Cultura de la miseria, miseria de la cultura

Club CCAN

“Sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen a la realidad, la copia al original, la apariencia al ser... Lo que es sagrado para nuestro tiempo no es sino la ilusión, pero lo que

es profano es la verdad. Mejor aún: lo sagrado aumenta sus ojos a medida que disminuye la verdad y crece la ilusión hasta el punto de que el colmo de la ilusión es también

para él el colmo de lo sagrado.“

Ludwig Feuerbach

Bienvenidos al desierto de la mediocridad, bienvenidos al museo de las vanidades. Un nuevo espectáculo acontece en la ciudad de León.

El concepto crisis lo invade todo y si en algún momento pensamos que la cultura era algo que podía escapar de eso que llaman crisis, nos damos cuenta que si tiene que

existir un primer cadáver, ese es la cultura.

Los nueva ideología teñida de pensamiento único es que todo es mercancía. Y por supuesto “la cultura” se fabrica en condiciones ideales para la explotación capitalista, que

es: salarios bajos, contrataciones basura o limitación de libertad de acceso y movimiento. Sin ir más lejos, la política cultural y empresarial de la Junta de Castilla y León es un

claro ejemplo de ello. Ahí están los cinco euros que repentinamente parece que van a solucionar la falta de presupuesto, cuando en realidad esta medida restringe el acceso

público a un espacio público. O las condiciones laborales del personal, como se ha podido ver en el caso de las educadoras despedidas a las que la justicia ha dado la razón.

Cuando la cultura es asumida por la propia gente , cuando se buscan vías de autogestión donde las instituciones no marquen el ritmo, su única respuesta es el silencio o la

represión. Así, en una ciudad como León, una gestión cultural independiente como la llevada a cabo por una asociación cultural como el CCAN durante 40 años, es desahuciada sin más miramientos por el Ayuntamiento, despreciando a la ciudadanía que dicen representar.

No son ejemplos aislados. Dentro de esta mala gestión el derroche es otro más. La Junta de Castilla y León se permite el lujo de abandonar un edificio como el Laboratorio

Agropecuario de León durante siete años. Y ahora que la ciudadanía recupera el edificio para una gestión cultural propia, la Junta y el Ayuntamiento se lavan las manos dicien-

do que es un problema de delincuencia. De nuevo el desprecio a la ciudadanía y a la cultura.

“Tened a los tontos, justamente por tontos, como debe ser”