Carlos Cuenllas posee una mirada especial sobre el arte, y lo que es aún más importante, sobre la manera de trasladar su enseñanza a los alumnos del colegio Marista San José en León, donde imparte clase de Educación Plástica, Visual y Audiovisual. Es el artífice de una asignatura viva, que se comparte, hecha para aprender, disfrutar y regalar a los ojos de quienes quieran interpretarla, superando el espacio de su aula e invadiendo con originalidad las calles y las infraestructuras de la ciudad.
Cuenllas, comprometido con su oficio, se esfuerza por transmitir, por crear interés y conciencia entre sus alumnos, alcanzando un universo que nace de su pasión. Una entrada directa a una dimensión artística elaborada con respeto, con tolerancia, y en armonía con muchos de los valores necesarios para la evolución de esta sociedad a mejor: igualdad, diversidad y, sobre todo, empatía junto al manejo de las emociones.
“El arte es una buena herramienta para educar en valores y se utiliza constantemente. Por ejemplo, uno de los últimos trabajos de este año consistía en intervenir la imagen de un cuadro famoso, 'actualizándolo', añadiendo digitalmente residuos plásticos o basura con la intención de hacer reflexionar a los espectadores, además de a los propios estudiantes”, explica el profesor.
Respecto a las emociones, el escultor opina que las obras pueden evocar emociones de todo tipo. Como ejemplo, Cuenllas se refiere a su último proyecto, en el que junto a sus alumnos escribió la palabra 'León' con letras gigantes en el suelo del patio, ocupando una superficie similar a la de 3 campos de fútbol-sala: las letras miden casi 25,7 metros de altura, y la palabra 'León' mide 60 metros de anchura (de la L a la N). Sólo la tilde de la letra O, tiene 4,6 metros de largo y 2,7 metros de ancho. “Se trata de utilizar el arte como terapia. Los alumnos podían dibujar mandalas, formas figurativas, abstractas, todo lo que quisieran. La idea era intentar alcanzar un estado de calma y relajación que permitiera acceder al autoconocimiento de uno mismo. Además esa relajación nos libera del estrés y de las emociones negativas”, apunta.
En un mundo tan visual, donde la información es tan efímera, y donde los adolescentes (y los adultos) cada vez se encuentran más inmersos en las redes sociales, Cuenllas reconoce que existe un marco metodológico estable y asentado a la hora de impartir la enseñanza, pero dentro del cual cambian muchos aspectos constantemente para intentar adaptarse a cada grupo, a cada momento y a cada persona.
“Ahora nos podemos apoyar mucho más en medios audiovisuales, por ejemplo, y cada año contamos con mucha más información a través de internet. El trabajo manual también es importante, y sobre todo el trabajo de pensar”.
Clases de plástica sin barreras, que invaden y ocupan la ciudad
El profesor y artista recuerda que todo empezó pintando murales en el patio del colegio, muchos de ellos inspirados en cuadros pertenecientes a la Historia del Arte. “Empezamos a salir cuando se tiró el muro original debido a las obras de la vía del tren. Al salir, descubrimos que teníamos fuera un campo de actuación mucho más amplio y variado, y que podíamos utilizar nuestro trabajo no sólo para aprender sino para mejorar, aunque fuera un poquito, la ciudad”.
Todo en la calle es mucho más variable y hay que adaptarse, se potencia la resiliencia y se requiere más creatividad para resolver problemas
Pero, ¿qué le aporta a los estudiantes llevar el arte fuera de las aulas? Cuenllas responde contundente: “Alegría, porque suelen preferir trabajar fuera del colegio. Además, no es lo mismo estar en el aula que en la calle, donde los viandantes se paran y hablan con ellos sobre lo que están haciendo. Esa es una parte importante del trabajo, y está permitido parar y atender a las personas que les preguntan. Se someten a una 'evaluación externa'. Todo en la calle es mucho más variable y hay que adaptarse, se potencia la resiliencia y se requiere más creatividad para solventar con la mayor rapidez posible los problemas que se plantean”. “Ver cómo mejora un espacio gracias a su trabajo educa en valores, ya que, por lo general, respetarán más el mobiliario urbano, porque saben lo que cuesta mejorarlo. Algunos alumnos plantean iniciativas para mejorar otros espacios de la ciudad, están mirando la ciudad con otros ojos, no sólo ven lo que hay, sino lo que se puede hacer”, añade.
Ver cómo mejora un espacio gracias a su trabajo educa en valores
Por otra parte, el profesor de secundaria asegura que ver su obra en la calle, y ver que la gente y los medios valoran ese trabajo, refuerza la autoestima: “Muchos de ellos ven por primera vez que su trabajo puede tener repercusión social. Y ya sea trabajo cooperativo o en equipo, ven como su trabajo encaja con el trabajo de sus compañeros, y que juntos pueden conseguir hacer obras de una entidad mayor”.
Además, el artista declara que, con estos proyectos, se pretende que el alumnado aprenda y que el producto de ese aprendizaje valga para mejorar el mundo, aunque sea mínimamente.
Arteterapia: herramienta de comunicación y autoconocimiento
Vidrieras en el colegio,murales en la calle, tapas y alcantarillas pintadas, homenajes artísticos... Para Carlos Cuenllas las fuentes de inspiración están en todos los lados: “en la calle, el cine, las exposiciones, la publicidad, internet, una conversación, o simplemente dedicando tiempo a pensar, a imaginar”.
Como profesor, su última creación ha sido la palabra 'León' en gigante, en el patio del colegio. “En este proyecto los alumnos desarrollan libremente dibujos en línea inspirándose y utilizando técnicas propias como los mandalas, el doodle art (arte de garabatear) y el zentangle (enredo zen). Aparte de adecuarse a los estándares de aprendizaje de la asignatura, este tipo de dibujos son un recurso psicoterapéutico de arteterapia, como herramienta de comunicación y autoconocimiento que encaja con las competencias espiritual y social, además de la cultural, ya que se trata de un trabajo en el que constantemente interactúan con sus compañeros”, argumenta el docente, recordando que en ella trabajaron más de 150 personas y que esta intervención pretende crear en el patio del colegio un reclamo visual para la ciudad, con letras que podrán ser visibles desde un helicóptero y que poco a poco puedan convertirse en un referente visual de la propia ciudad.
Como escultor, Carlos Cuenllas trabaja en el proyecto de una pieza para Asturias, sobre el tema del reciclaje, que se inaugurará en verano. “Es un encargo de la ONGD SED. He realizado varias esculturas e instalaciones para este proyecto. Una de estas piezas, está expuesta actualmente en la Fundación Merayo, en Santibáñez de Porma”.
'Galería Didáctica'
En sus clases, el profesor de Educación Plástica también ha contado con charlas de artistas, que han mostrado su trabajo de forma muy directa y cercana a los estudiantes. “En 2004 inauguramos una Sala de Exposiciones en el colegio, llamada 'Galería Didáctica'. Han pasado más de 100 exposiciones de casi todas las disciplinas: pintura, escultura, fotografía, dibujo, instalaciones, joyería, ilustración, cómic y diseño digital, con artistas locales, nacionales e internacionales. Es muy interesante que los alumnos puedan conocer al artista que hace esas obras y le puedan preguntar todo lo que se les ocurra para entender la obra y cómo se hizo, además de conocer la trayectoria del artista y muchas cosas más”, finaliza el artista, que aunque acaba de despedir el curso en su colegio, ya prepara en su cabeza nuevos retos para compartir y realizar junto a sus alumnos.