Botines desvela el blanco original de la fachada que diseñó Gaudí en León

Botines ha cambiado de color. La restauración de su fachada principal se ve ya desde este miércoles al retirarse los andamios. Lo cual ha revelado el edificio que Gaudí quiso construir: un palacio blanco similar al Palacio de Hielo de la reina (o princesa) del cuento. Ahora la fachada se muestra blanca, más brillante y clara. Puramente álbea.

“El resultado es espectacular”, afirmó a los medios de comunicación José María Viejo, director general de la Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos), la entidad que gestiona el Museo Casa Botines Gaudí.

Otra cuestión que destaca sobremanera es que la estatua de San Jorge venciendo al dragón en la portada ya no es grisácea. Esta escultura, una réplica de 1956 realizada por Seoane –autor también de la copia de la Virgen Blanca de la Catedral de León–, reemplaza a la original del escultor catalán Matamala Piñol, destruida en 1951 tras el desprendimiento de la mandíbula del dragón. Ahora la estatua, con su color álbeo, refulgirá a la luz del sol mostrando el gran poder (casi hasta cegador cuando le dé de pleno) de la figura del santo que mató al dragón.

La intervención en la fachada principal también ha revelado sorpresas, como el hallazgo de un fósil extraño, que se suma a los misterios de un edificio que Gaudí diseñó con varias capas de interpretación. Desde el Palacio de la Reina de Hielo, hasta la Casa del Dragón o el castillo donde custodiar a simple vista de todos una representación de la copa del santo Grial, como defiende uno de sus mayores estudiosos: el profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de León, César García Álvarez. El museo publicará en las próximas semanas los hallazgos científicos de esta rehabilitación, incluyendo los estudios petrológicos.

Los trabajos de restauración

Las técnicas de restauración incluyeron la limpieza manual en seco de la fachada y con agua la recuperación de la escultura de San Jorge y el dragón. También se limpiará el pavimento de pizarra del patio inglés y se rejuntarán las zonas deterioradas con mortero. Se sustituirán los vidrios por otros del mismo espesor y se decapará la pintura de las carpinterías de madera.

La ponencia técnica estableció ciertas directrices: las sustituciones de vidrios no afectarán a los de la primera planta por su valor artístico; los anclajes del andamio se localizarán en las juntas para evitar dañar la piedra; y la tonalidad de las carpinterías debe ser similar a la actual.

Los andamios se trasladan ahora a la fachada norte, la más deteriorada, para su restauración. La limpieza del exterior del monumento continuará y la rehabilitación de la piedra concluirá a principios del próximo año, salvo imprevistos. La trasera del inmueble, en la calle Pilotos Regueral, presenta el peor estado de conservación. En la fachada principal se han restaurado todas las carpinterías y se han instalado vidrios de máxima calidad, especiales para museos, para proteger las obras de arte que alberga Botines.

Las obras comenzaron con la carpintería exterior el 30 de octubre pasado y finalizarán con el pulido de la espectacular reja que rodea el edificio, diseñado por Gaudí en 1892. Las rejas del foso y las escaleras son obra de Kessler, Laviada y Cía (Gijón), la puerta principal es de Joan Onós, y las verjas de las ventanas del foso fueron realizadas por Bernardo Valero.

La restauración no ha interferido en el funcionamiento del museo, que ha mantenido su cifra de visitantes pese a los andamios que cubrían casi por completo el inmueble al que también llaman La Casa del Dragón. Es uno de los tres que Gaudí construyó fuera de Cataluña, junto al Palacio Episcopal de Astorga y el Capricho de Comillas (Cantabria).

La misión de recuperar la estética original del edificio, de hace más de 130 años, recayó en la empresa Trycsa, según el proyecto diseñado por el arquitecto Félix Compadre. Los trabajos de restauración, cuyo presupuesto inicial era de 500.000 euros, han superado los 700.000 euros y no se terminarán en el plazo previsto de ocho meses.

La caliza exterior del edificio procede mayoritariamente de canteras en La Pola de Gordón, y según los análisis, no sufre el ‘mal de la piedra’ que afecta a la Catedral de León.

Las obras de restauración de la fachada y los elementos exteriores de la Casa Botines en León capital han encarecido el presupuesto inicial en un 40%, pasando de 500.000 a 700.000 euros. Según explicó Viejo, Fundos firmó en diciembre de 2021 un protocolo de intenciones con la Consejería que Santonja “se niega a cumplir desde su llegada”, pese a la buena relación con la Junta de Castilla y León. Viejo considera que la falta de apoyo es una cuestión personal, ya que no se entiende la falta de respaldo a una intervención en un edificio declarado Bien de Interés Cultural (BIC), uno de los museos privados más importantes de España y con posibilidades de ser declarado Patrimonio de la Humanidad.