millones para cercanías de Barcelona y sin esperar treinta meses. Igual hay que invertir menos en Madrid y Cataluña y prestar más atención al noroeste. La situación de escasez no llega a todo el país. Sigue habiendo provincias que tienen más atención del Estado.

Creo que la peatonalización es acertada en León. Es hacia donde van otros territorios. Y en León tenemos el precedente positivo de lo que significó la peatonalización de la Calle Ancha

- Los ayuntamientos van a ahorrarse dinero en fiestas y tendrán remanentes. ¿Cómo podrían ayudar a reactivar la economía?

- Creo que en la línea de lo que se está haciendo: bonificar, eximir o aplazar impuestos, acometer inversiones que puedan tener un futuro. Creo que la peatonalización (de Ordoño II) es acertada. Va a ganar la ciudad. Pese a las críticas, pienso que es un dinero bien enfocado hacia una innovación urbana que puede tener ventajas para el comercio y el turismo y hacer más habitable y más atractiva para la ciudad. Es hacia donde van otros territorios. Y en León tenemos el precedente positivo de lo que significó la peatonalización de la Calle Ancha.

- Ahora la cuestión para el comercio es al menos sobrevivir...

- También se han activado bonos de consumo, pero la avalancha es tan brutal que será complicado afrontarla.