Carca de 40 voluntarios de la asociación por la preservación del patrimonio de la provincia, Promonumenta, realizaron labores de desbroce en el entorno. “Ya actuamos en mayo, y esto ha sido una continuación, porque el Castillo realmente está en medio de una selva”, lamenta el presidente del colectivo, Marcelino Fernández.
La fortaleza, edificada a mediados del siglo IX, y declarada BIC, “está en una auténtica alerta roja, bajo la amenaza real de derrumbe, sobre todo de los torreones”. Incluso “se la juega” cada invierno dependiendo de las lluvias y nieve.
El consistorio de Vega de Valcarce, donde se alza la fortaleza, llegó a un acuerdo con la Junta de Castilla y León para abordar obras de consolidación con una inversión de 45.000e más otra aportación de la empresa privada Grupo Valcarce.
Estas obras, señala a este diario la alcladesa de Vega, Luisa Santí “ya se tendría que estar ejecutando, pero los trámites han provocado una demora”. Y es que “en un principio parecía que con una memoria serviría, pero ha hecho falta un proyecto con informe de arquitectos y arqueólogos”·
A este respecto, dos de los que colaboran con Promonumenta en la 'salvación' de este monumento, Carlos Martínez y Fidel Ramón, han elaborado de forma altruista el estudio remitodo ya a la Dirección General de Patrimonio para su aprovación.
Desde Promonumenta, su presidente urge a dar celeridad al trámite y poner en marcha “si puede ser antes del invierno” las obras. “Aquí estamos hablando de una urgencia, no de prioridades”, señala Marcelino Fernández.