Este sábado 2 de noviembre, a las 20.30 horas, Facu Díaz (Canelones, Uruguay, 1993) y Miguel Maldonado (Murcia, 1986) se subirán al escenario del en el Auditorio Ciudad de León para mostrar su espectáculo que lleva por título ¡Por fin juntos! Una nueva vuelta de tuerca a su década juntos analizando la actualidad, la política y la vida desde el humor. Aprovechamos esta visita a la capital leonesa para hablar con el 50% de este singular dúo, Facu Diaz.
De las primeras apariciones en ‘La Tuerka news’ allá por 2014 a llenar teatros cada fin de semana. El próximo año tenéis la gira ‘Diez años: El Tour’ ¿Qué le está pasando a este país?
Detectamos un hueco. Había una demanda de lo que hacemos nosotros Miguel y yo. Muchas personas requerían un tipo de comedia que tratara otro tipo de temas a parte de los habituales, algo no tan tradicional. La respuesta del público es mejor cada año, y esto es un indicador de que vamos por buena senda.
‘No te metas en política’, ‘Quieto todo el mundo’, por qué ahora el título ‘¡Por fin juntos!’
Este es el primer año que queremos diferenciar el programa del show que hacemos en directo. Hasta ahora llevaba el mismo nombre, para que el público lo ligara. En la actualidad la gente tiene cierto conocimiento sobre lo que hacemos, y por eso quisimos diferenciarnos sobre lo que hacemos en internet. Esta es la razón por la que desligamos el nombre, y porque además es algo distinto. Nos apetecía escribir espectáculos que no dependan tanto de internet. Si mañana deja de existir lo que hacemos en la red, que sigamos girando sin depender de ello.
Para algún ser que haya estado en el monte casi diez años y no os conozca y decida bajar al auditorio de León este sábado, ¿qué se va a encontrar?
Un show de comedia notablemente politizado. Cada vez estamos recibiendo más feedback de gente que no está tan pegada a la actualidad políica, por eso el espectáculo no es solo un café para muy cafeteros. Es un show para muchos tipos de público.
Tanto Miguel como tú trabajáis en espacios televisivos, en radio, en teatros o twitch. Personalmente, ¿Dónde te sientes más a gusto?
Donde estamos más cómodos es en los formatos en los que nosotros tenemos el control de la producción. El tiempo y los años nos están dando ese conocimiento. Es ahí donde estamos más cómodos y más tranquilos. No tanto por cuestiones políticas, sino por cosas cotidianas del funcionamiento, como cuando queremos empezar, cuando queremos acabar… es gratificante ver como sale adelante sin la mediación de terceros.
Bromas breves con mensajes políticos intrínsecos que hacen Miguel o Facu se vuelven virales con bastante frecuencia. De alguna forma, con humor, ¿llega más el mensaje?
En muchos casos, sí. Nos estamos fijando en noticias con niveles de complejidad bastante elevada, y sobre todo Miguel, de forma talentosa, las explica de una forma sencilla y con humor. Los casos de actualidad informativa, tanto de la oposición como del gobierno son complejos, y nuestro trabajo es mostrarlo de forma fácil y que sea divertido.
Programas como El Intermedio, Hora Veintipico, Sastre & Maldonado, Vaya semanita, Polonia, etc., en los que en mayor o menor medida hay mensajes políticos, están en auge en medios de grandes masas, ¿por qué crees que triunfan?
Siempre que algo triunfa es porque hay detrás una demanda. Estamos en una época en la que la gente tiene sensación de crispación y la sátira política es un lugar donde respirar un poco. Las noticias suelen estar vinculadas al enfrentamiento y la gente ya tiene sus propios problemas, y con estos programas, de alguna forma, se entera de las cosas y con un estilo no tan amargo.
Vayamos con un poco de actualidad. El pasado jueves saltó el caso Errejón, y tú, en el programa sesenta de ¡Quieto todo el mundo!, a las pocas horas de la dimisión de Íñigo, dijiste que cuidado con lo que se escribía y lo que se difundía, que aquí lo importante son ellas, las víctimas. ¿Crees que se está olvidando esto?
Es un mensaje un poco generalizado y sin señalar a nadie, pero quería ponerlo sobre la mesa, que en redes sociales se puede apuntar donde no es y esto hace que se pierda el foco. Creo que sería un error desviar ese foco y convertirlo en una disputa partidista, cuando esta situación genera sufrimiento a muchas mujeres. Daríamos una imagen pésima si los que tenemos cierto altavoz caemos en ese error. Debemos priorizar la protección y el acompañamiento de las víctimas.
Ley mordaza sin derogar, problema de la vivienda sin afrontar más que el anuncio de unos bonos, negocios con el Estado genocida de Israel, una ley de financiación singular que no se explica, la corona que no se toca. ¿Está haciendo el PSOE más del PSOE que nunca con el apoyo (por activa o por pasiva) de Unidas Podemos antes y ahora de SUMAR?
El PSOE lamentablemente vuelve a mostrar sus dos caras, que son muy distintas. Una, cuando tiene que pedir la confianza del votante progresista y la otra, cuando ostenta el poder. Al mismo tiempo, de alguna manera, los votantes de izquierda estamos secuestrados ante una alternativa que es aún peor. Contradicciones con las que nos vemos obligados a luchar día a día, con esa especie de chantaje de que viene la extrema derecha.
Por otro lado, no puedo ser ajeno a que siempre se puede ir a peor. Podemos fijarnos en casos como Argentina y pensar: que arda todo, pero no lo puedo aceptar. Hay un mensaje que repito mucho y tengo muy claro: se puede ir a peor.
Hace tiempo dijiste que, si un líder se va o lo echan por sus actuaciones, debe pasar el siguiente, pero vivimos tiempo de hiper liderazgo. Yolanda Díaz en SUMAR, de una forma u otra Pablo Iglesias en Podemos, Pedro Sánchez en el PSOE (recordemos el pavor de esos cinco días de reflexión del presidente) ¿Qué le espera al espacio de la izquierda a corto plazo si vimos como uno a uno van cayendo?
Esta es mi gran pelea cuando me pongo un poco serio. Intentar convencer a la mayor cantidad de gente posible de que no se pueden encontrar a una figura salvadora como está ocurriendo en los últimos años. Nos dejamos seducir por figuras que aparecen en determinados momentos y que, pensamos, nos van a llevar a buen puerto. Ya son demasiadas veces las que se demuestra que las organizaciones no deben basarse en un nombre y un apellido, porque de esta forma te vuelves más vulnerable. Ya está bien de poner tanto peso y tanta importancia en hombros de una persona cuando el proyecto es más amplio.
Para finalizar, lleváis diez años juntos, la pregunta es, ¿hasta el infinito y más allá?
No hay ningún tipo de indicador que apunte lo contrario. Muchas veces lo hablamos de lo unida que está nuestra relación. Una relación que no es solo de amistad, si no también profesional. Puede ser hasta lógico que hubieran aparecido problemas, pero no. Sí, esto tiene punta de ser una relación muy duradera.