Caixabank y Bankia están estudiando la que sería la mayor fusión de la banca española en un entorno que se ha tornado desafiante para el sector por la crisis originada por la pandemia de la Covid-19 y después de que los supervisores hayan aconsejado uniones para mejorar la rentabilidad en este entorno. Por lo pronto, este movimiento ya ha hecho este viernes que las acciones de Bankia se disparen hasta un 31% y las de Caixabank un 10%, según Europa Press en una información recogida por eldiario.es.
Ambos bancos confirmaron en la noche de este jueves en sendos hechos relevantes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que han comenzado a valorar la potencial operación y el Gobierno, que controla más del 61 por ciento de Bankia, precisó que, si concluyen en una propuesta de fusión, el FROB la analizará “con completa objetividad desde la perspectiva de generación de valor y optimización de su capacidad de recuperación de ayudas”.
Bankia confirmó los contactos “en el marco del estudio habitual de posibles operaciones estratégicas” y “con conocimiento y autorización del Consejo de Administración, para analizar una eventual oportunidad de operación de fusión”.
La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, que algunos medios ya sugieren que podría ser el presidente del grupo fusionado, subrayó que, “dado su carácter preliminar”, se ha sometido a los órganos de gobierno del banco la propuesta de inicio de estudio y análisis “que permita al Consejo de Administración adoptar la decisión fundada que corresponda, contando para ello con los asesores pertinentes”.
Por su parte, Caixabank detalló que “se encuentra en negociaciones con Bankia” tras la autorización de su Consejo de Administración, “sin que por el momento se haya alcanzado ningún acuerdo al respecto, más allá de la firma de un acuerdo de confidencialidad para intercambiarse información para valorar la operación, en el seno de una 'due diligence', contando con asesores para la operación”.
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital indicó a su vez que el equipo del FROB “está permanentemente analizando las condiciones de mercado con el fin de proteger el interés público de la participación en Bankia” y el propio departamento que dirige Nadie Calviño “tiene contacto frecuente con las principales entidades financieras del país”.
Asimismo, recordó que el Gobierno siempre ha defendido que la prioridad con Bankia es “proteger el interés general de los ciudadanos españoles”, “maximizar el valor de la participación pública” y “reforzar la estabilidad financiera del país”. “Estos son los principios que guiarán cualquier decisión en este ámbito”, apostilló en un comunicado oficial.
Si cuajan las conversaciones nacería una entidad con 664.027 millones de euros en activos, prácticamente en su totalidad en España, de los que Bankia aportaría 218.455 y Caixabank los restantes 445.572 millones.
Su suma daría un grupo con 6.727 en sucursales (2.267 de ellas de Bankia) y 51.536 empleados en plantilla en este mercado y Portugal (35.589 a nómina de Caixabank).
El Gobierno tiene obligación legal de dar salida al Estado de Bankia antes del año 2022 pero su desinversión en Bolsa se ha ido retrasando año a año a raíz de la continua debacle de los valores bancarios en los últimos ejercicios. De hecho, el anterior Ejecutivo llegó a modificar la normativa siendo Luis de Guindos ministro de Economía para retrasar la fecha de venta a la espera de una mejor perspectiva para los intereses públicos.
El último revés a raíz de la crisis generada por el coronavirus ha reducido el valor bursátil de Bankia a apenas unos 3.177 millones de euros con su cotización de hoy, de forma que el 61,81 por ciento en manos del Estado a través del FROB alcanzaría unos 1.965 millones millones, muy debajo de los 22.000 millones empleados en su salvamento en el 2012 con la nacionalización.
En la sesión bursátil de este jueves, las dos entidades financieras acabaron entre los cinco valores con mayor resultado positivo. El Íbex-35 mejoró ligeramente un 0,13 por ciento hasta quedar por encima de los 7.000 puntos. Bankia cerró con una subida del 2,42 por ciento y sus acciones en 1,0355 euros, mientras que Caixabank logró un incremento del 2,22 por ciento con las acciones en 1,8155 euros.