Los pacientes con Alzheimer pueden tener la enfermedad hasta 14 años antes de dar el primer síntoma

Laura Sánchez / Agencia ICAL

La enfermedad de Alzheimer está instaurada en la persona que la padece entre 12 y 14 años antes de que aparezca el primer síntoma. Ante esta situación, es fundamental contar con biomarcadores que alerten de esa presencia para poder retrasar su avance y mejorar la calidad de vida de los pacientes, algo que se busca con un estudio sobre el gen ApoE 4 que realizaron investigadores de la Universidad de León y cuyas conclusiones se presentaron esta mañana en la sede de Alzheimer Bierzo, en Ponferrada. 

La encargada de ofrecer los detalles de este trabajo fue la investigadora Leticia Sánchez Valdeón, portavoz del grupo que realizó este estudio gracias al dinero obtenido de un premio del Consejo General de Enfermería. El trabajo se inició con un doble objetivo, que fue conocer un biomarcador que alerte de que una persona puede llegar a tener Alzheimer e indagar en lo que supone tener determinados genes para intentar mejorar la calidad de vida. 

“En el Alzheimer nos encontramos genes deterministas, que son aquellos que si uno los tiene en su secuencia genética van a hacer que sí o sí se padezca la enfermedad y luego los no deterministas, que son con los que hemos trabajado en el presente estudio, y que suponen un factor de riesgo más. Si tenemos dos copias del ApoE 4, porque cada uno se hereda del padre y de la madre, tendremos más probabilidades de padecer la enfermedad. Esto nos ayuda a saber que si a nivel medioambiental o dietético seguimos unas pautas, podremos intentar corregir o contrarrestar ese efecto negativo de tener dos copias de ese gen”, explicó Valdeón. “Es fundamental tener algún biomarcador que nos ayude a diagnosticarla en esas etapas tempranas e influir en su desarrollo. Son pacientes no potencialmente curables y tenemos que mejorar su día a día”, añadió. 

Y es que, según la investigadora, se ha demostrado que el Alzheimer está presente en el paciente mucho antes de que aparezcan los síntomas, por lo que contar con estos biomarcadores puede ayudar a tomar medidas que hagan que su avance sea mucho más lento. “Hay un montón de estudios que inciden en el ejercicio físico. Está demostrado que puede enlentecer el avance de la enfermedad. También tomar pautas higiénico dietéticas, reducir el consumo de grasas saturadas y azúcares, que van en contra. Y hacer terapia cognitiva, mantener activo el cerebro”, detalló. 

“Un antes y un después para los pacientes”

Valdeón también insistió en que este trabajo supondrá “un antes y un después” en la atención a los pacientes con Alzheimer. “La investigación siempre supone un antes y un después, sobre todo en este tipo de investigaciones con las que intentamos que redunde en la calidad de vida del paciente. Marcan un antes en cómo trabajar, tratar o qué pautas higiénico dietéticas dar a la persona día a día y un después porque sabiendo un poco el perfil de este gen, que es un gen no determinista, podemos darle a la persona una serie de indicaciones para mejorar su calidad de vida”, detalló. 

El siguiente paso en el que trabaja el grupo es analizar la relación de estos genes con el el colesterol y la diabetes. También seguir trabajando en pacientes más jóvenes ya que hasta ahora lo hicieron mayores de 65 años, y ampliarlo a nivel nacional, porque este estudio solo se realizó a nivel de Castilla y León.

En esta investigación participaron varios pacientes de Alzheimer Bierzo cuyas familias recibirán un estudio genético y se les ofrecerán pautas para atender mejor al paciente. 

La presidenta del colectivo berciano, Ana Pilar Rodríguez, remarcó que este estudio “marca un antes y un después y nos da luz para investigar y llegar a nuevos descubrimientos para mejorar la atención a las personas con demencia”.