'Música paseada' en el Musac dentro de la muestra 'Transbordo Espacial'

Este domingo 7 de abril regresará de nuevo al Museo de Arte Contemporáneo (Musac) de León la performance 'Transbordo espacial (música paseada), del artista cántabro Pelayo Fernández Arrizabalaga. Cómo en otras ocasiones, la sesión para interpretar esta partitura-obra plástica, que forma parte de la muestra 'El giro notacional', correrá a cargo de la Orquesta Juventudes Musicales de la Universidad de León. Será a las 13.30 horas, con una duración de quince minutos, con entrada gratuita hasta completar el aforo.

Trasbordo espacial' (música paseada), una obra plástica de suelo de gran formato (305 x 1200 cm) del artista cántabro Pelayo Fernández Arrizabalaga que indaga en las grafías y recursos notacionales que buscan hacer posible una nueva expresividad sonora y que, de paso, refuerzan el interés puramente visual de esas creaciones.

La pieza constituye una partitura gráfica de gran formato, en la que las notas musicales y los parámetros (dinámica, intervalos y su combinatoria) se codifican en base a colores, líneas, letras y anotaciones gráficas de diversa naturaleza. Así los doce colores representan las doce notas de la escala cromática y su código está basado en estudios realizados por el autor de las relaciones entre el círculo cromático de colores y el círculo de quintas de la armonía musical.

La dinámica (intensidad del sonido) está determinada por el grosor de la líneas, a mayor grosor de la línea mayor volumen, el pianísimo por el contrario con línea muy fina. En cuanto a las letras corresponden a las empleadas internacionalmente como notas de la escala y representan las coordenadas de situación de los puntos de encuentro entre las líneas. Estos puntos de encuentro son como las estaciones de una red de transporte y sirven para parar e interpretar una improvisación o melodía en base a esas notas escritas ( las flechas, hacia arriba o abajo indican las octavas). También esos puntos de encuentro permiten al intérprete decidir si cambia o no de dirección en su recorrido.

Para la realización de la performance, un ensemble musical de la Orquesta Juventudes Musicales de la Universidad de León dará vida a la pieza del artista, decodificando y traduciendo, con la ayuda e instrucciones de Fernández Arrizabalaga, las grafías plásticas en interpretaciones musicales.

La activación de la pieza, tal y como sugiere su subtítulo —música paseada— conlleva en su decodificación la interpretación musical improvisada derivada del movimiento físico de los músicos sobre la superficie de la obra. Cada músico partirá de un punto físico diferente interpretando la partitura, y realizarán parada y “trasbordo” cada vez que las líneas confluyan, generando así un recorrido físico y un resultado musical único cada vez que sea active la pieza.