Santa Lucía de Gordón es uno de esos pueblos leoneses marcados por los ecos y el polvo del carbón que no hace muchos años daba vida a la comarca. Y también muerte, como ocurrió en múltiples ocasiones, aunque en las que más hubo esperanza y fortuna de tener una Brigada de Salvamento en la mina.
Este jueves se inauguró la restauración de la cueva de entrenamiento de la Brigada de Salvamento de la Hullera Vasco-Leonesa (conocida popularmente como 'La Vasco'). La emoción se mezcló con el recuerdo del negro del mineral y la nostalgia. El Ayuntamiento de La Pola de Gordón abría las puertas de la instalación de la Brigada de Salvamento que ha sido restaurada después de años clausurada y olvidada, devolviéndole su lugar como símbolo de memoria colectiva y de identidad obrera.
El acto –organizado por el Ayuntamiento de La Pola de Gordón con la colaboración de la Diputación de León y la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga, dentro del programa de recuperación del patrimonio industrial minero–, volvió a dar valor a un espacio único del patrimonio industrial leonés y concentró en el Grupo Fábrica de Santa Lucía de Gordón a vecinos de todas las generaciones, antiguos mineros y jóvenes estudiantes en torno a una charla celebrada en el marco de la Semana Cultural de la Asociación de Pensionistas El Castro.
El historiador Diego Álvarez Rodríguez fue el encargado de reconstruir la historia de la legendaria Brigada en una conferencia en la que repasó sus arriesgados rescates, su reorganización en 1952 y la valentía de quienes, durante 89 años, entrenaron y arriesgaron su vida para salvar la de otros atrapados bajo tierra.
Memoria minera viva bajo tierra
El alcalde de La Pola de Gordón, Antonio García Arias, hoy también testigo y antes brigadista, habló de la importancia de mantener estos referentes para los niños y jóvenes del pueblo, “como semillas de memoria y orgullo” que eviten que esta tierra, golpeada desde el cierre de la minería en 2019, caiga en el olvido.
Entre los asistentes predominaban muchos antiguos mineros reconocibles por la dureza de sus manos y la templanza de su mirada: antiguos miembros de la Brigada, familiares, hijos y nietos de trabajadores de La Vasco, y vecinos que acudieron con la convicción de honrar una historia común que aún hoy impone fuertes emociones. El acceso a la cueva, donde décadas de brigadistas perfeccionaron técnicas y entrenaron en condiciones muy similares a la mina real, fue para muchos un regreso, una manera de rendir homenaje a aquellos que pusieron su vida al servicio de los demás.
“Fue una jornada especialmente emotiva, con la presencia de antiguos miembros de la Brigada y familiares directos, que pudieron contemplar fotografías históricas de sus primeros integrantes, así como documentación original de los años cincuenta. Gran parte de este valioso material, esencial para el conocimiento de la historia minera de Gordón, se conserva en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, en Sabero. El Ayuntamiento agradeció al museo y a su archivero, Héctor González Moro, la colaboración y diligencia mostradas para rescatar este episodio clave de la memoria gordonesa”, explica en una nota de prensa el Consistorio Gordonés.
Las paredes de la cueva, ahora restaurada, volvieron así a llenarse de historias en torno a las fotografías históricas y documentos originales que se expusieron. Testigos físicos y emocionales de una odisea colectiva que duró más de un siglo. Porque la mina es un sector que creaba pueblos, fijaba población. La misma que, desgraciadamente, falta en unas comarcas que al cerrar los tajos perdieron la savia vital y que se están despoblando a marchas forzadas. Eventos como estos fijan el recuerdo de aquellos tiempos.
Patrimonio del carbón que inspira y une
La recuperación de la cueva, materializada gracias al empuje municipal y a la colaboración económica de la Diputación de León, está llamada a ser un referente cultural, educativo y turístico. Su apertura se ajusta a los principios de la Carta de El Bierzo y el Plan Nacional de Patrimonio Industrial, y responde al deseo popular de conservar vivas las raíces de Santa Lucía.
La restauración de este fragmento de la historia minera leonesa pretende convertirse en un referente cultural, educativo y turístico para Santa Lucía, una localidad que afronta una difícil situación económica y demográfica desde el cierre definitivo de la minería el 1 de enero de 2019, explica el Ayuntamiento de La Pola. El alcalde, Antonio García Arias, expresó su deseo de que el espacio sea pronto visitado por alumnos y estudiantes, con el objetivo de mantener viva la memoria minera.
“Esta recuperación demuestra la firme voluntad del Ayuntamiento de La Pola de Gordón de conservar su patrimonio industrial y minero, en coherencia con los principios de la Carta de El Bierzo, el Plan Nacional de Patrimonio Industrial y el sentir general de los vecinos del municipio”, termina el comunicado municipal.
En un contexto de crisis demográfica y económica, la puesta en valor de este espacio representa la capacidad de un pueblo para honrar a sus héroes silenciosos, tejer comunidad y construir futuro sobre los cimientos de la memoria.
Y mantiene vivo el recuerdo de una ya mítica forma de vida.